Estas son las películas y series disponibles en las plataformas que no puedes perderte
Para este mes hemos pensado en tres series muy diferentes pero muy estimulantes. Una es de obligado visionado para todo fan de Los Soprano, otras es una joya documental sobre la gran traición a nuestra clase obrera perpetrada en los ochenta y otra es otra delicatesen de Ryan Murphy, esta vez acompañada de polémica. En cuanto a las películas, un clásico poco conocido de Hitchcock, una gran película polaca, una imperecedera joya del cine vasco, un espectacular biopic y una maravilla indie.
Un clásico: Náufragos. Al gran Alfred Hitchcock, al que Movistar Plus+ le ha dedicado todo un canal, le gustaban los retos visuales y esta película es un ejemplo en su fabulosa filmografía. Todo el filme se desarrolla en un bote salvavidas (Lifeboat es su título original) y en su estupendo guion es tan importante la acción como la riqueza de sus personajes. Para el texto, Hitchcock llamó a John Steinbeck, autor de Las uvas de la ira, pero no se entendieron. Aun así, y tras contar con otros guionistas, Hitchcock logró una estupenda película de propaganda antinazi.
Así se lo contó a François Truffaut en una de sus entrevistas para el fundamental libro El cine según Hitchcock: “Quisimos mostrar que en aquel momento estaban presentes en el mundo dos posturas: las democracias y el nazismo. Las democracias estaban en completo desorden mientras que los alemanes sabían a dónde querían ir (el malo de la función es un nazi). Se trataba de decir a los demócratas que les era absolutamente necesario tomar la decisión de unirse y agruparse, de olvidar sus diferencias y divergencias para concentrarse sobre un solo enemigo particularmente poderoso. El personaje del ingeniero era prácticamente un comunista y al otro extremo había un hombre de negocios que era un fascista”.
Una magnífica miniserie documental: Wise Guy: Los Soprano por David Chase. En este gran trabajo Alex Gibney sienta al creador de la mejor serie de la historia, y la que lo cambió todo, como si fuese Tony Soprano en la consulta de la doctora Melfi.
Chase indaga en los orígenes de su gigantesca serie y esos orígenes no son otros que una mala madre. “Tienes que escribir algo sobre tu madre”, le dijeron siempre al conocer a la tremenda señora, y el resultado fue Los Soprano, que se fue enriqueciendo con las aportaciones de un fabuloso elenco de guionistas y sus propias experiencias personales. Sí, amigos, en Los Soprano los grandes fichajes eran los escritores, no las estrellas del cine o la tele. La gran estrella, eso sí, acabó siendo James Gandolfini, que llegó a cobrar un millón de dólares por episodio, a estar harto de su personaje y a acabar con serios problemas de salud por culpa de excesos que acabaron con su vida con solo 51 años. Como demuestra el documental, fue un buen tío: cuando recibió su primer millón repartió miles de dólares entre el equipo.
Wise Guy: Los Soprano por David Chase, absolutamente obligatoria para todo fan de la serie, tiene el arrojo de adentrarse en las zonas más oscuras de Chase, un hombre taciturno con cambios de carácter difíciles de llevar y cuyo sueño siempre fue ser director de cine, no trabajar en la televisión. También tiene la valentía de recordar que la cadena (HBO, que produce el documental) llegó a hacer una temporada final doble para pagar menos sueldos. En Max.
Una joya del cine polaco: Corpus Christi. Maravilloso guion de Mateusz Pacewicz y gran dirección de Jan Komasa (la técnica y la de actores). Aunque su recepción internacional fue muy buena, tuvo la mala suerte de competir en los Oscar con Parásitos, un filme que es peor que Corpus Christi, pero era la película de moda y contra la película de moda y su despliegue publicitario no hay nada que hacer.
Esta gran película está a la altura de películas de Bergman o de Bresson (y tiene, desde luego, más ritmo) y contiene muchas ideas del turbio universo de Paul Schrader.
Muy de vez en cuando, entre los filmes de superhéroes y el habitual tongo del cine de festivales, aparece, como en este caso, EL CINE. En Movistar Plus+ y Filmin.
Una serie política: El año del descubrimiento. En España tenemos a muchos realizadores mercenarios, de cine onanista o de evasión. Cine copiado, agotado. Y luego tenemos unos pocos verdaderos cineastas. Uno de ellos es Luis López Carrasco, que rodó una de las más grandes películas políticas del cine español. Y eso es un acontecimiento en un cine, el nuestro, sin memoria, acrítico, conservador, reaccionario. La serie El año descubrimiento, que primero fue una larga película, nos recuerda que una vez tuvimos una conciencia obrera y que por ella hasta se quemó un parlamento.
El año del descubrimiento, que necesitó capital extranjero para producirse, ganó el Bogotá International Film Festival. Según el jurado, un joven comité procedente de todas las partes de Colombia, lo ganó “por representar diversas visiones y realidades de la lucha por la dignidad humana de las últimas décadas y porque A VECES HAY QUE QUEMARLO TODO”. En Filmin.
Una cima del cine vasco: La madre muerta. La segunda película de Juanma Bajo Ulloa sigue sorprendiendo por el absoluto dominio técnico del director vitoriano, por la gran fotografía de Javier Aguirresarobe, por la impresionante interpretación de Ana Álvarez y de Karra Elejalde y por la sobresaliente banda sonora de Bingen Mendizabal, la mejor soundtrack compuesta jamás para un filme español. Estamos ante una película de una calidad técnica única, de un gusto visual exquisito y también emocionante aun siendo tan rara y tenebrosa. En Movistar Plus+, Netflix y FlixOlé.
Una serie polémica y brillante: Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez. Tras el exitazo de la aterradora y estupenda Dahmen, Ryan Murhy, el guionista y productor estrella de Netflix, regresa a un mediático crimen con su inevitable homoerotismo.
Esta vez nos habla de los hermanos Menéndez y el asesinaron a tiros a sus padres en agosto de 1989. Como en Dahmer, la serie indaga en los porqués y orígenes del crimen. Si Dahmer hablaba de homofobia, racismo y negligencia policial, este nuevo Ryan Murphy habla de la puesta en escena que todo juicio como el de los Menendez requiere.
La polémica ha venido de la mano de Erik Menendez, que se ha quejado de “horribles mentiras”. Murphy se ha limitado a decir que se documentaron durante tres años y que le sorprende que Erik haya emitido una declaración sin haber visto la serie.
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez juega y reta al espectador. El quinto capítulo está rodado por Michael Uppendahl en un solo plano, todo queda en manos de una gran interpretación de Cooper Koch, que, en la piel de Erik Menendez, recrea abusos cometidos en su infancia por parte de su padre, interpretado por Javier Bardem.
El resto del reparto lo completan Nicholas Alexander Chavez como Lyle, Chloë Sevigny como la madre, Ari Graynor como la abogada y Nathan Lane como el periodista de Vanity Fair. Por cierto: en la tercera entrega de Monstruos Charlie Hunnam interpretará a Ed Gein, una bestia que sirvió de inspiración para los asesinos en serie de Psicosis, La matanza de Texas y El silencio de los corderos y yo eso no me lo pierdo.
Un biopic de los buenos: Elvis. “Pasable y olvidable biopic” según Carlos Boyero en El País y “Un delirio estomagante” para Elsa Fernández-Santos en el mismo diario. No les hagan ni caso, ‘Elvis’ es barroca, anfetamínica, frenética, excesiva, exhibicionista, exagerada... Y buenísima. Su dirección (Baz Luhrmann es el cineasta perfecto para la pirotecnia y la horterada del personaje), su montaje, su brutal banda sonora, sus decorados, su vestuario, su impresionante producción y su estupendo guion, sorprendentemente político y que recrea tres demenciales décadas de Estados Unidos de forma brillante. Y el trabajo de Austin Butler es sencillamente brutal. Brendan Fraser le robó el Oscar en una decisión tan previsible como injusta. En Netflix y Prime Video.
Un guionazo, una protagonista de primera, una directora que sabe dirigirla, muy poco presupuesto y mucho talento. En Reality, basada en la obra de teatro propia (Is this a room, a su vez basada en una transcripción den FBI), Tina Satter solo necesita cuatro personajes y una habitación vacía para hacer un admirable y tenso thriller. Destacan en el ajustado reparto Sydney Sweeney y Josh Hamilton, formidables. Consejo importante: si la vas a ver, no leas NADA sobre ella. En Filmin.