“It Takes A Nation MillionsTo Hold Us Back”, el artefacto explosivo de Public Enemy
La música puede llegar a ser un elemento revolucionario de proporciones mayúsculas. La reivindicación social necesita de muchos elementos para conseguir sus fines, y una canción de un soplido lo puede conseguir. Muchos músicos utilizan su arte para luchar contra este sistema tan terrible en el que vivimos. Salen a pecho descubierto a decir verdades como puños, sabiendo que los perros de presa se les echaran encima en un segundo. No les importa, creen
en lo que hacen y en el sentido de ello. Su verdad está a prueba de bombas y prefieren a que se le cierren puertas a que se les cierre la boca. Los apóstoles de todo lo comentado anteriormente son sin lugar a dudas: Public Enemy.
Un 28 de junio de 1988 el mundo veía como se lanzaba y explotaba con una onda expansiva enorme el álbum “It Takes A Nation To Hold Us Back”. Chuck D, Flavor Fav y el dj Terminator, creaban una obra maestra del hip hop que a día de hoy siga inspirando a miles de artistas que cultivan este género musical. Un puñado de temas que que apelaban a la justicia social, la actitud revolucionaria y la mirada alta de la comunidad afroamericana.
La banda tenía la intención de realizar un trabajo que significara para su comunidad algo asícomo el equivalente hip hop de la obra maestra de gran calado social “What’s Going On” (1971) del gran Marvin Gave. No sabemos si se puede comparar con dicho álbum, lo que si fue todo el mundo testigo de la hostia en la cara que significó “Nation Millions” en la cultura norteamericana.
Public Enemy creo un colage sónico lleno de influencias jazz, funk e incluso de reminiscencias metaleras, que dotaba a las 16 canciones que componían este álbum de una fuerza inaudita. Una época en la que utilizar trozos de canciones ajenas todavía no era muy perseguido y de lo que se aprovecharon Chuck D y cía. para crear esta Torre de Babel de sonidos increíbles.
La banda venía de triunfar en la gira de presentación de su álbum debut “Yo! Burn Rush The Show”. Curiosamente este disco no tuvo casi repercusión a nivel de crítica y público, pero los directos demoledores de Public Enemy acrecentaron su fama y acometieron la realización de “Nation Millions” como una reválida en toda regla. Tuvieron que cambiar una marcha en su sonido. Aceleraron en ritmo de las canciones y las crearon a la velocidad adecuada para que todo cobrara sentido… y vaya si lo cobro.
Comenzaron la grabación del álbum en los estudios Chung King de Manhattan, pero los productores no se sentía muy cómodos con la propuesta tan agresiva de la formación. Los propios Public Enemy decidieron cambiar de aires para estar más cómodos y se marcharon a los estudios Green St. Recording. Como curiosidad comentar que el título del álbum se iba a llamar “Countdown To Armageddon” pero finalmente se decantaron por el título ya conocido por todos extraído de la línea de una canción de su primer álbum llamada “Raise The Roof”.
Gran parte del sonido del disco se debe en parte a los ingenieros Eric “Viernam” Sadler y Hank Shocklee que trabajaron sin descanso para tener la base prepara y que solo tuvieran que meter las voces y los efectos de Dj al regreso de la gira en la que estaban inmersos. La mezcla final de las canciones era la pieza clave de todo. Mezclar esa amalgama de sonidos, voces, samplers etc.. era una tarea titánica que hizo de manera magistral Hank Shocklee.
La idea del equipo de producción de Public Enemy, Bomb Squad, era crear bajo la base de un sonido funk una barrera de elementos diferentes traídos a su vez de samplers de otros artistas.
Una especie de monstruo de Frankenstein del siglo XX. Todo regado con letras reivindicativas y políticas escupidas por Chuck D y rematadas con la ironía del fraseo de Flavor Fav. Se respira James Brown por doquier, trompetas utilizadas en sus canciones, cortes de Slayer, etc… ellos creía a pies juntillas que la música era solo sonido bien organizado y se encargaron así de hacer un guiso en el que estuvieran metidas todas sus inquietudes ya fueran musicales como activistas.
No querían que las pistas del álbum sonaran lineales, el ruido, los breakbeats y los samplers debían pasearse a su gusto por los surcos de cada uno de los temas que compondrían este trabajo. Todo metido en una coctelera con un sabor nunca antes probado por los aficionados al hip hop y a la música en general… un himno al descaro y la reivindicación más absoluta.
Entrando ya en el aspecto estrictamente musical del álbum, debemos hacer un alto en las letras que compusieron Public Enemy para este disco. Toda una oda de hacia el empoderamiento de la comunidad afroamericana ante el supremacismo blanco imperante en EEUU. Los problemas con la censura no se hicieron esperar y el tratamiento de Public Enemy ante los medios fue de banda conflictiva y que iba a dar problemas allá donde fuera. Ellos quisieron mantener esa vitola y enarbolar la bandera revolucionaria hasta las últimas consecuencias. Dedicar un tema “Party For Your Right (To Party!) a la grupo activista Panteras
Negras ya era más que una declaración de intenciones para todo el mundo.
Nos centraremos en hacer un pequeño análisis en los temas principales lanzados como singles de este álbum, hacerlo de los 16 temas sería ardúo y aburrido para el lector. Vayamos al grano:
Tras la intro incendiaria “Countdown To Armageddon” nos llega el primer pelotazo a la cara.
Una canción que por méritos propios se convertiría en uno de los himnos del grupo. No estamos refiriendo a “Bring The Noise”. Directamente la incluyeron en la banda sonora del film “Less Than Zero” dándole así más difusión si cabe al corte. La canción esconde una amalgama de temas en sus entrañas. Desde alabanzas al líder de la Nación del Islam, Louis Farrakhan, y sobre todo agradecimientos a artistas del hip hop como Run-DMC, Eric B, LL Cool, pasando por Yoko Ono, Sonny Bono y la banda de metal Anthrax. Este agradecimiento de Public Enemy a la banda de thrash metal, (Scott Ian llevaba una camiseta del grupo en los conciertos), hizo que con el tiempo hiceran una colaboración versionando este tema conjutantemente, siendo uno de los primeros crossover entre una banda de hip hop y otra de metal.
Tema con una métrica complicada, mezcla de manera soberbia las dos voces principales del grupo con un ritmo machacón que la hace una bomba de relojería. Muy grande.
Otro de los hits del disco es “Don’t Believe The Hype”. El segundo sencillo del álbum que aborda directamente lo temas más candentes en ese momento sobre la actualidad política norteamericana. Chuck D en varias entrevistas declaro que se había inspirado en las obras del filósofo Noam Chomsky. Reivindicación por los cuatros costados en otra mezcla brutal de sonidos y fraseos por parte de las dos cabezas parlantes de Public Enemy.
No siendo un single de lanzamiento del álbum, destaco “She Watch Channel Zero?!”. Una canción que utiliza como sampler de base nada menos que el tema de Slayer “Angel Of Death”, para coser a críticas a los medios de comunicación y su poder de manipulación sobre todo con parte de la sociedad inculta que no tiene otro modo de enterarse de las cosas. Una canción
muy de actualidad por desgracia hoy en día.
Dentro de la segunda parte del álbum resaltamos “Night Of The Living Baseheads”. Una canción valiente que aborda la temàtica de las drogas y los estragos que estaba cometiendo en la sociedad afroamericana. La referencia al término “base” es como se conoce en la jerga a la cocaína crack o cocaína de base libre. La epidemia de crack en los añios 80 fue realmente salvaje en EEUU llevándose por delante a miles de personas, y convirtiéndolos directamente en muertos vivientes. Obviamente el título de la canción hace refencia también a la película de George R. Romero “The Night Of The Living Dead”, equiparando a los adictos al crack con zombies. La canción abre con las palabras de las Panteras Negras y Nación del Islam Khalid Muhammad:
“¿Has olvidado que una vez que nos trajeron aquí, nos robaron nuestro nombre, nos robaron nuestro idioma? Perdimos nuestra religión, nuestra cultura, nuestro Dios… y muchos de nosotros, por nuestra forma de actuar, incluso perdimos la cabeza”. Resaltar el vídeo musical donde encontramos referencias a las reuniones semanales que hacia Malcolm X en el Audubon Ballroom en Washington Heights, y que en una de ellas sería asesinado en 21 de febrero de 1965.
Vamos con “Black Steel In Hour Of Chaos”. La temática versa sobre un objector de conciencia que está encarcelado y escapa de la prisión donde esta siendo ajusticiado de mala manera.
Una base piano del tema “Hyperbolicsyllabicesquedalymistic” de Isaac Hayes (“Hot Buttered Soul” 1969) se erige en punto primordial sobre el que gira toda la canción. Un tema más lento de normal si lo comparamos con el resto de canciones del álbum. Donde se da entrada a otras muestras de canciones de Stevie Wonder y The Escorts. Canción reivindicativa hasta las trancas que se ha convertido en todo un himno para los seguidores de este género musical.
Cerramos este análisis con el temarral “Rebel Without A Pause”. Fue el primer sencillo del álbum y hace referencia de manera expresa al film “Rebelde sin causa”. Fue la canción sobre la que giró todo el álbum. Es decir la muestra de como tendrían que ser las canciones que compondrían el trabajo. Al ser de los primeros temas en los que trabajaron, sentó las bases de lo que vendria después. La base es el saxo utilizado en la canción “The Grunt” de The J.B’s. El
sonido emula como un especie de chillido que sirve de brazo de unión para el resto de la canción. La vanguardia más absoluta para un tema que se convirtió himno instántaneo.
Por último comentar la canción “Prophets Of Rage”. El título de la misma dio nombre a la banda que formaron hace unos años los miembros de Rage Against de Machine junto a Chuck D, Dj Lord y B-Real de Cypress Hill. Una hostia en la cara con la mano abierta.
Llegamos al final. Un álbum que ha marcado a muchas generaciones. Uno de los álbumes más influyentes de todos los tiempos. Ha sido considerado por la crítica como el mejor álbum de rap de todos los tiempos. Es considerado una crónica fidedigna de lo vivido en la década de los 80 en los EEUU.
Como curiosidad Kurt Cobain, vocalista de Nirvana, incluía este álbum como uno de sus favoritos de siempre. Podríamos seguir poniendo aquí reconocimientos hasta cansarnos. Obra maestra absoluta. La música al servicio de lo contestario y en busca de la verdad sin manipulaciones… ¿Se puede pedir más?