La plataforma antitaurina de la Comunitat Valenciana pide que se sancione “con dureza” el “atropello” de un menor en un evento taurino en Villamarxant
La tarde del lunes 19 de agosto, un menor de 15 años ha resultado herido en la localidad valenciana de Villamarxant tras ser embestido por un toro en los festejos de los ‘bous al carrer’.
La plataforma antitaurina de la Comunitat Valenciana pide que se sancione “con dureza” este “atropello” de un menor y han emitido un comunicado en el que muestran “su más absoluto rechazo”, pidiendo al ayuntamiento que “suprima” las actividades “basadas en el uso, la violencia y la humillación de los animales”.
En Villamarxant gobierna el PP en coalición con Ciudadanos, siendo el alcalde el municipio el popular Héctor Troyano.
El joven, de 15 años, permanece ingresado en el Hospital La Fe con pronóstico reservado y la Generalitat investigará su participación, prohibida según el reglamento, explican desde la plataforma.
En concreto, el artículo 36 del DECRETO 31/2015, de 6 de marzo, del Consell, por el que se aprueba el Reglamento de festejos taurinos tradicionales en la Comunitat Valenciana, señala como una de las prohibiciones “la participación de menores de 16 años, que, únicamente, podrán acudir como espectadores”. Además, el artículo 91 del citado reglamento establece como infracción grave “la participación de menores de 16 años en festejos taurinos”.
Desde la plataforma señalan que la participación de personas menores de edad es más frecuente de lo que parece, poniendo en peligro su integridad física y recuerdan que, además del atropello en Villamarxant, también ha habido otros durante este verano en pueblos como Simat de la Valldigna o Meliana en circunstancias similares.
“El comité de derechos del niño de la ONU lleva desde 2018 alertando de la necesidad de apartar a las personas menores de edad de la violenta tauromaquia, pero no solamente no se les protege de presenciarlo, sino que encima se les hace constantemente partícipes poniendo en peligro su integridad física y muchas veces sin ninguna consecuencia, como vimos con otro menor de 15 años el año pasado en Alfafar”, ha reivindicado Diego Nevado, portavoz de la plataforma antitaurina de la Comunitat Valenciana.
Del mismo modo, la plataforma ha exigido el cumplimiento del artículo 70 de la ley de protección del menor de la Generalitat Valenciana, que señala que “las personas menores de edad no podrán participar ni asistir a competiciones deportivas o espectáculos cuyo reglamento contemple la producción de daños físicos o psíquicos sobre personas o animales o puedan implicar riesgos para la salud o seguridad del menor”, pues según explican, otra forma de conseguir su objetivo de acabar con la tauromaquia, es que no se normalice en las futuras generaciones.
La plataforma considera que los ayuntamientos y el resto de las administraciones competentes deberían de poner fin a la tauromaquia, y desde el colectivo animalista aluden al maltrato animal demostrado en material gráfico e informes veterinarios.
Además, reclaman que mientras tanto se aparte completamente a los menores de normalizar estas situaciones que, señalan, también afectan a la normalización de la violencia y el machismo, además del despilfarro de dinero público, uso desmedido de la sanidad pública, molestias al vecindario y daños al mobiliario urbano.
La plataforma ha querido señalar al psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos en el ensayo de ‘Las semillas de la violencia’:
“Buscan compulsivamente sensaciones intensas, lo que no es fácil porque tienen un umbral muy alto de estimulación. Estos individuos —en su mayoría hombres entre quince y cuarenta años de edad—, solo pueden experimentar el protagonismo o la sensación de poder narcisista en el contexto de la explotación y el sufrimiento de la víctima, la humillación, el dominio, la tortura (…) carecen de la capacidad de sentir compasión, culpa o remordimiento”.
Desde este colectivo animalista argumentan que, además de la cuestión ética por la que quieren suprimir los eventos taurinos, las demás cuestiones aumentarían más el argumento.
“Los toros son animales herbívoros que no suelen desplazarse grandes distancias debido a su corpulencia; gustan de tumbarse sobre la hierba, a la sombra de los árboles. El hecho de sacarles de este pacífico entorno para meterlos en camiones, actividad que se realiza a base de palos, porque los animales no quieren salir de su hábitat y ser situados en un ambiente hostil, lleno de gente vociferante, les causa una profunda angustia”, ha declarado Rosa Más, bióloga y activista.
“Además, sus músculos poseen fibras musculares cortas, no adecuadas para correr; obligarlos, les genera cansancio y fatiga respiratoria. El asfalto de las calles daña sus pezuñas, acostumbradas a la tierra, por eso es frecuente ver sangre en las calzadas por las que los toros son obligados a correr”, añade. “Los festejos taurinos son el epítome del afán de dominación del humano sobre la naturaleza, del hombre sobre la bestia, de una cultura patriarcal y violenta que es todo lo contrario a una sociedad justa”, zanja la bióloga.
Por lo tanto, la plataforma antitaurina de la Comunitat Valenciana pide contundencia y la máxima sanción a todos los casos donde menores son atropellados durante el festejo, "pues hablamos de que esto les puede costar la vida", reclaman. Y añaden que esperan que “pronto las administraciones acaben con los festejos taurinos, invitando a la gente a firmar presencialmente en su zona más cercana la iniciativa nacional noesmicultura.org que pretende desproteger la tauromaquia”.
"Mientras haya eventos con animales, habrá riesgos para las personas, incluidas las personas menores de edad y, por eso, hay argumentos más que de sobra para avanzar en este sentido representando lo que quiere la mayoría de la sociedad y es ir evolucionando, pues somos de los pocos países donde la tauromaquia no es un delito a pesar de que todas las encuestas oficiales muestran el rechazo social", zanja la plataforma.