La magistrada Rosell valora la sentencia de Alves como una «buena noticia» para el feminismo
Esta semana participó en Noticias Básicas la magistrada y exdelegada del gobierno para la violencia de género Victoria Rosell, que reflexionó acerca de la sentencia provisional al exfutbolista Dani Alves que pudimos conocer este jueves. A grandes rasgos, la jueza considera que se trata de una condena «positiva» que marca un antes y un después en la forma de juzgar las agresiones sexuales.
Rosell empezó valorando las consecuencias legales de la sentencia en cuanto a la concepción de la agresión sexual: «la condena en sí es positiva y la sentencia –sobre todo en su inicio– muy pedagógica. Dice que hay violencia, pero que si no la hubiera sería igualmente agresión sexual por falta de consentimiento. –La sentencia– explica ante el argumentario de la defensa que aunque bailes, abraces o haya tocamientos, una penetración posterior no consentida es agresión sexual con o sin violencia. Eso es una buena noticia».
Sin embargo, la magistrada también comentó la polémica respecto a la rebaja de condena a Alves: «la otra cara de la moneda es la bajada de pena que, como ha dicho la propia abogada de la víctima, no tiene nada que ver con el cambio legal. En teoría la condena era de seis años, pero las penas de mínimos y máximos al final crean un efecto paradójico de huida del derecho penal». Rosell considera que «el feminismo prefiere penas más reales» e incide en la importancia de otro tipo de sanciones: «en particular para mí los 9 años y medio de inhabilitación para trabajar con menores son más importantes porque protegen a las víctimas y a las niñas y niños, además de importarle más a los agresores».
Por último, Rosell reflexionó sobre el impacto de la Ley del «Solo sí es sí» en este tipo de sentencias respecto a la situación anterior: «todas sabemos que, si no encontramos otro caso similar anterior al de Alves, no es porque no haya sucedido, sino porque no se ha denunciado o no ha llegado a juicio o sentencia. Estamos comparando –esta sentencia– con la impunidad anterior». Asimismo, considera «esencial» el protocolo de las discotecas y el apoyo a la víctima durante todo el proceso judicial: «el acompañamiento desde el minuto uno, una víctima que no va al juicio sola, incide en la prosperidad del testimonio. Ahora se produce una condena de algo que todas sabemos que hace unos años jamás se hubiera denunciado».