Dirigentes del PSOE salen a Ferraz y se unen a los manifestantes para pedir a Pedro Sánchez que no dimita
Los ministros socialistas del Gobierno y otros dirigentes del PSOE han salido a la calle Ferraz tras el Comité Federal para unirse al apoyo de los militantes y simpatizantes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre aplausos y gestos de agradecimiento que han compartido con los asistentes.
Pasadas las 12.15 horas, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha dado por concluido el Comité Federal y ha dicho que "es el momento de que salgamos a la calle con esas miles de compañeras y compañeros, nos fundamos en un abrazo y le gritemos a nuestro secretario general —Pedro Sánchez— que merece la pena".
"Vamos a la calle con ellos", ha reclamado Cerdán a sus compañeros de partido, quienes se han puesto en seguida en marcha en dirección a la calle; ya en la vía pública, la Ejecutiva del PSOE se ha unido a la militancia al grito de "Pedro se queda".
Entre los dirigentes socialistas, se encontraban el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Ciencia, Diana Morant; el ministro de Política Territorial; Ángel Victor Torres; la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría; el ministro de Agricultura, Luis Planas; el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el presidente de Asturias, Adrián Barbón; o el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, entre otros muchos.
El PSOE ha cifrado esta convocatoria de apoyo a Sánchez en 10.000 personas, que han llegado de todos los puntos del país, a la falta de la cifra oficial que ofrezca la Delegación del Gobierno.
En la reunión del órgano socialista, transmitida en abierto de manera inédita, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, le ha pedido a Sánchez que no dimita y ha trasladado el apoyo del partido a su mujer Begoña Gómez a la que se ha intentado "destruir".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó en la tarde del miércoles una carta abierta en la que cancelaba su agenda para "reflexionar" si debe continuar al frente del Ejecutivo después de que esa misma mañana un juzgado de Madrid abriese una investigación por presunto tráfico de influencias sobre su esposa, Begoña Gómez, a instancias de una denuncia del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias.