La emboscada de Bahía de Pasaia fue “un acto de venganza” por el atentado contra Enrique Casas
La emboscada de Bahía de Pasaia, de la que el pasado día 22 se cumplieron cuatro décadas —sucedió en dicha bahía guipuzcoana el 22 de marzo de 1984, cuando agentes de la Policía Nacional mataron a tiros a cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas—, fue “un acto de venganza” porque los 'autónomos' habían matado apenas un mes antes, el 23 de febrero de 1984, en Donostia a Enrique Casas, entonces secretario de Organización del PSE y senador del PSOE. Así lo ha asegurado este miércoles en La Base Joseba Merino, entonces miembro de los CAA y superviviente de la emboscada. Merino ha destacado que Txiki Benegas y el propio Enrique Casas, al que se ha referido como el “amigo del alma” de Felipe González, eran “los dos máximos responsables” del PSOE en la Comunidad Autónoma Vasca y “nos tenían ganas y en esa fecha aprovecharon”.
El superviviente de la emboscada ha recordado asimismo que Ricardo García Damborenea declaró en sede judicial, primero en la Audiencia Nacional y después en el Tribunal Supremo, que en 1983 “los responsables del PSOE, del PSE y del Ministerio del Interior” —y ha citado expresamente a José Barrionuevo, Rafael Vera, Julián Sancristóbal, Txiki Benegas, Enrique Casas, Ramón Jáuregui y el propio Ricardo García Damborenea— se reunieron en un parador madrileño, —“siguiendo las órdenes de su jefe, Felipe González”, ha destacado— “para “poner en marcha el funcionamiento del GAL”. Dichas imputaciones de García Damborenea, entonces secretario general del PSE de Bizkaia y diputado del PSOE en el Congreso, “están en el sumario por el cual condenaron entre otros a Vera y Barrionuevo” y también fueron realizadas por Julián Sancristóbal, que “no era cualquiera”, ha añadido.
Preguntado sobre si tiene esperanza en que algún día se haga justicia a las víctimas de la emboscada de Bahía de Pasaia, Joseba Merino ha asegurado que “nunca” la ha tenido, porque “el concepto de justicia que hay en el Estado español ya lo sabemos todos: el secuestro, la tortura, la cal viva, las torturas y la desaparición, como en Argentina en sus tiempos más tenebrosos”. “No están en condiciones de darnos lecciones de ningún tipo”, ha añadido.
“Cuando tuvo lugar la acción ejecutiva contra Enrique Casas —por el tema del GAL, principalmente—, los 'autónomos' sufrimos todo tipo de calumnias y difamaciones por parte de todo el mundo: hubo una huelga general en la que Herri Batasuna fue de la mano con Fraga Iribarne, sufrimos calumnias y difamaciones de Herri Batasuna, de ETA (militar), de la inmensa mayoría de los medios de comunicación, si no de la totalidad”, ha dicho el superviviente de la emboscada, que ha asegurado que ni sus “compañeros” ni él tienen “ataúdes blancos ni grises” y tampoco “mutilados civiles”, por lo que tienen “la conciencia tranquila” y duermen “perfectamente”. “Los que tienen motivos igual para tener mala conciencia son los que se enriquecen con el sufrimiento ajeno”, ha finalizado.
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