García-Castellón se victimiza, dice que los jueces están desprotegidos y compara la acción de Podemos con la de una banda criminal de albanokosovares
El titular del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional hasta el pasado 2 de septiembre, Manuel García-Castellón, ha tildado este lunes en Gijón de "inconcebible" que desde otros poderes del Estado se pudiera "amenazar, insultar, calumniar" a un miembro del poder judicial y se le hagan determinadas imputaciones delictivas.
Así lo ha indicado durante una conversación con el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga, bajo el eslogan '¿Evolución o revolución?', en el marco del Congreso Nacional de Mediadores 2024 que se celebra en el recinto ferial gijonés 'Luis Adaro'.
García-Castellón, en referencia no solo a la demanda que ha interpuesto contra la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, por llamarle "corrupto" y acusarle de prevaricar cuando se dio a conocer que se jubilaba, ha dado a entender que estaría dispuesto a extender la demanda en el caso de otras personas que han atentado contra su honor. "Es un misterio", se ha limitado a indicar sobre quiénes pueden ser esas otras personas.
Ha recalcado, en este caso, que en el trabajo diario los jueces han sufrido amenazas, insultos y calumnias, de ahí que tuvieran que llevar escoltas o coches blindados. "Era un sufrimiento que ya sabías cuando ibas allí a qué te exponías", ha reconocido, si bien ha matizado que lo que él no sabía era que desde otros poderes del Estado se pudiera "insultar, calumniar y amenazar".
García-Castellón ha recalcado que en el sistema anglosajón es "absolutamente incomprensible" esta práctica y ha lamentado que en España se haya instalado "esta moda".
En su opinión, el problema es que estos insultos, calumnias y amenazas se extiendan a los miembros de la carrera judicial. Ha puesto de ejemplo cuando él mismo sufrió una querella criminal contra él por prevaricación por intervenir unos teléfonos en un caso judicial.
A este respecto, ha recalcado que pasaron seis meses hasta que fue inadmitida. Un tiempo en el que, según García-Castellón, "tienes una espada de Damocles sobre la cabeza". Como ejemplo, ha puesto el caso de una investigación de una banda criminal de albanokosovares en la que los jueces no querían autorizar la intervención de los teléfonos para que no les pasara lo mismo que a él.
"A palabras necias, oídos sordos", ha agregado sobre lo que hablan de él, a lo que ha apuntado que viniendo de quienes vienen, no les da importancia. Ha indicado, eso sí, que los tribunales se pronunciarán en el caso de la demanda que ha presentado.
Sobre este asunto, ha señalado que de forma general las querellas criminales por calumnias no prosperan por la jurisprudencia europea. Al tiempo, ha apuntado que la vía es la protección al honor ante la sala de lo civil del Tribunal Supremo, que es la que tiene que dilucidar de estos asuntos.
'Desprotección' judicial
Ha recalcado, asimismo, que la defensa de la independencia judicial la tiene la Fiscalía General del Estado. Ha lamentado, sin embargo, que, ante "barbaridades" que se sueltan "con absoluta frivolidad", "no tenemos esa protección, "no existe".
A este respecto, ha puesto el ejemplo de un caso judicial por el que tuvo que ir a Washington, donde tienen una protección los jueces del sistema anglosajón que "es la que debe ser".
Ha recalcado, además, que en España los jueces tienen responsabilidad penal, civil y disciplinaria. "Por cualquier lado te pueden pillar", ha asegurado, al tiempo que ha recalcado que los jueces están controlados por múltiples vías, por lo que es muy complicado el hacer algo.
Ha llamado la atención, por otra parte, sobre que la confrontación política desciende a otros niveles y eso lo hace "insoportable", según él, el cual ha incidido en que se crean 'banderitas' en el sentido de vincular a un signo político a un juez.
"Así no vamos a ningún sitio", ha alertado. Ha insistido, además, en que cualquier persona se puede personar en un procedimiento, "como para jugar con fuego", ha remarcado sobre el control sobre los jueces.
"Todo es un juego desgraciadamente de frivolidad, es pura frivolidad", ha señalado. "Se está jugando con las instituciones del Estado", ha afeado. "Sabemos cómo empieza, pero no sé yo, por lo menos, cómo va a acabar", ha remarcado.
Puigdemont
Por otra parte, a preguntas de Buruaga sobre el caso del ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dejado claro que "la Justicia no piensa nada".
Para él, el problema es que los jueces tienen siempre "una mano atada a la espalda", a lo que ha apuntado que es "muy fácil abofetear a una persona que tiene una mano atada a la espalda". En este caso, ha recalcado que se da una situación de desventaja. Dicho esto, ha insistido en que cree que no se debe opinar desde la Justicia sobre este asunto.
Respecto a si se consideró un juez estrella, se ha confesado tímido y ha reconocido que no es una situación agradable el salir en los medios. Ha remarcado, en este sentido, que la vanidad no es uno de sus defectos.
En cuanto a si se arrepiente de algo, ha contado de su llegada a la Audiencia Nacional tras tres asesinatos de tres niñas que fueron resueltos. Según él, el ver la cara de los padres tras detener a los autores le conmovió "profundamente" y, como vio que hubo resultados, creía que en un ambiente mucho "más gordo" también se podría hacer algo para llegar a la sociedad, en un afán de ayudar a los demás.
Ha apuntado, no obstante, que ya en su día le había advertido el que fuera presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Siro García, de que si hacía algo que no gustaba "a los malos", iban a tratar de destruirle en lo personal y laboral.
Por otro lado, ha confirmado que su jubilación ha sido voluntaria, pese a que podía haber seguido unos meses más. "Me he ido porque he querido", ha reiterado.
Terrorismo
García-Castellón ha hecho repaso, asimismo, a varios casos que le han tocado, como los relacionados con el terrorismo. Especialmente se ha referido a ETA y sus acciones "absolutamente sanguinarias", con las que se trató de destruir el Estado, según él.
Ha hecho alusión, sobre todo, al caso del concejal del PP asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco. "Era una condena de muerte, no había posibilidad", ha confesado.
Al terrorismo de ETA ha apuntado que le siguió el islamismo radical, a través del Daesh o ISIS. Sobre ello, ha indicado que en España hubo muchos encarcelamientos por gente adoctrinada, muchos de ellos provenientes de Marruecos, Argelia y Siria.
Ha destacado, ligado a ello, la importancia de la cooperación internacional contra el terrorismo, y, en el caso del narcotráfico y crimen organizado, con la DEA. Gracias a eso, se consiguió detener en pleno Atlántico buques con 3.000 y hasta 10.000 kilos de coca, así como también con heroína y hachís.
También rememoró su tiempo de magistrado enlace en Francia e Italia; el primero por ETA y en Italia por el crimen organizado, si bien ha recalcado que en sus inicios, las entregas eran "mínimas".
Ha lamentado, eso sí, que las autoridades francesas "nos han dejado tirados muchas veces", ha señalado. "Muchos muertos y muchos asesinatos se podían haber evitado", ha opinado.
Unido a ello, ha apuntado que en la guerra de Argelia muchos de los perseguidos por las autoridades francesas se refugiaban en España. "No es la mejor de las cartas de presentaciones para pedir la ayuda de otro país". Al tiempo, ha recalcado que todas las detenciones de ETA han sido en Francia, "ninguna en España", ha llamado la atención.
También ha contado como España quiso implantar una orden europea de detención y entrega, de forma que el juez de un país confiaba en el de otro país y hacía la entrega del detenido, pero se les denegó. No fue hasta después del 11S que EEUU apremió para que entrara en vigor la orden de detención y entrega internacional.