Argentina

La Argentina de Milei como modelo de Ayuso para Madrid

Los continuos recortes en Sanidad, Educación, Transporte o Universidad públicos van dando forma a la ‘motosierra’ que Ayuso está usando para profundizar la privatización en la Comunidad de Madrid
Jesús Hellín / Europa Press / ContactoPhoto
Jesús Hellín / Europa Press / ContactoPhoto

Desde que Isabel Díaz Ayuso llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2019, no le han faltado ocasiones para poder comparar sin ningún tipo de reparo al Gobierno español con la que califica ella de “dictadura venezolana”. Una vez más lo ha demostrado este lunes en un foro organizado por el periódico ABC, que contaba con la colaboración del CEU San Pablo y la asistencia de diferentes cargos regionales y nacionales del Partido Popular. En su discurso, exigía al Gobierno una respuesta contundente “contra la dictadura de Maduro”, en relación con los dos españoles detenidos en Venezuela, a la vez que prometía nuevas rebajas fiscales para la Comunidad.

Una de las frases más impactantes del discurso de Ayuso en el foro trataba sobre el voto de los madrileños en las anteriores elecciones autonómicas de 2023, afirmando que “optaron por políticas liberales y no socialistas”

Poco le importa a la presidenta de la Comunidad que el Ejecutivo de España, siguiendo la línea de la Unión Europea, no reconozca la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales; tampoco son relevantes para ella las negociaciones que hubo entre ambos gobiernos la semana pasada que permitieron a Edmundo González, uno de los líderes de la oposición antichavista, llegar a España en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas después de solicitar asilo en el país. La presidenta ha seguido insistiendo en que el Gobierno de Sánchez quiere llevar a España “a una dictadura”, que Televisión Española está “al servicio de la dictadura” de Venezuela, simplemente por haber ofrecido cobertura durante las elecciones del pasado agosto, e incluso pone en alerta sobre la ‘deriva totalitaria’ del Gobierno de España. Todas estas provocaciones, más allá tergiversar los términos de ‘dictadura’ y ‘democracia’ con fines más propagandísticos y electorales que políticos, esconden otra realidad, menos mediática. Esta es, la situación que está viviendo en Madrid y que en muchos aspectos reflejan las políticas ultraliberales que se están aplicando a nivel nacional en la Argentina de Milei. Porque otra de las razones que explican que la presidenta de la Comunidad de Madrid mencione hasta la extenuación el parecido que hay entre la “dictadura bolivariana” y el “tirano” de Pedro Sánchez es, precisamente, que no se hable de las semejanzas entre la motosierra de Milei y los hachazos a diferentes sectores públicos que se están lanzando en la capital española.

Una de las frases más impactantes del discurso de Ayuso en el foro trataba sobre el voto de los madrileños en las anteriores elecciones autonómicas de 2023, afirmando que “optaron por políticas liberales y no socialistas”, en referencia al control que ejerce el PP por mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, aunque no llegara al 50% de los votos a favor. Esta mayoría en la cámara (mayoría de la que también disfrutan en la Alcaldía), sin embargo, es lo que ha permitido a los conservadores desplegar un gran número de leyes que poco a poco han ido descomponiendo el sistema público madrileño en beneficio de diferentes empresas privadas e intereses particulares. En los últimos meses, algunas de estas reformas, al contrario de lo que pueda parecer, han aumentado drásticamente los recortes en áreas esenciales para la mayoría de la clase trabajadora, y solo es cuestión de tiempo que empiecen a vislumbrarse las primeras consecuencias del deterioro del sistema público. Uno de los ejemplos más recientes atañe a las universidades públicas de Madrid. La reforma que quiere aprobar Ayuso de la ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia recorta en un 30% la financiación de las universidades, obligándolas a asumir ese 30% mediante recursos propios. Esto puede derivar, con no demasiada dificultad, en que las universidades aumenten el precio de las tasas, oferten menos plazas o deban llegar a nuevos acuerdos con empresas privadas, impidiendo a miles de estudiantes acceder a la enseñanza superior. Además, diferentes organizaciones estudiantiles también apuntan que la ambigüedad con la que están escritos algunos artículos de la ley, respecto a medidas disciplinarias, pueden aumentar la persecución contra el estudiantado y castigar la libertad de expresión dentro de los campus.

Describir estos recortes y la infrafinanciación que sufre el sector público ayuda a comprender hacia dónde quiere llevar Ayuso a la Comunidad de Madrid

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Otro de los sectores que generan mayor preocupación (probablemente el que más) sea la sanidad, con el cercano ejemplo del Hospital de la Paz, que la semana pasada sufría de una grave saturación de más de 60 pacientes que esperaban ser ingresados y que nadie podía atender. El reajuste económico al que se enfrenta la sanidad pública está provocando grandes dificultades tanto para los trabajadores del sector como para los pacientes. Existen más de un millón de pacientes en listas de espera en la Comunidad autónoma que menos dinero invierte en sanidad por habitante (un 30% menos que la media nacional, de 1.906,29 euros). Por si fuera poco, en los últimos tres años también se ha reducido el número de pediatras, apenas hay médicos en los Servicios de Atención Rural y también ha disminuido el número de camas de hospital a pesar del aumento de población. Mientras todo ello ocurría y ocurre, en Madrid actualmente se están construyendo cuatro nuevos hospitales privados, que se sumarán a los 46 ya existentes en la Comunidad. También se debe mencionar el singular caso del transporte público, cuya demanda por parte de la ciudadanía bate récord cada año, mientras la oferta de metros ha bajado y la de autobuses ha tenido un aumento mínimo, expresión de indiferencia ante el desarrollo de un transporte público sostenible en el que las personas no viajen hacinadas.

Describir estos recortes y la infrafinanciación que sufre el sector público ayuda a comprender hacia dónde quiere llevar Ayuso a la Comunidad de Madrid. Esto es, al otro lado del Atlántico, concretamente a Argentina, donde Milei cuenta ya con más del 60% de la población en situación de pobreza. No fue casualidad que la líder madrileña invitase de manera no oficial al mandatario argentino, a comienzos del verano, visita en la que recibió la medalla de Madrid mientras arremetía contra el Gobierno y la “justicia social”, al que considera un “monstruo horrible y empobrecedor”. La reunión de ambos políticos ni siquiera tuvo una gran aceptación entre el PP y otros medios de comunicación conservadores, por lo que la hoja de ruta de Ayuso para la comunidad de Madrid empieza a desprender tintes más personalistas. Mientras Milei presenta los presupuestos de Estado para 2025 suspendiendo las leyes de financiación de educación, ciencia y tecnología, Ayuso exige a las universidades públicas un recorte del 30% y aumenta la inversión en la escuela concertada. Si en Argentina se promueve una flexibilización laboral extrema, se despiden a decenas de miles de funcionarios públicos y se rebaja el impuesto a la riqueza, en Madrid Ayuso contaba desde el foro del ABC que los impuestos van a “seguir bajando cada vez que tengamos oportunidad”. Si la motosierra de Milei veta en el Congreso una reforma para aumentar las pensiones de unos jubilados cada vez más empobrecidos, el hacha de Ayuso deja plantas enteras de hospitales vacías mientras aumenta el gasto público para financiar la sanidad privada hasta superar los 1.200 millones de euros, según los últimos Presupuestos Generales de Madrid.