Corsarios
El cineasta Adolfo Aristarain le puso su voz a una situación de terror. La Argentina sufre un saqueo sistemático desde hace más de un mes y sus habitantes son sometidos a la más brutal crueldad en nombre de la libertad que, como en ningún país del mundo, propone un capitalismo sin consumo. Con la inflación más alta de la historia democrática, recesión, y depreciación del peso en plan de dolarizar la economía como en Ecuador.
En ese país las bandas de narcotraficantes con nexos en México y Colombia han tomado el territorio por culpa de las políticas neoliberales y su lógica de supresión de los otros, que incluye la lapidación mediática y judicial del ex presidente Rafael Correa y no pocas traiciones del progresismo dialoguista. Ocurre que conversar con el torturador produce un malestar que se parece demasiado a la locura.
En estos días, la sociedad argentina está normalizando de forma peligrosa la propaganda demencial de Javier Milei y su secta libertaria.
Hechos
El Presidente Milei sale al balcón de la Casa Rosada en compañía de su novia. Viste una chaqueta de cuero de color negro con 32 grados a la sombra. Usa chaleco antibalas y desconoce el precio del kilo de carne.
En Argentina se siente el cambio climático que Milei niega: hay inundaciones por lluvias torrenciales en Córdoba, Santa Fe y Corrientes, provincias agropecuarias que ahora no podrán vender las cosechas de porotos de soja a China.
El Presidente fracturó el vínculo con la potencia asiática y su canciller, Diana Elena Mondino, se habría reunido con Taiwán en Buenos Aires.
Argentina pierde el vínculo comercial y diplomático con su principal comprador de carne y granos. Y como si fuera poco, Milei apoya al gobierno de Israel que asesina a niños en Gaza y justifica su matanza.
Todo mientras Milei se adueña de “la libertad” en nombre de un anarquismo, que existe en su alienación.
El grupo israelí de extrema derecha que tiene base en Nueva York y que Milei promueve con devoción, resultó allanado por la Policía de EE UU que no es peronista. Hallaron túneles y pasillos para ampliar el espacio con el odio derramado en facciones.
El fondo buitre Black Rock se apoderó del 30% de las tierras de cultivo de Ucrania. Se trata de uno de los favorecedores de Milei y Mauricio Macri.
El decreto sin necesidad ni urgencia que impone Milei significa la pérdida de la soberanía argentina sobre todos sus recursos naturales: petróleo y gas no convencional en la explotación de Vaca Muerta, litio, agua dulce, tierras en la pampa húmeda y la Patagonia Austral, las empresas YPF, Aerolíneas Argentinas, el Banco Nación, y los medios públicos de comunicación.
Los debates sobre el DNU que se realizan contra reloj en la Cámara de Diputados dejan expuesta la violencia del oficialismo que maltrata a la oposición con machismo y xenofobia. Siguiendo la normalidad de Milei que postea en sus redes sociales cualquier delirio en forma de memes y dibujos de héroes animados, los legisladores y funcionarios libertarios emprenden a los golpes contra el lenguaje con frases sobre “el cerebro líquido”.
Milei tiene un vocero que no puede articular una idea con subordinadas y remite cada mediodía a la nada.
Ocupan cargos para comunicar que los argentinos deben sufrir cada día más para no ser felices nunca.
La ministra de Relaciones Exteriores rompió los nexos comerciales con China y con Rusia.
Urgido por la caída de su imagen, Milei desespera por una reunión con el Papa Francisco y lo invita a Argentina, pero se dice creyente de un rabino de ultraderecha que considera mesías.
Milei se pasó dos meses encerrado en un hotel cinco estrellas sin revelar sus reuniones. El postergado encuentro con sus “hijos de cuatro patas”, llega después de gastar dinero en habitaciones acondicionadas y caniles que nadie mostró en la residencia presidencial. Sus vecinos golpean las cacerolas porque la clase media no puede pagar los servicios básicos con aumentos del 700%.
Tan lejos trepa la locura que el Gobierno anuncia como algo positivo la impresión de billetes de 10 y 20.000 pesos y festeja una inflación de 25,5% en diciembre.
Parecidos y diferentes
Diego Corrientes fue un forajido andaluz. Ángelo Macri fue un criminal calabrés. Amaro Pargo fue un pirata y comerciante español que era devoto de María de Jesús de León y Delgado. Milei es devoto de un rabino cuya sinagoga fue allanada.
Luis Caputo es ministro de Economía de Argentina: tomó deuda por un siglo y protagonizó la mayor fuga de divisas de la historia del Fondo Monetario Internacional tras recibir 44.500 millones de dólares durante la era Macri.
Miguel Enríquez fue un corsario afroamericano al servicio de España. En su apogeo supo ser el hombre más rico del Caribe. En 1727 derrotó y asaltó a la mitad de la Marina Mercante del Reino Unido. Murió en 1743 y su hija sostuvo que fue envenenado al ser acusado de contrabandista.
La tumba del saqueador Amaro Pargo fue exhumada en 2013 por forenses de la Universidad Autónoma de Madrid. En aquella fosa estaban sus padres, sus sobrinos, un sirviente de nombre Lynch, y bebés que fueron depositados con la creencia de que había una especie de guía hacia las fuerzas del cielo.
Pieter van der Does fue uno de los líderes de la flota pirata de Holanda en armas contra España durante 1586. Mientras Pieter robaba para la corona, el clan Macri crecía en Calabria.
Según el historiador británico, Eric Hobsbawm en su clásico libro “Rebeldes primitivos”, editado en 1959, de aquel antiguo bandolerismo social germinó la conformación de la Mafia.
El corsario francés Hipólito Bouchard recibió la nacionalidad argentina por su heroísmo en la lucha por la Independencia. Completó un asedio exitoso en las costas de California.
Milei nombra a una empresa de Elon Musk en un discurso televisado y lo saluda por la red social X después de anunciar la cesión de la soberanía económica, social y cultural de la Argentina.
La jueza de Nueva York, Loretta Preska falla en contra de Argentina y a favor de Burford Capital que compite con otros buitres para apropiarse de YPF.
Epílogo
Al cierre de esta edición, el cineasta Aristarain había sido denunciado por el supuesto delito de “sedición y apología del crimen”.
Llamó corsarios a los corsarios.