La pobreza se dispara en Argentina 13 puntos en dos meses mientras Milei prepara un nuevo asalto para desguazar el Estado
La pobreza estructural en Argentina es una constante desde el inicio de la crisis cambiaria (2018 - actualidad) durante el mandato de Mauricio Macri. El fundador del Pro y empresario terminó su gestión a finales de 2019 con el 40,8% de pobreza según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina). Al concluir el anterior Gobierno peronista, la UCA elevó en noviembre la tasa al 44,7%, lo que llevó al ex presidente Alberto Fernández a estallar contra los cálculos tanto de la universidad como del organismo público INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina) y a decir que la pobreza estaba “mal medida”; a Fernández le reprendieron severamente hasta los de su mismo espacio, entre ellos el dirigente social y candidato presidencial Juan Grabois , que le acusó de tener “realmente un problema grave de comprensión” de lo que sucede en las calles, especialmente en el Conurbano bonaerense o en el Gran Rosario.
Esto ocurrió con los datos de noviembre. En diciembre, cuando se aprobaron los primeros recortes salvajes de Javier Milei y la inflación escaló hasta el 25% —frente al 12% que registró el peor mes del peronismo—, la UCA declaró que la pobreza ya era del 49%, extendida a casi la mitad del país. Y en enero, el observatorio ha estimado que la podredumbre está por todas partes: un 57,4% en el primer mes de 2024, 13 puntos más que hace dos meses.
Con los datos de noviembre y tras la rajada del ex presidente Fernández, el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (ODSA-UCA), Agustín Salvia, tildó de “ridículas” las críticas del exmandatario afincado ahora en España. Aparentemente Milei encajó los desastrosos números con más inteligencia política que su predecesor: no solo no los rechazó sino que declaró que eran “la verdadera herencia del modelo de la casta”. Una mayor cintura que no libra de problemas al libertario de ultraderecha.
Porque la UCA devuelve a Argentina a 2004, cuando el país escapaba de la crisis de 2001-2002. Néstor Kirchner heredó una tasa de pobreza peor de la que cosecha Milei y la redujo hasta el 26,9% de acuerdo con el INDEC, una caída sin parangón hasta la fecha. Cristina Fernández de Kirchner llegó al mínimo en el siglo XXI —25%— pero al final de su gestión se fue al 30%, según datos de la UCA. Macri empeoró mucho en cuatro años, pero Milei ha conseguido hacer lo mismo en tan solo dos meses.
Vuelven los recortes masivos
Los datos no van a frenar los planes del líder de La Libertad Avanza para desguazar el Estado: según La Nación, un reducido grupo de asesores frente al cual se sitúan —el sobrino del ministro de Economía— Santiago Caputo y —el ex presidente del Banco Central— Federico Sturzenegger diseña una batería de medidas urgentes que se desplegarán en los próximos días tras el fracaso estrepitoso de la Ley Ómnibus en el Congreso y las partes del megadecreto DNU tumbados por la Justicia, como la reforma laboral que fue declarada inconstitucional.
La ley ómnibus y el DNU sentaban las bases para privatizaciones masivas, cierre de planes sociales a raudales, supresión de fondos a discreción, cálculos a la baja de capítulos como las pensiones y muchas más medidas persiguiendo al déficit cero. Hoy solo queda el DNU tras los reveses judiciales y parlamentarios para el bloque libertario: el megadecreto revocó desde enero otras normativas como Alquileres, Maternidad, Monotributo, Góndolas, Compra Nacional y Abastecimiento.
A todo esto hay que sumar una inflación increíble en los precios de la electricidad y el gas, los alquileres o el transporte público. Muchas familias pagan un 150% o un 200% más por esos servicios que hace solo un par de meses. Además, ya el Gobierno recortó un 60% el gasto en planes sociales y un 32% en gastos para jubilados. Estos ajustes han causado la anulación de miles de reservas hoteleras ante la dificultad para salir de vacaciones. En el peor de los casos, muchos hogares se han visto abocados a ser todavía más pobres de lo que eran.
Pero Milei quiere recortar mucho más rápidamente y grita que los argentinos le respaldaron con el 56% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales en noviembre. Así que el sanedrín que rodea Milei diseña un embate contra las provincias —comunidades autónomas—, de donde proceden los votos de muchos diputados de la corriente federalista que se unieron al peronismo —mayoritario en el Congreso— para rechazar la ómnibus. Así, los medios indican que antes del 1 de marzo el Gobierno va a descabezar los fondos fiduciarios, que son ingresos importantísimos para las provincias.
Hay 29 fondos fiduciarios que concentran un presupuesto anual cercano a los 1,5 billones de pesos, el 2% del PIB argentino, y que suponen una suerte de presupuesto para las provincias al asegurar el financiamiento y estabilidad de un programa público. Afectan a capítulos tan dispares como la construcción de infraestructuras, al transporte, a las exportaciones de trigo o a la seguridad aeroportuaria. Los gobernadores provinciales esperan una sangría y se preparan para un conflicto político contra el Gobierno central que previsiblemente se trasladará a la calle, a la vista de la tremenda inflación desatada por Milei al devaluar el peso nada más acceder a la Casa Rosada, el 12 de diciembre.
Peligra el curso escolar
En esa lid entre el mandatario y las regiones ya se ha anunciado que el Ejecutivo no enviará el dinero del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) a las provincias, un fondo que cubre el 15% del sueldo de los docentes y que compensa los sueldos más bajos ante la escalada inflacionaria. Y eso amenaza el arranque del curso escolar: La Nación calcula que solo en cuatro de las 24 provincias no peligran las clases.
Otra idea del selecto grupo que convive junto al presidente —del que sale y entra a su antojo su hermana y principal asesora, Karina Milei— es un cambio en la ley de concesiones para poner en bandeja los recursos del país a las grandes multinacionales extranjeras. Al parecer, existen estrechos contactos con inversores brasileños con relación a la producción de gas del yacimiento de Vaca Muerta. Empresas como Transportadora Sulbrasileira de Gás (TSB) quieren extender el gasoducto Néstor Kirchner hasta Porto Alegre y estarían dispuestos a asumir las obras millonarias. Algo que no deja de ser paradójico: en Brasil gobierna Lula, enemigo declarado de Milei, pero Milei necesita ingresar dólares vengan de donde vengan.
La vuelta de las vacaciones se antoja complicada. Según el Indec, una familia compuesta de dos adultos y dos hijos necesita percibir ingresos superiores a los 596.823 pesos para no estar por debajo de la línea de la pobreza, un umbral que cada día sube un poco más y que ha crecido más del 50% desde noviembre. “En mi familia no llegamos a esa cantidad ni en pedo”, cuenta Elisa, empleada doméstica residente en Lomas de Zamora, en el Gran Buenos Aires.