Colombia

Sabotaje camionero contra Gustavo Petro

Este jueves Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, anunció el fin del paro empresarial camionero convocado desde el 30 de agosto como respuesta a la quita del subsidio al ACPM (diésel)

Desde el gobierno de Iván Duque en el 2020, el Estado colombiano subsidia el aumento del precio del diésel y la gasolina. La estrategia, que buscaba hacer frente al estancamiento económico durante la pandemia del COVID19 y sostener el margen de ganancia del empresariado transportista, provocó un déficit trimestral de 2.300 millones de dólares. 56 meses después del congelamiento del diésel, el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que cubre parte del costo, supera los 13.500 millones de dólares. La cifra multimillonaria es superior al recaudo bianual (2021-2023) de ingresos asociados a la última reforma tributaria del gobierno de Petro, que suman 13.100 millones de dólares. Es decir que el subsidio en el diésel que recibe el empresariado transportista devora los ingresos de la reforma tributaria.

El ‘paro’ que duró una semana puede leerse como un sabotaje premeditado contra el gobierno de Gustavo Petro

Como consecuencia, el pasado 30 de agosto el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, comunicó un alza mensual de 46 centavos de dólar en el precio del diésel hasta cerrar la brecha del déficit del FEPC. Inmediatamente, los Empresarios del Transporte de Carga, nucleados en la patronal Fedetranscarga, convocaron a un paro nacional de camioneros y transportistas. 

El ‘paro’ que duró una semana puede leerse como un sabotaje premeditado contra el gobierno de Gustavo Petro. El presidente colombiano denunció las argucias del empresariado transportista en la mesa de concertación con el gobierno. En la mesa, la patronal se habría negado a discutir la distribución de los ingresos del sector y los salarios de la base transportista: “Esta noche se le expresó a quienes negocian que íbamos por un pago controlado de la carga a favor del camionero y del volquetero. Los que negocian decidieron levantar la mesa. No les interesa este punto”, aseguró el presidente Petro.

Este jueves, antes de terminar ‘el paro’, la última propuesta del gobierno al empresariado fue el aumento de 0.48 centavos de dólar hasta cubrir, para fin de año, los primeros 19 centavos.

Nada de esto sería posible sin suscriptores

“Se había anunciado, por parte del Gobierno Nacional, un aumento de casi $6.000 [cop] en el diésel en el año 2024 y 2025. Después, le dijimos a los camioneros, en el diálogo con la ministra de Transporte, que se congelaba los aumentos del año 2025, es decir, que se dejaba solo el aumento de $1.904 [cop] y que no se volvería a aumentar hasta tanto no se tomaran decisiones de carácter estructural que mejoren las condiciones de vida del camionero pequeño en Colombia que es lo que le interesa al Gobierno Nacional”, aseguró el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Explotación laboral: la misma cara de la moneda

Los diálogos entre el gobierno y los empresarios del transporte, representados por el presidente de Fedetranscarga, Henry Cardenas, pusieron al descubierto el carácter clientelista del ‘paro’ camionero en tres escenarios: a) la violación a los derechos laborales y comerciales del pequeño y mediano transportista; b) la acumulación abusiva de beneficios por parte del gran empresariado, y c) las partidización del conflicto. 

En diálogo con RTVC, los pequeños y medianos transportistas revelaron que la convocatoria al paro tuvo un carácter coactivo. Los empresarios habrían coordinado ensañarse con aquellos conductores que se negaran a parar. También denunciaron que la vocería empresarial en la mesa de concertación no representaba al grueso del sector camionero, conformado por más de 350 mil transportadores independientes, pero cuyos ingresos son acaparados por las grandes empresas intermediarias que se quedan con más del 70% de lo producido. 

Otros transportadores comunicaron que el subsidio al diésel que reciben los empresarios es revendido por estos a precio real

En esta coyuntura, los pequeños y medianos camioneros piden al gobierno hacer cumplir el Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga (SiceTAC), en el que se fija una tabla de retribuciones que deberían ganar los transportadores por cada carga, pero que no se ajusta a los costos reales que asumen: descarga, alimentación, repuestos, gasolina y peajes.

“El SiceTAC es un valor de referencia que fija el Gobierno mediante el Observatorio Nacional de Carga. Varios gremios, de los que hoy en día están convocando a paro, fijan esas tarifas y sin embargo no las pagan. Tras el hecho, se van en contra del Gobierno cuando son ellos los que tienen que cumplir”, manifestó a RTVC Manuel Chitiva, conductor de camión.

Otros transportadores comunicaron que el subsidio al diésel que reciben los empresarios es revendido por estos a precio real. Además de la especulación primaria en torno a dicho subsidio, esta semana los magnates de los camiones indujeron una suba inusitada en los precios de los alimentos, y amenazaron con aumentar los insumos básicos en un 30%, aun cuando el alza del diésel solo representa el 2% del circuito de carga.  

Como respuesta al sabotaje camionero y a lo que califica como “una enorme explotación de la fuerza de trabajo camionera por las empresas intermediarias de carga”, el gobierno colombiano tomó la decisión de investigar a las empresas intermediarias para asegurar el pago del SiceTAC. 

Se espera una profunda reforma al mercado de transporte de carga con el objetivo de incentivar la participación de la base laboral en las ganancias del sector.

¿Quién es Henry Cárdenas?

Henry Cárdenas se ha mostrado cercano a Álvaro Uribe, María Fernanda Cabal y Vicky Dávila, la tríada capital de la ultraderecha. En el 2020, cuando arrancó la financiación desmedida del diésel, Iván Duque celebró los cuatro años de Fedetranscarga con elogios por montones: “Celebro, junto a la Federación de Empresarios del Transporte de Carga, su aniversario número cuatro. Muchas felicitaciones a todo el equipo detrás de Federanscarga que defiende los intereses de un sector que conecta y dinamiza a Colombia y que representa a tantos transportadores que, aun en medio de una geografía compleja, ayudan a construir un mejor país”.

Henry Cárdenas, el radical ‘corta rutas’ del 2024, fue en el 2021 un ferviente agitador de la violencia en medio del estallido social

La familia Cárdenas se hizo tristemente célebre el 3 de junio del 2021, en medio del último gran paro nacional -que terminó en una carnicería por orden del uribismo-, cuando el padre de Henry atropelló con su flamante Porsche a unos manifestantes en Bogotá. El auto quedó sepultado bajo una lluvia de rocas, pero Henry, lejos de pedir disculpas, lo interpretó como un acto de resentimiento personal: “Por favor, no envidiemos lo de los demás. No sé si poner denuncias”, dijo ante la prensa amiga, por cierto. 

Henry Cárdenas, el radical ‘corta rutas’ del 2024, fue en el 2021 un ferviente agitador de la violencia en medio del estallido social: “Imposible no creer que toca declarar el estado de conmoción en Cali después de lo que pasó hoy, que tenemos que esperar a que lleguen a Bogotá? Nos tocó armarnos a todos los bogotanos”, escribió en sus redes sociales. 

No sobra recordar que en el contexto del estallido social, la mancomunión entre las fuerzas de seguridad y estos ilustres ciudadanos que cargan con orgullo la estirpe del paramilitarismo, dejó un saldo de 129 personas desaparecidas en menos de tres meses. 

El sindicalismo responde

José Edilson Pava, presidente de la Asociación Andina de Carga Liviana, se enfrentó públicamente a Henry Cárdenas y se negó a participar del saboteo. Pava exigió a la patronal camionera un acuerdo con los pequeños y medianos transportistas, que consta de las siguientes demandas: radicación de una ley laboral para el transportador; regulación de las sobrefacturas; cumplimiento del SiceTAC para la carga liviana; una ley de peajes (hundida 14 veces en el Congreso), y la creación del fondo de reposición para la carga liviana. Solo entonces, dice Pava, “colocaremos el ACPM [diésel] como séptimo punto. No vamos a salir a pelear por el combustible para que ustedes se llenen los bolsillos”. Y remató con un fuerte cuestionamiento a Cárdenas: “¿Por qué no convocó a un paro cuando había 5 mil vehículos mal matriculados?, ¿por qué no convocaron un paro en el gobierno anterior cuando se perdió el 1 a 1?, ¿por qué no convocaron un paro cuando se perdió el fondo de chatarrización? Entonces no nos juegue la doble moral, señor Henry Cárdenas, cuando celebró usted que el gobierno pasado nos instalara peajes”. 

En la última alocución presidencial, Gustavo Petro indicó que la posición del gobierno era buscar una solución dialogada con el sector empresarial camionero

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) también llamó a fortalecer la representación sindical de los camioneros. Y aprovechó para invitarles a la Asamblea Nacional por las reformas sociales, por la paz y por la unidad, que se llevará adelante el próximo 14 y 15 de septiembre “donde determinaremos el respaldo al gobierno, nuestra oposición al golpe y obviamente a desarrollar actividades para que el próximo 19 de septiembre hagamos la gran movilización social y popular para respaldar al gobierno, y decirle a la extrema derecha, al uribismo, que no pasarán con su golpe de Estado”, afirmó Fabio Arias, presidente de la CUT.

Petro: el Allende del siglo XXI

En octubre de 1972, la oligarquía chilena y los empresarios de los camiones bloquearon el país para asfixiar económicamente al gobierno de Salvador Allende. Los insumos escasearon, los precios subieron y el descontento era inminente. Un año después, el 11 de septiembre de 1973, la casa de gobierno fue bombardeada. Miles de personas fueron asesinadas por la dictadura militar que prosiguió a la muerte de Allende. 

A ese guión se suscribe la estrategia golpista de la ultraderecha colombiana. Una semana antes del ‘paro’ las aerolíneas delataron el plan. Avianca canceló sus vuelos aduciendo una supuesta crisis en el abastecimiento de combustibles para aviones. Nada de eso fue corroborado por las investigaciones del Ministerio de Comercio. 

Esta semana, el paro (o sabotaje camionero) torpedeó el abastecimiento nacional de alimentos en un 23%. En medio de los bloqueos, el Departamento de Estadística (DANE) realizó un informe en el que se verificó que alimentos básicos como la cebolla registraron un aumento de hasta 513%. Algo similar ocurre en el sector de la construcción por cuenta de una posible “escasez” de materiales. 

En la última alocución presidencial, Gustavo Petro indicó que la posición del gobierno era buscar una solución dialogada con el sector empresarial camionero. Sin embargo, su intervención se centró en la denuncia por la compra del software espía Pegasus realizada por Iván Duque con presuntos dineros del narcotráfico. Tal parece que los implicados en la compra de este material militar son los mismos que organizan el sabotaje camionero, ya que un día después de las palabras del presidente el empresario Henry Cárdenas comunicó abruptamente el fin del paro: “Este paro se acaba hoy, estoy muy seguro de que se acaba hoy, porque ya el Gobierno cedió y los transportadores cedieron y estamos a un hilito de cuadrarlo”, aseguró Cárdenas a la prensa amiga de Blu Radio.