Garzón: "Esperaba cierta reacción negativa, porque la izquierda es muy puritana (y equivocada) y lo de trabajar en una gran empresa está mal visto"
Después de que se conociese la noticia de que Alberto Garzón tenía previsto fichar por la consultora ACENTO de los ex ministros del PSOE, Pepe Blanco, y del PP, Alfonso Alonso, y después de que las críticas recibidas desde el conjunto de la izquierda y en particular desde Izquierda Unida le llevasen —mediante un comunicado en la red social X— a renunciar a sus planes iniciales apenas 24 horas después del anuncio, el ex ministro de Consumo había guardado silencio.
Ese silencio se rompió ayer mismo mediante unas declaraciones que el propio Garzón proporcionó a El Confidencial. En una pieza firmada por el periodista Marcos Lema en la que se analiza la reapertura del debate sobre las puertas giratorias en España a raíz de lo ocurrido con el que fuera hasta hace dos meses el máximo responsable de Izquierda Unida, Lema recoge las siguientes palabras enviadas por Garzón al periódico conservador: "Esperaba cierta reacción negativa, porque la izquierda es muy puritana (y equivocada) y lo de trabajar en una gran empresa está mal visto. Pero esto ha superado todas mis expectativas, por diferentes razones", trasladó a El Confidencial, añadiendo que en ningún caso se podría considerar que estamos ante una puerta giratoria ya que sus funciones en el lobby de Pepe Blanco —dedicado fundamentalmente a la influencia sobre los procesos legislativos y ejecutivos por encargo de sus clientes empresariales o nacionales— iban a ser las de "elaborar informes sobre tendencias sociológicas y de crisis ecosocial, así como sobre otras cuestiones en las que puede aportar, dada su experiencia y su formación como economista y máster en Economía Internacional y Desarrollo".
Estas afirmaciones contrastan, sin embargo, con el hecho bien conocido en el mundo de la política de que este tipo de empresas fichar a personas que han estado en altos cargos del gobierno fundamentalmente por su cartera de contactos y por su acceso privilegiado a otras personas que todavía continúan en puestos de responsabilidad y poder.