Saúl Castro: “El sistema cisheteropatriarcal asocia al hombre como una figura de poder y no como el objeto sexual”
Entrevista con Saúl Castro, abogado gallego especializado en derechos humanos y en derechos LGTBIQ+
Saúl Castro es un abogado gallego especializado en derechos humanos y en derechos LGTBIQ+. También es fundador y presidente de ‘No Es Terapia, Asociación Española contra las Terapias de Conversión’, así como voluntario en múltiples organizaciones LGTBIQ+. A parte de colaborar con infinidad de ONGs, forma parte del equipo de asesores jurídicos en el 028, el teléfono de información y atención integral en derechos LGTBIQ+.
Tras el anuncio de la creación de un Centro Integral Especializado para hombres víctimas de violencia sexual por parte del gobierno de Isabel Díaz Ayuso, nos ha concedido una entrevista para explicarnos de primera mano la violencia sexual entre los hombres.
¿Cómo afrontan las víctimas la agresión sexual?
Es importante matizar que cada proceso de victimización depende y está intrínsecamente relacionado con la manera, las circunstancias y los hechos concretos de cada caso. Cada persona procesa el trauma de manera diferente. Aquí no es tanto analizar cuál es el trauma que viven los hombres víctimas de violencia sexual, sino más bien cuáles son los factores que determinan que los estudios que están publicados arrojen unas cifras de entre el 90 y el 95% de invisibilización.
¿Qué es lo que lleva a los hombres víctimas de violencia sexual a no verbalizar y a no denunciar los hechos victimizantes por los que están sufriendo?
Eso depende mucho en los hechos concretos. No es lo mismo si la persona agresora es conocida o desconocida, si ha habido violencia en la agresión, etc. Por lo que puede haber muchos paralelismos de procesar y gestionar ese dolor.
¿Cuáles son las causas que determinan que a día de hoy la violencia sexual masculina esté tan invisibilizada e infradenunciada?
Partimos de la base de que en España no existen datos, encuestas o estudios publicados, ni por el CIS ni por el Ministerio de Igualdad, acerca de las percepciones sociales en relación con la violencia sexual contra los hombres o sobre el perfil de los hombres víctimas de la violencia sexual.
Lo que yo vengo identificando en las víctimas a las que yo he acompañado es una estigma y una vergüenza muy elevada en relación con estos hechos, que muchas veces hace que la propia víctima identifique el significarse a sí misma como víctima de violencia sexual con ser más débil, no ser tan masculino, e incluso, cuestionar su propia orientación sexual. Además, más de la mitad de las víctimas hombres de violencia sexual tardan al menos un año en denunciar los hechos.
Otro factor determinante es que muchas víctimas no reconocen que han sufrido una violencia sexual. Como no existe visibilización y concienciación, muchos hombres que han sido víctima de violencia sexual de cualquier tipo no son conscientes de que han vivido un hecho delictivo. Por lo que no se perciben a sí mismas como víctimas o tardan mucho más tiempo en procesarlo. Todo esto sucede porque nuestro marco cultural no reconoce este tipo de violencia sexual.
En tercer lugar, se produce una autoinculpación para racionalizar los propios eventos de violencia en los que la propia víctima se autocuestiona y hace un escrutinio muy elevado de la conducta que ha llevado a cabo.
Finalmente, hay muchos pensamientos de cuestionamiento de la masculinidad. El sistema cisheteropatriarcal en el que vivimos asocia al hombre como una figura de poder, de sujeto sexual y no como el objeto sexual. Entonces, hay muchas veces donde las víctimas se replanteen si son hombres en términos de cómo debe el hombre debe de enfrentar la violencia como hombre y en cómo debe de responder a dicha violencia. Hay muchos testimonios que entienden o ven que aceptar que son víctimas implica adoptar una debilidad en sumisión que es contrario a la masculinidad. Si es heterosexual, hegemónica y normativa con la que han crecido e identificado.
¿Cómo se está afrontando la violencia sexual desde el ámbito ideológico?
Cuando se ha cuestionado que la normativa actual, la recogida de datos y las políticas públicas llevan ignorando abiertamente a los hombres víctimas de violencia sexual durante todas las últimas décadas, lo que se ha contestado desde la izquierda de manera absolutamente vergonzosa es reducir toda violencia sexual que sufren los hombres al ‘chemsex’ o a la pederastia de la Iglesia; lo cual es un argumento absolutamente homófobo.
En este sentido, sólo se estudia la violencia sexual contra el hombre en espacios hipermasculinizados o en aquellos espacios donde no hay mujeres.
¿Por qué se sigue promoviendo la idea de que la violencia sexual hacia los hombres no existe?
Como nadie está hablando de ello y como prevalece el hecho de que no se recogen datos estadísticos, ni se estudia cómo los hombres perciben la violencia hacia los hombres, ni se estudia cuál es el porcentaje de hombres que reporta haber sufrido unos hechos que podían ser delictivos. Entonces, se sigue alimentando el mito de que esto no existe.
Sin embargo, mirando los datos del Ministerio del Interior y del Instituto de las Mujeres de denuncias de delitos contra la violencia contra la libertad sexual del año 2023 se ve que los hombres que denuncian haber sido víctimas de violencia sexual se ubica entre un 10 y un 15%. Por lo que es un porcentaje bastante considerable para los pocos incentivos que hay de cara a presentar una denuncia.
Entonces, tiene sentido que Isabel Díaz Ayuso proponga la creación de un Centro Integral Especializado para hombres víctimas de violencia sexual.
En España no existen ese tipo de centros. Por lo que no puedo explicar en qué consisten y cuál es su funcionamiento. Eso tendrá que explicarlo el gobierno del Partido Popular de la Comunidad de Madrid y que detallen ellos en qué consistirá este centro.
Personalmente, yo critico que Ayuso haga este anuncio polemizando y usando de manera partidista instrumentalizando la violencia sexual que sufren los hombres. Considero que es una causa directa que tanto PSOE y Podemos en la legislatura pasada excluyeron, deliberadamente, del ámbito de protección de la Ley Orgánica para la garantía integral de la libertad sexual, la ley del ‘Sólo sí es sí’, a los hombres como sujetos dentro del ámbito de aplicación de esta ley. Es aquí donde se recoge el concepto de los centros de crisis 24 horas, que son centros donde se ofrece sólo a las mujeres y a los menores de edad víctimas de violencia sexual acceso a asistencia médica, psicológica, social y legal.
Lo que ha hecho Ayuso ha sido aprovecharse partidistamente de los hombres víctimas de violencia sexual, que actualmente no están recibiendo atención por los dos centros de crisis que hay operativos.
Si los hombres víctimas de violencia sexual hubiesen sido incluidos en la ley del ‘Sólo sí es sí’, ¿tendrían acceso a esa asistencia?
Si se les hubiera incluido en el apartado 2 del artículo 3, serían titulares de todos los derechos que recoge esta normativa; como el derecho a ayudas económicas, derecho al acceso preferente a la vivienda, derecho de asistencia jurídica gratuita, y derecho de atención psicosocial y médica inmediata o de largo plazo.
¿Cómo actúa la justicia en aquellos casos donde se han interpuesto una denuncia?
Esperablemente, la justicia tendría que actuar correctamente aquel problema. No es tanto desde que se inicia el procedimiento hasta que se termina, sino el problema aquí es que existe una barrera de entrada a la hora de denunciar. Como los hombres víctimas de violencia sexual tardan más tiempo en denunciar, se produce una pérdida de credibilidad y del caso judicial.