Cantabria

La Pasiega: el pelotazo cántabro de PP, PSOE y PRC que destruyó 200 hectáreas de suelo fértil para construir un polígono semivacío

Poco les han importado a los grandes partidos de Cantabria los objetivos de la Unión Europea, que apuestan por el sellado cero del suelo a medio plazo y que, para 2023, pedían a las regiones fijar objetivos ambiciosos a fin de reducir la ocupación neta de suelo
La Pasiega
La Pasiega

Hasta el año 2023, La Pasiega era una mies enorme salpicada de explotaciones ganaderas, donde en verano se cultivaba maíz y en invierno pasto para el ganado. Era una de las pocas vegas fértiles de la verde Cantabria, un lugar en el que, al contrario de lo que pueda parecer, el suelo agrícola de calidad es un bien muy escaso.

Hoy, en La Pasiega, las máquinas se afanan en derruir las decenas de explotaciones ganaderas y en retirar la cubierta vegetal del suelo, para construir allí un polígono logístico que se ha vendido a la ciudadanía cántabra como el gran revulsivo económico que les sacará de la miseria.

La Pasiega es un proyecto que une a PP, PSOE Y PRC (el partido de Revilla). Estos tres partidos se afanan en atribuirse las presuntas bondades de una obra que avanza a buen ritmo, mientras recibe revés tras revés de todos los estamentos ajenos a Cantabria. O lo que es lo mismo: cada vez es más obvio que detrás de las fotogénicas infografías y pretenciosas promesas no había más que humo, y un pelotazo que ha hecho ganar mucho dinero a unos cuantos especuladores.

En los últimos años, el empeño de los grandes partidos ha sido vender las grandezas de La Pasiega. En septiembre de 2020, el Gobierno de Cantabria filtraba el interés de Amazon, SEAT, Nissan y la naviera CLdN en instalarse en los terrenos de este polígono logístico. Por aquel entonces, el presidente Revilla llegó a anunciar el interés del grupo IDEC que, según informó, pretendía construir allí una fábrica de baterías que generaría nada menos que 9.000 empleos.

Sin embargo, en la actualidad se ha impuesto la tozuda realidad: el Gobierno de Cantabria, a través de su empresa pública Sodercan, y a la vista del inquietante panorama existente, ha tenido que contratar a la consultora MC Valnera para que busque empresas y las trate de convencer de las bondades de este futuro polígono.

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La historia de La Pasiega

Los primeros en poner los ojos en estos terrenos fueron los proveedores lácteos de Mercadona, allá por 2007. En aquel año, Covap e Iparlat creaban Lactiber, y anunciaban su intención de crear una gran planta en el llano de La Pasiega, a donde trasladarían la planta de envasado que tienen en Renedo, la capital del municipio en el que se encuentra La Pasiega. Ángel Agudo y Jesús Oria, consejeros del Gobierno cántabro, presentaron un proyecto que tenía bastante sentido y una base sólida detrás. El problema vino cuando dicho proyecto no llegó a cristalizar.

Es importante señalar que en Cantabria existe una figura en su Ley del Suelo denominada PSIR (Proyecto Singular de Interés Regional). Esta figura, de cuestionable constitucionalidad, permite al Gobierno cántabro saltarse la autonomía municipal y cambiar la calificación de los suelos. Esto propicia que, si alguien avispado y con acceso a información privilegiada se entera de la futura aplicación de un PSIR, no tiene más que comprar terrenos rústicos que van a verse afectados por dicho PSIR y esperar que llegue su recalificación como suelo industrial. No es nada nuevo; lo hemos visto varias veces por estas tierras.

El caso es que, cuando grupos de inversión evidenciaron su interés por los terrenos de La Pasiega, los ganaderos de la zona empezaron a asumir que aquello iba en serio, que más pronto que tarde les echarían de sus tierras, y que sus naves ganaderas terminarían siendo escombro.

Tras el abandono del inicial proyecto lechero, lo que quedó fue un plan fracasado y mucha gente bien relacionada que había comprado terrenos para especular con ellos. Había que buscarle otro uso a la zona… y fue entonces cuando empezó la operación “vender La Pasiega”. Durante años, la prensa cántabra contaba un día que allí se haría un puerto seco, al siguiente que un centro logístico de Amazon, y al otro una planta que generaría chorromil empleos.

Volviendo de nuevo a la tozuda realidad, hoy solo tenemos 200 hectáreas arrasadas, y cero empresas interesadas.

Ningún apoyo externo

El Gobierno de Cantabria, antes formado por la coalición PRC-PSOE y ahora por el PP, no ha logrado convencer a nadie fuera de Cantabria. Intentaron captar fondos europeos, pero no consiguieron que Europa aportara ni un solo euro a un proyecto que, en esencia, es la antítesis de la estrategia europea para la protección del suelo. Tampoco han conseguido que el Ministerio de Transportes construya la estación de ferrocarril, que se supone es la base sobre la que pivota el proyecto, y que ADIF ya calificó como “una estación de demanda reducida, emplazamiento no idóneo y con numerosas incertidumbres”. Y, a modo de guinda de este despropósito, no han conseguido que una sola empresa se interese por los terrenos.

Las voces a favor y en contra

Aunque el proyecto tenga unanimidad en el Parlamento de Cantabria, fuera de sus paredes son muchas las voces que se oponen al proyecto. Al citado informe de ADIF hay que sumarle la opinión de Puertos del Estado, que se resumía en “no tiene interés estratégico”, así como la de los colegios profesionales de biólogos y geógrafos, o la del Instituto de Hidráulica Ambiental (IHCantabria).

También se ha posicionado en contra buena parte de la sociedad civil agrupada en torno a la iniciativa Cantabria Sostenible, que agrupa a más de veinte colectivos y que cuenta con miembros como los ecologistas Arca, Madres por el clima o Ecologistas en Acción, los partidos Podemos, IU o Equo, los sindicatos STEC y UGAM COAG, y asociaciones como Hispania Nostra o Cantabria No Se Vende.

En cuanto a los apoyos, mencionar que a favor de La Pasiega hay tres informes, y de entre ellos, el más importante y en el que se basa la aprobación del PSIR que permitió las expropiaciones, se encargó a la consultora WSP–APIA XXI, una empresa muy relacionada con el PP cántabro en la que trabajaron personajes tan ilustres como el exministro Iñigo de la Serna, la directora general de Obras Públicas de Cantabria, María del Carmen López Camus, o María Tejerina, directora de Puertos de Cantabria. El actual consejero de Fomento de Cantabria, Roberto Media, también comenzó su carrera en APIA XXI, donde llegó a ser el responsable de la División de Gestión del Suelo de la compañía.