Depredador Depardieu
El lunes 29 de abril, Gérard Depardieu fue arrestado e interrogado por las acusaciones de dos mujeres que aseguran haber sufrido agresiones sexuales por parte del protagonista de Cyrano de Bergerac. Fue, presuntamente, en dos rodajes distintos, uno en 2014 y otro en 2021. Lo denuncian por realizar tocamientos, acusación que Depardieu, de 75 años, ha estimado falsa. Horas después, fue puesto en libertad.
La Fiscalía francesa anunció que Depardieu se enfrentará a un juicio penal en octubre por las presuntas agresiones sexuales y su abogado, Christian Saint-Palais, se negó a hacer declaraciones a los periodistas.
Las acusaciones no suenan a nuevas, el veterano astro del cine francés ha sido acusado públicamente por quince mujeres por conductas sexuales inadecuadas. A pesar de todo, y ante la petición de retirarle la Legión de Honor, en France 5, Emmanuel Macron aseguró que no tenía intención de retirarle tan alta distinción “por un reportaje”. El presidente de la República se refería a un trabajo de la televisión pública francesa con vídeos en los que Depardieu hacía repugnantes comentarios misóginos y sexualizaba a una niña de solo 10 años que montaba en un pony. Macron cerró el asunto con un “Estamos orgullosos de Depardieu”. Proclamaron lo mismo personalidades del cine francés en una tribuna en Le Figaro (titulada “No borren a Gérard Depardieu”) y firmada por Carole Bouquet, Charlotte Rampling y Carla Bruni entre otros artistas.
Vienen de lejos las conductas censurables y delictivas de Depardieu, que perdió toda posibilidad de ganar un Oscar en 1991, cuando estaba nominado por su trabajo en Cyrano de Bergerac y competía con Kevin Costner por Bailando con lobos, Robert De Niro por Despertares, Richard Harris por El prado y Jeremi Irons (que fue el ganador) por El misterio Von Bülow. La revista Time desenterró unas declaraciones que al actor francés dio, en 1978, a la revista Film Comment (que tituló la entrevista “Depardieu: El primitivo francés” y habló en ella de “delitos menores y violaciones casuales”) sobre su adolescencia en Châteauroux.
Con brusca honestidad, Gérard Depardieu declaró haber participado en su “primera violación” a los 9 años animado por un amigo de correrías. Y fue mucho más allá: “Una cosa lleva a la otra, ¡y listo! Era lo normal. Después de eso estuve en muchas violaciones, demasiadas para contarlas. Las niñas querían ser violadas. Bueno, en realidad no se trata de una violación. Es sólo una historia sobre una chica que se mete en una situación que le gusta”. Sorprendido ante este feroz testimonio, Richard Corliss, de Time, le preguntó al actor: “¿Qué hay de esa historia de que a los 9 años participó en su primera violación, después de esa hubo muchas más violaciones?”. Y Depardieu le contestó con brutal franqueza: “Sí, pero era absolutamente normal en esas circunstancias. Eso fue parte de mi infancia”.
Mucho antes del MeToo, Judy Mann, columnista del Washington Post, instó a boicotear las películas de Depardieu en un artículo titulado “¿CÓMO MANEJAMOS AL VIOLADOR CONVERTIDO EN ROMPECORAZONES?” (en el que, por cierto, citaba al futuro presidente, y entonces senador, Joseph R. Biden Jr., principal patrocinador de la Ley de Violencia contra la Mujer de 1991). En su artículo, Mann escribía: “Es más probable que la redención de Depardieu llegue cuando hombres y mujeres reflexivos dejen claro en la taquilla que hay acciones y actitudes que les parecen demasiado aborrecibles como para respaldarlas ni siquiera tácitamente con su patrocinio”.
Depardieu, colérico, calificó los artículos como el de Judy Mann de “golpe bajo”. El actor fue respaldado por la prensa francesa, que habló de una campaña contra el cine francés. También el director de Cyrano de Bergerac, Jean-Paul Rappeneau, declaró: “Este tipo de ataques es frecuente en Hollywood contra actores que se encuentran en el momento culminante de su carrera”. Hasta líderes políticos franceses destaparon una supuesta conspiración para dañar las posibilidades de Depardieu en la carrera por el Oscar (cuando eran mínimas). El ministro de Cultura francés, Jack Lang, habló de “un golpe bajo contra uno de nuestros grandes actores”.
Pero no fueron todo adhesiones en Francia, la famosa escritora francesa Marguerite Duras atacó a Depardieu. Cuando le preguntaron sobre la polémica entrevista del actor y la violación a los 9 años, la autora de El amante dijo con no poca sorna: “Yo cuando tenía 8 años y medio robé una manzana del jardín”.
También en los noventa Depardieu se comportó de manera babosa con la modelo y presentadora argentina Dolores Barreiro. Fue en 1990 en una entrevista para el programa El Rayo y en la que el actor, borracho, se comportó de manera muy inapropiada con ella al querer besarla y tocarla constantemente (la rijosa escena se puede ver en Youtube). Años más tarde, Barreiro recordó la patética escena y concluyó: “Si somos muy sinceros con nosotros mismos, nos aprovechamos de este gordo borracho para tener un contenido”.
Mucho más serio es lo que denunció haber sufrido la periodista española Ruth Baza en 1995. Tras leer las acusaciones de 13 actrices, maquilladoras y otras trabajadoras de la industria contra Depardieu en el diario digital Mediapart (en abril del 2023), Baza decidió denunciar lo que le sucedió con el actor cuando él tenía 46 años y ella 23, un encuentro en el que la besó en la cara y el cuello sin su consentimiento y acabó penetrándola con los dedos a través de la ropa.
La denuncia de Baza se unió a las de la actriz Charlotte Arnould, de 22 años en el momento de los hechos (lo denunció en 2018 por violación, acusación por la que fue imputado en diciembre de 2020) y a la de la actriz Emmanuelle Debever, que en 2019 acusó a Depardieu de haberla agredido sexualmente en 1983 durante el rodaje de Danton. Por desgracia, Debever se suicidó el 6 de diciembre lanzándose de un puente al Sena.
El futuro judicial y profesional de Depardieu no parece halagüeño. En abril de 2023 lo apartaron de la promoción de El sabor de las cosas simples, en la que interpretaba a un chef francés y renunció a participar en la película de animación La más preciada de las cargas, de Michel Haznavicius (director de la oscarizada The Artist). En octubre 2023 su agente, Bertrand de Labbey, anunció que ya no aceptaba ningún proyecto.
A pesar de todo, el conservador Emmanuel Macron sigue protegiendo a Depardieu, que hasta provocó una crisis gubernamental. Alarmada por las informaciones ligadas al actor, la ministra de Cultura Rima Abdul-Malak, dijo, enfrentándose a Macron, que Depardieu era “una vergüenza para Francia”. En enero, Abdul-Malak fue sustituida por Rachida Dati, ministra de Justicia con Nicolas Sarkozy e imputada desde 2021 por un caso de corrupción y abuso de poder.