El Tribunal Supremo declara la guerra al PSOE degradando a Dolores Delgado
El Tribunal Supremo ha anulado el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal togada, la máxima categoría de la carrera fiscal, que realizó el Gobierno en octubre de 2022. De este modo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal considera que el nombramiento de Delgado, que fue ministra de Justicia —entre junio de 2018 y enero de 2020— y fiscal general del Estado —entre febrero de 2020 y julio de 2022—, supone un ejercicio de” desviación de poder” cuyo único fin fue ascender a Delgado tras cesarla como fiscal general del Estado y no proveer una plaza.
En este sentido, el Supremo considera que esa desviación de poder consiste en “el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico”. Así, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal considera que se debe repetir el proceso ya que el actual fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tuvo como finalidad asegurar a Delgado la promoción a la máxima categoría de la carrera fiscal de un modo para el que no existe legislación en vigor que lo justifique.
De este modo, tras el varapalo judicial, que ha sido promovido por la derecha judicial, a través de la conservadora Asociación de Fiscales, complica el nombramiento de Delgado como fiscal de sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática, designada en junio y que fue posible porque contaba con la categoría máxima en la carrera fiscal. Una vez anulado el primer ascenso, la Fiscalía tendrá que valorar ahora de qué forma afecta la decisión del Supremo a la actual encomienda de Delgado.
Cabe recordar que los dos años y medio en los que de Delgado fue fiscal general del Estado se saldaron con innumerables polémicas, siendo una de las más sonadas cuando CTXT la pilló en un encuentro con la cúpula de Okdiario en un piso del centro de Madrid. En concreto, la exfiscal general del Estado, muy próxima a Pedro Sánchez, se reunió el 3 de marzo con Eduardo Inda, muy cercano al excomisario Villarejo que estuvo detrás de las cloacas del Estado.