Cómics

Cuando el viento sopla, nuclear war

El cómic de 'Cuando el viento sopla' recobra actualidad: "Ante el hecho de que en cualquier futura guerra mundial se emplearían con certeza armas nucleares, instamos a los gobiernos del mundo que reconozcan públicamente que sus propósitos no podrán lograrse mediante una guerra mundial"
raymond-briggs-cuando-viento-sopla-1-600x400

La edición de este cómic en los años ochenta, no fue una mera adaptación de la película de animación del mismo nombre. Su reedición 40 años después tampoco puede ser reducida a una mera conmemoración. Encontrarse la portada de Cuando el viento sopla, nuevamente en las librerías, nos retrotrae al Mundo de la Guerra Fría. Donde el riesgo de una confrontación nuclear y el fin de la vida humana, era algo factible, con lo que crecimos y convivíamos. En la actualidad, socialmente, ese riesgo es más un titular puntual que un sentimiento general.

Tanto las ilustraciones de Raymond Briggs como la película de Jimmy Murakami, eran políticamente correctas en el ámbito del anti belicismo. Su reedición en España mantiene la traducción de Rosa Montero y prologada por Paco Roca, mantiene dicho mensaje. Esta historia de una pareja de ancianos en Inglaterra tras el ataque de la URSS no solo conmueve sino que se convirtió en una referencia contra la guerra. Cuarenta años después partidos como el Verde alemán que nacieron como antibelicistas y antinuclear, son ahora adalides del belicismo. No quiero aquí entrar a revelar de detalles de la trama de esta obra de ficción que ha sido y sigue siendo una obra de referencia y cuya reedición permitirá a quienes la desconocen acercarse a su historia.

A finales del S. XX con la desaparición de la URSS y el nuevo orden mundial made in USA el miedo al conflicto nuclear se diluyó aunque no el riesgo real. 40 años después columnas de humo son portada en la central nuclear de Zaporiyia pero no es el riego de un nuevo Chernobyl lo que nos acerca a la guerra total. Una potencia nuclear ha visto su territorio invadido en un hecho sin precedentes, no es la primera incursión ucraniana en territorio ruso pero esta vez si se trata de una operación de magnitud, con los equipos y asesoramiento OTAN. Invadir un país dotado de armas nucleares, con apoyo de occidente, es el riesgo de guerra nuclear más claro desde el fin de la Guerra Fría. Nunca debemos olvidar que la única potencia que si uso las armas nucleares ha sido USA, como recordamos cada agosto en Hiroshima y Nagasaki.  Israel como parte del complejo militar y financiero EEUU, también se guarda la posibilidad del uso del arma nuclear, otro riesgo real en su conflicto con Irán.

La movilización contra las guerras y la OTAN, es la gran asignatura pendiente de la izquierda. Más aún en unas sociedades bombardeadas médicamente con intereses militaristas, para justificar el aumento del gasto militar bajo falsos argumentos defensivos. El estado español ha gastado casi 4 mil millones de euros en un submarino militar en un claro ejemplo de que los gastos militares se priorizan en detrimento de los sociales, más en esta Europa bajo el mando de Ursula von der Leyen.

El cómic de Cuando el viento sopla o manifiestos como el Russell-Einstein recobran actualidad: "Ante el hecho de que en cualquier futura guerra mundial se emplearían con certeza armas nucleares, y que tales armas amenazan la continuidad de la humanidad, instamos a los gobiernos del mundo para que entiendan, y reconozcan públicamente, que sus propósitos no podrán lograrse mediante una guerra mundial, y les instamos, en consecuencia, a encontrar medios pacíficos que resuelvan todos los asuntos de disputa entre ellos".

Nada de esto sería posible sin suscriptores