Estados Unidos presiona a España para que entre en guerra contra los hutíes en el Mar Rojo
Las presiones estadounidenses para que España forme parte del operativo militar en el Mar Rojo continúan y se intensifican con el paso de los días. Este martes, a través de la red social X, el Presidente del Estado Mayor Conjunto, el General CQ Brown, Jr., difundía un comunicado sobre la llamada telefónica que habría mantenido con el Jefe del Estado Mayor General Español, el Almirante General Teodoro López Calderón, el primer contacto directo entre ambos desde que el General Brown asumió el cargo. Según dicho comunicado, ambos líderes militares discutieron ayer sobre la cooperación estratégica en seguridad, sobre la invasión continua de Rusia en Ucrania y sobre el entorno de seguridad en Europa y Oriente Medio, pero, sobre todo, “abordaron los continuos ataques ilegales de los hutíes a buques comerciales que operan en aguas internacionales en el Mar Rojo”, tal y como incidía el texto oficial.
El General Brown reiteró en su llamada, según su versión, el deseo de Estados Unidos de colaborar con todas las naciones “que comparten el interés de mantener el principio de la libertad de navegación y garantizar un paso seguro para el transporte marítimo mundial”. Tanto el comunicado como el tweet terminaban con una vehemente llamada a filas para el gobierno de Sánchez, afirmando que “España es un aliado vital de la OTAN y comparte una relación estratégica de larga data con los Estados Unidos”.
Según informa El Confidencial, a esta llamada a López Calderón le habría seguido otra del portavoz de la Armada, el capitán Jereal Dorsey, en la que ambos militares habrían profundizado en la cuestión del Mar Rojo charlando sobre "los ataques ilegales de los hutíes contra barcos comerciales". Y no sería la última de las “sutiles presiones” recibidas, ya que también ese mismo día el embajador de España en Washington, Santiago Cabanas, contactó con el JEMAD, según afirma este medio, para transmitirle las presiones del Pentágono con el objetivo de que cambie de parecer y se una por fin a la coalición naval.
Con este episodio, el frágil equilibrio de España en lo relativo al genocidio en Palestina sigue escalando en tensión y complejidad a medida que lo hace la violencia en la región. Hace algo menos de un mes, cuando EEUU anunció la misión “Guardián de la Prosperidad” y sus componentes, el gobierno se vio envuelto en una confusa semana de comunicados y desmentidos, renunciando finalmente a participar en el operativo de forma bilateral y tampoco bajo el paraguas de la Operación Atalanta, lo que costó una llamada de atención del mismísimo Joe Biden. Desde entonces, nuestro país sigue dando una de cal y una de arena y permanece sin pronunciarse sobre el proceso iniciado por Sudáfrica para llevar a Israel a la Corte Penal Internacional por delitos de genocidio, mientras la embajadora israelí, que abandonó España hace 40 días, regresaba ayer tras lo que consideraba “un cambio a mejor” en los mensajes del ejecutivo.