La educación pública andaluza se queda sin 119 millones de euros en beneficio de la educación concertada
Andalucía, por tradición, es el epicentro de las noticias en Semana Santa, sobre todo sus procesiones y las lluvias llenas de lágrimas y penas que las imposibilitan. Por ello parece ser que hay poco espacio en los medios de comunicación para noticias de otros temas que también hablen de Andalucía —hasta las que incluyen procesiones—.
Hace tan solo unos días se publicó la noticia de que el Gobierno de Andalucía presidido por el Partido Popular renunciaba a 119 millones de euros de los fondos europeos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) para hacer frente a la crisis derivada del COVID-19. Unos fondos que debían estar destinados a la educación pública andaluza y que Moreno Bonilla no ha visto necesario asignar.
Estos fondos, planificados por el gobierno central, estaban destinados a crear nuevas plazas de escuelas infantiles públicas, razón por la que el gobierno andaluz ha decidido rechazar el 96,7% de los 123 millones de euros del paquete destinado a ello.
Pero ¿Cuál es la verdadera razón por la que el gobierno de Moreno Bonilla ha renunciado a destinar este montón de dinero? Muy sencillo, desde que el Partido Popular llegó a la Junta de Andalucía, los conciertos con la educación privada-concertada han aumentado. Muestra de ello son los datos que ofrece el Ministerio de Educación que señalan que en 2021, últimos datos que se reflejan, el Gobierno de Andalucía destinó 1.050.515 euros en conciertos y subvenciones a la enseñanza privada, mientras que cuando entraron al gobierno la cifra era de 843.943 euros, un aumento del 24%. A la vez que esto ocurre, el gasto público en educación no universitaria con relación al gasto público total es de un 1,22% a fecha de 2021, que representa un aumento de 0,03% respecto a 2019.
La Junta de Andalucía justificándose en la defensa del “modelo andaluz” de educación —“eufemismo para decir que se defiende el modelo escuelas privadas con convenio: una forma de concierto o externalización” según Carmen Yuste, profesora y Responsable de Acción Sindical de USTEA— intentó negociar con el Gobierno central que estos fondos fuesen destinados a “impulsar la gratuidad” de escuelas infantiles, en vez de utilizarlos para la creación de plazas públicas. Esta propuesta del gobierno de Moreno Bonilla no era más que un eufemismo para beneficiar a las escuelas infantiles privadas, que son las que ofertarían esas plazas gratuitas, tras “un acuerdo firmado en los últimos días entre la Consejería y la patronal de las escuelas infantiles privadas que incluye, además, el aumento de la financiación autonómica a este sector” explica Yuste.
Por ende, el gobierno andaluz ha preferido seguir financiado el modelo de educación concertada anteponiéndolo a las 12.000 nuevas plazas públicas estimadas que se podían haber creado con los fondos europeos que han rechazo. Moreno Bonilla apuesta así por un modelo de educación que segrega, estigmatiza y adoctrina —o eso mismo dirían en el caso de que en una escuela de Catalunya se viese a niños de primaria con esteladas en mano—.
La educación privada-concertada ha vuelto a demostrar por qué es inadmisible que con dinero público se financie este tipo de educación. Lo que ha ocurrido es que menores de edad, escolarizados en primaria y secundaria, del colegio El Divino Pastor de Málaga, realizaron la semana pasada una representación de la Semana Santa desfilando con armas de juguete y cantando el himno franquista “El novio de la muerte” durante la procesión. Organizado por el propio colegio y empleando horas lectivas, los estudiantes utilizan diversas asignaturas para la preparación de este acto que, en otras ocasiones, circunstancias y según la finalidad política, han sido tildadas de adoctrinamiento —como ocurrió con el bulo de los farolillos independentistas en escuelas catalanas—.
Ante estas actividades de un centro concertado, Carmen Ayuso sentencia, “el problema con estos centros es el concierto en sí mismo, no sus actividades en Semana Santa: el dinero público debe destinarse en exclusiva a la Educación Pública”. Ahora bien, lo que sí es denunciable, y así ha hecho USTEA, es que la Consejería de Desarrollo Educativo y FP enviase una circular a todos los centros educativos públicos alentando a impulsar actividades religiosas —en relación a la Semana Santa— que se salta la aconfesionalidad del Estado y la libertad del alumnado a profesar otras religiones o ninguna.
Mientras las lluvias en Semana Santa llenan de lágrimas a una multitud de andaluces, el gobierno de Andalucía deseca la educación pública en favor de torrenciales beneficios económicos a una educación concertada que empapa de franquismo a menores en las escuelas. A consecuencia de ello, habrá 12.000 familias que no podrán ejercer la “libertad” de escolarizar a sus hijos en escuelas infantiles públicas pero que, si económicamente pueden permitírselo, podrán matricularles en escuelas donde parte del curso académico se dedica a “formar” a sus hijos a empuñar fusiles y entonar himnos franquistas.
Comunicado-USTEADescarga