Cómo se benefician las empresas de alquiler de coches de “cargos fantasmas”
Un cliente de la multinacional de transporte vacacional Sixt nos comenta su experiencia con una “estafa” de más de 1.700 euros
El alquiler de coches en vacaciones es una opción atractiva para particulares sin vehículo propio en países extranjeros. Sin embargo, a pesar de que en papel alquilar un coche pueda resultar una buena idea, en ocasiones la experiencia puede ir de la mano de sobrecargos y silencio por parte de las empresas de alquiler. Así nos ha relatado David su experiencia con la empresa Sixt en un viaje por Irlanda.
Al llegar a la oficina de la multinacional en el aeropuerto de Dublín, se le entregó un coche con un kilometraje de más de 95.000 kilómetros conducidos. El usuario contrató varios seguros, entre ellos uno a todo riesgo, y utilizó el coche sin problemas hasta el último día de su viaje, cuando este se averió en la localidad de Glendalough. Tras contactar con la empresa, se le envió una grúa con un mecánico que le aseguró que no había ningún problema con el embrague, el motor ni nada de esa gravedad, que se debía a las reservas de líquido hidráulico y que “si hubiese algún problema más, no sería culpa suya”, como nos comenta a Diario Red.
Al volver a España, David empezó a recibir cargos bancarios, entre los que se encontraban gastos esperados como la reserva del coche, los seguros alquilados, peajes, etc. Pero además recibió un cargo extra de 341,16 euros sin aparente motivo, el cuál tras mandar varios correos a las distintas sucursales de Sixt le informaron que se debía a que el embrague se había quemado, avería por la cuál debía responsabilizarse. Pocos días después, empezaría a recibir más cargos en concepto de las supuestas reparaciones que el coche había necesitado tras su uso: dos cargos retenidos de 341,56 euros distintos, y posteriormente uno ejecutado de 1298,98 euros más sin justificación alguna. En definitiva, de los 2.263,14€ cobrados, 1.733,84 correspondían a cargos sin justificar, sin motivo, o que deberían haber sido cubiertos por el seguro o la situación excepcional. En este caso es además evidente la premeditación de Sixt en el engaño, tratando de hacer pasar por quemado un embrague que, como evidenció el mecánico de la grúa, estaba averiado por el desgaste (coche con casi 100.000 km) o la pérdida del líquido hidráulico.
Por parte de la empresa, no han dado una respuesta satisfactoria ni a las demandas del usuario ni a Diario Red tras preguntar al respecto. Sixt es una multinacional que trabaja con más de 2.000 oficinas en más de 105 países.
Este tipo de comportamientos por parte de empresas de alquiler de coches es bien conocido, existiendo una multitud de artículos en internet dedicados a “cómo evitar estafas al alquilar un coche en vacaciones”. En estas mencionan engaños relacionados con seguros, políticas relacionadas con el uso de la gasolina, coches previamente averiados, etc., con un supuesto ex-trabajador de una de estas empresas declarando en un foro online que “esta es la manera en la que realmente sacan dinero de los usuarios”, añadiendo que “intentan colarte el número máximo de estos cobros”. Las empresas aprovechan dinámicas propias de multinacionales como los trámites impersonales por internet, la falta de atención directa cara a cara y la deriva de demandas entre distintas sucursales para complicar más la gestión de estos incidentes.