Más Europa versus OTRA Europa #ElCierre
Quedan apenas seis días para las elecciones europeas, unas elecciones que se nos presentan como fundamentales o, mejor dicho, como vitales. Porque en estas elecciones se decidirá sobre nuestras vidas en distintos sentidos. Por un lado, en materia de si seremos cuerpos para la guerra, es decir, si viviremos la vulnerabilidad de unas guerras que no elegimos, o si podremos habitar la alternativa y la defensa de la paz. Pero decidiremos también qué cuerpos acceden a derechos. Para Meloni los cuerpos de las mujeres por ejemplo, no deberían acceder a todos los derechos, los del colectivo LGTBIQ todavía menos, y qué les voy a contar del proyecto de Meloni, Abascal, Le Pen, pero también Von Der Leyen o Sánchez y su postura sobre los cuerpos migrantes y racializados. Pero decidiremos también si lo que veremos es una Europa del repliegue, de la austeridad como receta ya conocida —recordemos 2008— donde la socialdemocracia y el liberalismo pactan rápidamente ajustar los cinturones de otros, para seguir potenciando sus privilegios y su modelo desigual. Luego escenifican sus desacuerdos, pero sabemos que es un guión para la galería. En lo esencial siempre han estado de acuerdo, de ahí que en la guerra no haya ni una discrepancia, que el envío de armas, el aumento en gasto militar, el marco belicista y la equidistancia y pasividad respecto a Israel, que perpetra un genocidio, son moneda compartida en la tienda socialista, la del Partido Popular, la de la ultraderecha e incluso en algunas izquierdas que han pasado del verde ecologista al verde militar.
El consenso es preocupantemente amplio cuando se trata de defender el régimen de guerra. La guerra empieza precisamente así, construyendo una amplitud de cesiones en aras de una falsa unidad frente a un enemigo construido y también falaz. ¿Cómo va a ser la alternativa a la guerra, más guerra? No nos toman sólo por tontos, es que en verdad se creen que la paz no tiene cabida ni sentido. Y en medio estamos nosotras, nuestros cuerpos como arma de guerra y, en el caso de las migrantes, como moneda de cambio.
Por eso estas elecciones europeas son vitales y por eso no sólo hay que convocar a la máxima participación, sino también delinear el escenario en el que se desarrollan estas elecciones. Por eso, aunque todos los poderes estén entregados del todo al régimen de guerra o te repitan que eres un ingenuo, recuerda que no hay nada más ingenuo que creer que frente a sus guerras no habrá resistencia popular. Son ellos los ingenuos si creen que ya nos han vencido y que ya hemos claudicado a defender la paz con todo lo que tenemos, nuestra terquedad y ruido incluidos.
Y por eso, el lema del PSOE me parece tan elocuente del tipo de coalición que representan todos los de la guerra. Porque cuando el PSOE dice “Más Europa” no está hablando sólo por el PSOE. Ojo, ese “más europa” es perfectamente ejemplificado por el Partido Popular que también apuesta por más Europa, es decir, más Europa de armas, más Europa que invierte en gasto militar, más Europa que deja morir a quienes migran, más Europa de medidas de austeridad, por tanto, más Europa de desigualdad.
También más Europa de represión contra quienes se solidarizan con el pueblo Palestino como ocurre en Alemania o Francia de manera brutal, pero también en España como vimos hace unos días en las acampadas en universidades de todo el país. Gases lacrimógenos y antidisturbios para quienes exigen el fin del genocidio y por eso, indigna también lo que vimos en Getafe el sábado cuando desde una fuerza política que se dice de izquierdas como SUMAR no sólo echaron de manera violenta y agresiva a estudiantes que iban a reprochar las acciones del gobierno y de sus dos partidos integrantes en la tibieza contra el genocida Netanyahu, sino que vimos a una líder del espacio como Yolanda Díaz diciendo que eran fascistas, que eran de VOX y del Frente Obrero. ¿Hemos perdido la cabeza? Hacer política es incómodo porque habrá quien te reproche no hacer todo lo que debes y a veces eso será más o menos justo, pero nunca, jamás, violentas esa discrepancia, ni mucho menos insultas a quienes desde las calles y plazas, y en este caso facultades universitarias, están dando una lección de decencia que el mismísimo Gobierno no es capaz ni de enunciar.
De nada sirve subir a un atril a agradecer la movilización estudiantil si luego la echas de tu mitin y les acusas de fascistas y ultras. No es ni izquierda ni progresismo, lo que hemos visto es el bochorno total de haber perdido el norte en la tienda socialista de color rosa.
Pero el problema es de fondo, insisto. Es que en tiempos de régimen de guerra y de genocidio parece que hay una gran coalición que ha aceptado que lo que ncesitamos es más de lo que ya tenemos, y se ha probado totalmente peligroso y antipacifista. Nos dicen que necesitamos ¡Más Europa! y lo hacen todos: VOX, PP, PSOE, Sumar, verde militar alemán, Meloni, Von der Leyen, etc. Cuando lo que necesitamos es precisamente ¡Otra Europa!
Frente a los de más de lo mismo, que creen que toca reconstruir a partir de sostener una guerra, necesitamos una alternativa que plantee otra Europa posible y que por tanto defienda una necesaria Europa para la paz. Es decir, una Europa a la altura de estos tiempos en lugar de una Europa sumisa a los Estados Unidos. Eso es lo que votamos este domingo. Elige si quieres más Europa de guerra o si quieres otra Europa de paz. Esa es la pregunta. Hasta mañana.
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