Violento desahucio en Lavapiés: Zohra y su familia son arrancadas de su casa sin alternativa habitacional
A pesar de la decena de personas que bloqueaban la puerta y el activista que ha arriesgado su vida colgándose desde 12 metros para paralizar el desalojo, la policía igual lo ha ejecutado
Zohra, su marido y su hijo menor de edad -8 años- han sido desahuciados de su hogar en la calle Zurita 31 del madrileño barrio de Lavapiés, a pesar de cumplir con todos los requisitos de vulnerabilidad que marca el Real Decreto que suspende los desahucios. Una decena de personas bloqueaba la puerta del bloque para impedir el desahucio, pero los antidisturbios han hecho uso de la fuerza para irrumpir violentamente en el portal.
Tú también puedes hacer algo. Estás a tiempo de venir.
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) July 24, 2024
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Esta medida se llevó a cabo debido a la decisión del juez de no aplicar la suspensión argumentando que Zohra no ha podido demostrar que su casero posee 27 viviendas. Sin embargo, se ha presentado documentación que acreditaba que el casero posee un bloque de viviendas en Lavapiés, así́ como varias otras propiedades”, informaba la organización en el comunicado emitido este miércoles.
Condiciones inhumanas
La vivienda presenta muchísima humedad, infestaciones de chinches, cucarachas y problemas estructurales graves, como techos a punto de colapsar y filtraciones de agua desde el baño de los vecinos de arriba.
El casero
El casero, que posee 27 pisos y reside en Tenerife, es una persona con los recursos suficientes para arreglar el edificio, pero ha optado por no hacerlo. Todo el edificio -propiedad del mismo dueño- enfrenta problemas similares, con cada vivienda en mal estado. A pesar de esto, el casero se niega a realizar las reparaciones necesarias y ha dejado a Zohra y a otros inquilinos sin agua caliente durante meses.
Zohra y su familia
Esta familia sobrevive con una pensión y un pequeño ingreso mínimo vital. Actualmente, los precios de alquiler alcanzan los 1.400 euros al mes, con requisitos de contrato fijo y un año de trabajo estable, condiciones imposibles para Zohra debido a su situación económica y de salud. A pesar de llevar más de un año solicitando una alternativa habitacional en Servicios Sociales y desde 2018 en la lista de espera para un alquiler social, las administraciones no se lo han dado.
Jorge, el activista
Un mecanismo que le conectaba a la puerta de la vivienda que intentaba defender con su propia vida, pretendía que, si la policía abría dicha puerta para ejecutar el desahucio, Jorge hubiera caído al vacío desde 12 metros contra el suelo de hormigón. Finalmente, fue descolgado por los bomberos.
🔴 Los bomberos han descolgado a Jorge, el compañero que protegía con su vida la puerta de #ZohraSeQueda 🧗♂️
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🔗 Se lo llevan detenido pero #JorgeNoEstásSolo
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Desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid expresan con rotundidad y comunican desde su perfil de X:
“Los desahucios siguen existiendo. Se nos sigue echando de nuestros hogares, pese a la propaganda del gobierno. El año pasado fueron casi 20.000 las familias trabajadoras desahuciadas. Ante esta realidad, lo tenemos más claro que nunca: la única solución es organizarnos. Organizarnos para bajar los precios de los alquileres. Organizarnos para luchar por que nuestras casas sean de quienes las habitamos y no de los rentistas que nos explotan. En definitiva, organizarnos para que la vivienda deje de ser el negocio de unos pocos y sea, de unavez por todas, un derecho universal. Nos va la vida en ello”, concluye el comunicado.
Tú también puedes hacer algo. Estás a tiempo de venir.
— Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (@InquilinatoMad) July 24, 2024
Te esperamos en Zurita 31.#ZohraSeQueda pic.twitter.com/juVQbKJyeh