La fiscalía pide cárcel para los periodistas Pozas y Rendueles por su participación en las cloacas contra Podemos
La Fiscalía Anticorrupción ha abierto Juicio Oral ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para procesar por delito de descubrimiento y revelación de secretos con difusión a terceros a los periodistas Alberto Pozas Fernández y Luis Antonio Rendueles, así como ese mismo delito cometido por funcionario público al ex comisario José Manuel Villarejo.
El formulando escrito de acusación contra los encausados recoge con detalle los hechos ocurridos durante el llamado caso “Dina” , remontándose al día 1 de noviembre de 2015, en el que “uno o varios individuos se apoderaron subrepticiamente de los efectos personales de Dina Bousselham y de su entonces pareja cuando se encontraban en un establecimiento comercial de la localidad madrileña de Alcorcón”. Bousselham interpuso una denuncia ese mismo día, pero no fue hasta el 19 de enero de 2016 cuando, según relata el escrito, “una persona no identificada entregó en la sede del Grupo ZETA un sobre que contenía la tarjeta de almacenamiento externa microSD que había estado conectada al teléfono y perteneciente a Dina Bousselham.
Los archivos, según el escrito fiscal, que contenía la citada tarjeta telefónica fueron examinados en la sede del Grupo ZETA, sucesivamente, por los acusados Pozas y Rendueles, por el, director y periodista de la revista Interviú, por el director editorial Miguel Ángel Liso Tejada y finalmente por el presidente del Grupo editorial Antonio Asensio Mosbah, que citó a Iglesias, entonces secretario general de Podemos, para devolverle la tarjeta. Esta contenía, como describe el escrito, “archivos con documentos internos del partido político Podemos, diversos datos bancarios, archivos de vídeo y audio, otros documentos con archivos de carácter íntimo y personal”.
Pero Pozas y Rendueles habían hecho una copia íntegra de la tarjeta de almacenamiento el mismo 19 de enero de 2016 después de acceder a su contenido, y, siguiendo los hechos descritos por el Fiscal, “fueron contactados por el también acusado José Manuel Villarejo, al que habitualmente trataban como una de sus fuentes de información y le hicieron entrega de la citada tarjeta telefónica conociendo que se trataba de un funcionario policial en activo del Cuerpo Nacional de Policía”.
Villarejo, una vez tuvo la copia en su poder, “hizo entrega de aquellos archivos descargados a periodistas de su círculo de confianza para que estos elaboraran y publicaran diversas informaciones en descrédito del partido político Podemos, y del por entonces secretario general Pablo Iglesias Turrión”. Las informaciones publicadas, contenidas en la pieza y muchas de ellas todavía accesibles en internet en la web de OK Diario de Eduardo Inda, revelaron conversaciones íntimas extraídas de los grupos, mensajes y documentos de las tarjetas robadas. Sin embargo, y pese al denodado esfuerzo de las cloacas del estado, nada de lo que hallaron en esa información era constitutivo de delito, aunque se sirvieron de esas informaciones para difamar y construir un relato negativo sobre Podemos y su dirigencia con el objeto de destruir públicamente la imagen del partido.