Pablo Casado y el sobrino de Ana Botín montan un fondo para invertir en armamento
La presentación de "Hyperion Funds" plantea interrogantes en la compleja encrucijada entre el poder político y los intereses empresariales, evidenciando la asociación entre Pablo Casado, exlíder del Partido Popular, y Ricardo Gómez-Acebo Botín, sobrino de Ana Botín, presidenta del Banco Santander.
Este fondo de capital riesgo, respaldado por la CNMV con una asignación de 150 millones de euros, se orienta hacia tecnologías de “defensa” e “inteligencia artificial”, desencadenando preguntas críticas sobre el fenómeno de las puertas giratorias y su impacto en la formulación de decisiones estratégicas.
Casado, ahora alejado de la política, se ha asociado, según una pieza de El Confidencial firmada por Carlos Rodríguez, con destacadas personalidades como Joaquín Ortiz Escobar, exasesor del Gabinete del Ministro de Defensa, y José Antonio Bartrina, director general de Argos Defensa. La administración del fondo recae en Singular Asset Management SGIIC, vinculada a Singular Bank, la primera entidad bancaria privada independiente en España, añadiendo un matiz sustancial a la conexión entre la esfera política y el ámbito financiero.
Este peculiar vínculo entre un exlíder político y un representante de la entidad bancaria líder en el país no escapa a la atención pública en un contexto donde la sociedad cuestiona la influencia desmedida de las élites en las decisiones estratégicas.
El consejo asesor internacional, con figuras de la talla de Anders Fogh Rasmussen y Paula Dobriansky, introduce capas adicionales de complejidad, intensificando la preocupación sobre la posible intersección de intereses y la necesidad imperante de preservar el interés público.
Aunque "Hyperion Funds" se autodenomina como defensor de las pymes españolas, especialmente en el sector tecnológico, críticos progresistas plantean que esta iniciativa podría favorecer a un grupo selecto, socavando la equidad y perpetuando desigualdades.
En un contexto donde la soberanía tecnológica y la seguridad adquieren protagonismo en el escenario geoestratégico, las inversiones en aeroespacial, ciberseguridad y defensa se intensifican, agudizando el debate sobre la responsabilidad de los exlíderes políticos en la configuración del futuro tecnológico y empresarial de la nación.