Vota por ti, vota por la paz #ElCierre
Conversemos hoy, no tenemos que pensar exactamente igual, basta con tener algunas cosas en común. Tal vez nos une que sabes lo que es migrar como cuando dejaste tu casa para estudiar en Madrid, por ejemplo. Tal vez nos une que tienes miedo, que lo de la guerra te agobia como a mí. Tal vez nos une que saliste a marchar cuando la nefasta primera sentencia de La Manada y no lo sabíamos pero estábamos juntas a unos metros de distancia. O nos une que te indigna que la ultraderecha campe a sus anchas y empiece a conseguir apoyos en tu barrio. Tal vez, quien sabe, has dejado de ver tele porque, como yo, ya no confías en la mayoría de periodistas que han demostrado ser demasiado burdos. Algunas intentamos demostrar que se puede hacer de otro modo. Conversemos tú y yo.
La situación está difícil. No podemos negar que el escenario pinta jodido. Pero a veces es precisamente en esos escenarios de crisis, de clímax, de lo grave, que las cosas se ponen claras. En el caos actual es difícil y orientarse también, pero precisamente las posturas valientes que puedan brindar alternativas a ese caos que nos quita el sueño se hacen tan obvias…
Llevo diciendo hace semanas, tal vez meses, en este plató y en todos lados que estas elecciones del domingo son vitales. Que nos estamos jugando las vidas, los derechos, la paz... Nos estamos jugando nuestras familias. Cuando vemos cómo fuerzan a gente forzada a elistarse para ir a la guerra vemos cuánto nos jugamos. Pienso en mi compañero de vida, en mis hermanas migrantes, pienso en mí. Y en tiempos de guerra y de señores y señoras de la guerra, de partidos de la guerra y de tibios que son la tibieza que cede y por tanto juega para la guerra, a veces una voz valiente te hace ver que la decisión de este domingo, nunca tan importante, pero tampoco tan fácil.
Conversemos. Ponte frente al espejo y piensa ¿A quiénes te pareces más? ¿A los trajeados que se lucran con cada arma que venden o a los que acampan en sus universidades por el pueblo palestino? ¿Con quién tienes más en común? ¿Con la señora Von Der Leyen que ha debe tener un búnker construido para cubrirse de los ataques nucleares que ella misma está incentivando? o ¿Con una de las personas que marcha gritando “No a la guerra” escrito en la parte lateral de una caja de cartón? ¿Tienes tú un búnker al que ir a resguardarte? Yo no tengo ni idea de cómo se ve eso… Y seguro que cuando toque elegir no será a nosotros a quienes metan primero para proteger, ¿Verdad? A lo menos a mí por migrante y, a lo mejor, a ti por ser de clase obrera. Créeme, tú y yo nos parecemos bastante. No en todo, pero en mucho.
Y por eso estas elecciones son importantes, porque además de lo que nos jugamos está lo que podemos hacer para frenar un escenario de guerra que no queremos porque lo que no nos dicen es que la vamos a pagar nosotros. Tú y yo, ya sea con nuestros cuerpos ofrendados a las bombas o los de nuestras parejas, amigos, hijos… Y que la pagaremos de todos modos cuando desaparezcan del todo los servicios públicos para poner nuestro dinero a merced de la guerra y sus dioses llamados Indra, Blackrock, ¿Te suena? Nos dirán que hay que ajustarse el cinturón porque no podemos no armarnos más, pero ¿Cuánto más podemos ajustarnos el cinturón si apenas podemos respirar? A que nos parecemos.
Dice Von Der Leyen que deberíamos construir refugios y yo pienso “pero si ya tengo refugios pero son distintos”. No son búnkeres en los que sólo entrarán con un pase dorado quienes puedan pagarlo. Mi búnker es la sanidad pública, que si me pongo mala tendré quién me pueda proteger hasta ponerme buena. Nuestro refugio es la educación pública, que seas de donde seas y ganes lo que ganes, tus hijos puedan estudiar y ser quien quieran ser haciendo aquello que los hace felices. Nuestro búnker es un sistema de pensiones decentes para que nuestros padres puedan sonreír dignamente hasta el último día en que respiren. Nuestro refugio es el movimiento feminista que nos protege como leonas frente al machismo que mata y que encima niega que está matando. Nuestro refugio son los sindicatos que nos protegen de la angurria de los patrones y señoritos. Nuestro búnker son los activistas que defienden derechos desde la PAH hasta las mareas verde o blanca, pasando por el activismo climático, o cada antifascista que conocemos en la vida. Esos son nuestros refugios. Y son poderosos, pero sobre todo son para todas. No nos reservamos el derecho de admisión según tu renta o tu color de piel. Von der Leyen no lo entiende, pero nosotros sí. Hemos construido estos refugios con mucha lucha durante décadas. Son firmes, aunque los quieran tumbar. Y hay que defenderlos. Nos va la vida en ello.
Por eso este domingo toca votar por esos refugios. Toca votar por eso que en Europa se va a decidir: Nuestros derechos. Toca votar por nosotros, por nosotras. Toca votar por ti y por la paz que necesitamos para poder vivir. Para poder ser. Para poder existir. Esa es la verdadera Llbertad.
Así que piensa en quién va a defender mejor tu derecho a un trabajo digno o a ser. ¿Quién puede defender con más coraje y valentía tu derecho a la vida que alguien que, por ejemplo, cruzó el mar mediterráneo poniendo su vida en riesgo para llegar a construir vida aquí? ¿Quién puede defender más tu derecho a vivir en igualdad que alguien que puso su vida en riesgo para sobrevivir? Piensa ¿Quién puede defender mejor los derechos de los trabajadores y trabajadoras del campo que nos dan de comer a diario, que son quienes nos dan vida con su trabajo, que alguien que sabe lo que es el campo porque ha trabajado toda su vida con las manos sobre la tierra? Es fácil “conocer” el campo a través de películas o libros, pero hay quienes viven en él y saben lo que es una peonada y también que un señorito te quiera robar tus tierras. Piensa, ¿Quién va a defender mejor tu derecho a ser, que una mujer que defendió precisamente su derecho a ser mujer a toda costa, incluso cuando nadie quería mirarla? Incluso cuando no querían reconocerla… Hay que tener coraje para ser quien eres y luchar para que todas y todes puedan serlo. Piensa ¿Quién va a defender mejor una justicia igual para todas y todos que alguien que ha vivido en sus carnes propias el lawfare? ¿Quién mejor para enfrentarse a los jueves reaccionarios y a la represalia con togas que alguien que fue sentenciada por parar un desahucio? ¿Quién va a defender mejor nuestro derecho a una vivienda digna que alguien que ya pagó por hacer precisamente eso y nunca ha agachado la cabeza ni cuando la sentencia le fue notificada? Piensa, ¿Quién va a defender nuestro derecho a vivir en paz que quien ha sido acusada de ingenua por ser una voz de paz en medio de un bombardeo? ¿Quién va a ser nuestra mejor voz en ese parlamento donde habrá fascistas que quien ya les dijo panda de fascistas en su cara sin retroceder ni un pelo? Estos son tiempos para ese coraje terco. ¿Quién nos va a defender mejor en estos tiempos de guerra que alguien dispuesta a poner el cuerpo y la voz, aunque la veten y condenen política y socialmente por ello?
Este domingo vota por ti y por quien nos merecemos que nos defienda. La paz necesita armarse de voces valientes que sean su armadura. La paz necesita firmeza, valentía y conciencia de clase. Vota por los tuyos. Y en este escenario jodido que nos asusta a ti y a mi, hay a lo mejor una única buena noticia. Que la situación está durísima, pero que la decisión nunca había sido tan fácil ni tan clara. ¿Verdad? Vota por la paz. Hasta el lunes.
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