Petro llevó 40 camiones con agua a la Guajira, un hospital al Chocó y habló con Bill Gates y el Papa en la misma semana
Hace unos días hubo júbilo entre los habitantes del departamento de la Guajira, Colombia, porque por fin tenían un gobierno que está trabajando incansablemente para garantizarles sus derechos fundamentales y el mínimo vital, aunque la oposición de extrema derecha y la misma Corte Constitucional se pongan en el camino. Como es costumbre, esto no fue ampliamente difundido por los medios de comunicación tradicionales.
Resulta que a mediados del 2023 el presidente Gustavo Petro decretó “estado de emergencia” en dicha región para atender de forma inmediata y con todas las herramientas posibles su abandono estatal histórico y evitar que más niños sigan muriendo por desnutrición; lograron avanzar en el poco tiempo que duró el decreto hasta que lo tumbó el alto tribunal. Esto no detuvo a funcionarios como la Ministra de Vivienda y entidades como la UNGRD, el Departamento de Prosperidad Social o la misma Fuerza Pública que está ayudando en esta cruzada. Se iniciaron proyectos de construcción de puentes con el batallón de ingenieros del Ejército, jagüeyes, plantas desalinizadoras, centros de almacenamiento de agua, hospitales, escuelas, vías, turismo, energías renovables incluyendo a las comunidades wayuú; Petro anunció hasta un aeropuerto internacional en la alta Guajira para traer extranjeros y mover la economía. Como la situación es urgente, el Gobierno adquirió 40 vehículos cisterna o carrotanques que llevarán hasta 16.000 litros de agua cada uno y estarán por todo el departamento suministrando a las familias que no tienen acceso al líquido potable. Esto llevó a que los guajiros gritaran “viva Petro” cuando vieron llegar a semejante flota de camiones, algo que nunca había sucedido. Ahora sí tenemos esperanza por la Guajira, dijeron algunos.
Otro de los territorios que jamás voltearon a mirar los gobiernos de derecha es el Chocó; sufren la pobreza, violencia y corrupción. En algunos municipios parece que no ha pasado el tiempo. Sin embargo, el Presidente y la Vicepresidenta se plantaron fuerte para ayudar al departamento. Es más, Francia Márquez lleva varios días gobernando desde allá —hasta canceló un viaje a Estados Unidos— y desde el 22 de enero todo el Gobierno se trasladará al pacífico para trabajar de la mano de todos los mandatarios y funcionarios locales. En la carretera que conduce de Medellín, Antioquia, a Quibdó, Chocó, iniciando enero se presentó un derrumbe que hasta el momento deja casi 40 muertos. Hace 30 años vienen construyendo la vía, pero nunca la terminan. En el gobierno de Iván Duque le dejaron el contrato de uno de los tramos a Emilio Tapia, contratista corrupto detrás del caso del robo de los 70.000 millones de pesos del MinTic con Karen Abudinen. Nada bueno se podía esperar y así fue, la vía se la robaron de nuevo y no hicieron las obras correspondientes para evitar los deslizamientos de tierra por los que hoy lloramos a decenas de víctimas, aunque a lo largo de las 3 décadas más personas han muerto en ese trayecto trágico. Petro ya tenía preparados recursos para la región cuando sucedió la tragedia; no obstante, aprovechó para decretar estado de desastre natural movilizando rápidamente 500.000 millones de pesos que le darán una solución temporal a la carretera —ya INVIAS indicó que invertirán 1.5 billones de pesos en las vías principales del territorio—. No solo eso, se garantizó la plata para construir un hospital de segundo nivel en Istmina, Chocó, que atenderá a miles de personas. También llevará sedes de universidad pública a las subregiones de Baudó, en Puerto Meluk; San Juan, en Istmina, y la subregión Darién, en Bajirá. Hasta el ministerio de Cultura y Agricultura anunciaron millonarios proyectos.
Lamentablemente, todo lo anterior es poco conocido porque la dictadura del clic de los medios lleva a que se dediquen a revisar si ProColombia gastó plata en un arriendo en Davos, Suiza, para promocionar el país y traer inversión y turismo, o chismes que no le aportan al país. Hablando de esto, el presidente Petro tuvo una agenda internacional apretada en los últimos días: se reunió con Bill Gates para hablar sobre inteligencia artificial y energías renovables; sobre lo primero el mandatario se ha enfocado incansablemente en los últimos meses porque comprende la necesidad de estar preparados para la disrupción tecnológica. Dio la orden de crear un grupo de expertos en esta materia para asesorar el Gobierno; llevará programas de alta calidad al SENA para enseñar a los jóvenes en las regiones sobre inteligencia artificial; trabajan en la creación de una Agencia dedicada a la ciberseguridad con inteligencia artificial —algo que el uribismo hundió hace casi un año—. El ministro de las TIC colombiano se reunirá con el ministro de inteligencia artificial de los Emiratos Árabes, Omar Bin Sultan Al Olama, “para firmar una alianza que potencie a Colombia y nos convierta en un Hub de IA para el mundo. Esta es una de las metas del presidente”, dijo Mauricio Lizcano.
De Suiza el jefe de Estado pasó al Vaticano para reunirse con el papa Francisco y hablar sobre la paz de Colombia. En este encuentro hizo lo que algunos denominaron una “jugada maestra” con la paz total debido a que le propuso al Papa que permitiera realizar un ciclo de negociación con la guerrilla del ELN en el Vaticano, esto como estrategia para generar un compromiso más amplio, fuerte e internacional del grupo ilegal con la mesa de negociación que está pasando por tensiones por los secuestrados y algunos incumplimientos del cese al fuego. Esto le daría un impulso necesario y probablemente se avanzaría en los acuerdos. En Roma también sostuvo encuentros con organizaciones que han participado en procesos de paz a nivel global, experiencia necesaria para Colombia. Mientras todo esto pasaba, el presidente Emmanuel Macron aseguraba que Petro es un amigo querido de Francia, país con el cual en este Gobierno se han logrado mega acuerdos comerciales para inversiones.
Adenda: la economía creció 2,34 % en noviembre del 2023, según el Dane, un dato que enfureció a muchos porque auguraban una catástrofe. La agricultura fue uno de los sectores que jalonó ese crecimiento con más del 8 %. Esto no quiere decir que ya todo se arregló, pero es un avance. Se viene un año de inversiones públicas en construcción y manufactura porque son los sectores que siguen decreciendo.