Alemania quiere meter la guerra en las escuelas
Como si fueran setas o flores que crecen en el campo y los alumnos de una clase van con sus vasitos con lupa a observarlos. Ver la guerra como algo dado, natural... y prepararse para ella. La ministra alemana de educación del partido liberal FDP, Bettina Stark-Watzinger, se ha mostrado a favor de que en los colegios se realicen 'ejercicios de defensa'. Y entre los profesores no ha encontrado aún mayores resistencias. El presidente de la asociación de profesores alemanes, Stefan Düll, aplaudió la idea en una entrevista con el diario amarillista Bild con la excusa de que 'la guerra en Ucrania genera una nueva conciencia sobre la amenaza militar, que también debe ser comunicada en las escuelas'. Una vuelta completa en ese sentido a los tiempos de la guerra fría.
El diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung defiende a la ministra con un artículo en el que se pregunta si '¿debemos preparar a nuestros hijos para una guerra?' y asegura que 'los alumnos son capaces de soportar la verdad'. Esa verdad es, según el FAZ, 'que la paz no es algo que pueda darse por sentado' y que 'tienen que saber que la agresión rusa contra Ucrania ha sacudido la arquitectura de seguridad europea y que el afán imperialista de Putin no se detiene en las fronteras de Ucrania invadida'. Que nos preparemos aquí para los supuestos ataques, porque 'los tiempos en que la guerra era una amenaza abstracta, lamentablemente, han pasado'.
El FAZ asegura que la visita de oficiales del ejército es mano de santo: 'podría ayudar a los niños y adolescentes a superar su miedo', que se ve alimentado en las redes sociales por imágenes de muertos y heridos en el frente, así como por películas circulantes que muestran crímenes de guerra.
(Es difícil pensar cómo la persuasión consigue borrar la verdad de esos muertos o heridas, pero los mejores ejemplos en esto son Rusia y Ucrania, así como la censura y propaganda que aplican. En última instancia, quien no se deje quitar el miedo, se le quita a la fuerza si lo manda la patria.)
Las preguntas que contestarán y en parte ya contestan los oficiales en algunos institutos alemanes, en lugar del personal civil pedagógico preparado para ello son, por ejemplo las siguientes: ¿Por qué hay guerra en Ucrania? ¿Qué es el terrorismo? ¿Dónde está desplegado el Bundeswehr? ¿Por qué hay movimientos migratorios en África? ¿Porqué el suministro de armas a Ucrania? — Temas muy dados a la controversia transmitidos por una persona con autoridad para matar en casos extremos.
Es obvio que los colegios tienen que ocuparse de lo que ocurre en la calle, sin embargo, hay diferentes formas de enfocarlo. El economista y profesor de instituto Heinz Klippert, doctorado en cuestiones de educación y pacifismo, ha redactado un libro con el título '¡Asegurar la paz! Instrucciones para revitalizar el pensamiento pacifista'. En el sitio web Nachdenkseiten escribió una columna sobre la propuesta de la ministra alemana en la que alerta vehementemente sobre ese militarismo amenazante. 'Todo historiador, sociólogo y psicólogo sabe que un cambio de mentalidad de este tipo crea el caldo de cultivo para la veneración de armas, conflictos armados y hostilidades renovadas'. Además, Klippert advierte que Alemania tiene una oscura historia al respecto: 'Hemos tenido ya suficiente de todo eso en nuestra historia. ¡Lo que Europa necesita en cambio es paz!'"
"¿Qué harás cuando termines la escuela?" Propaganda sugerente actual del ejército alemán para los más jóvenes. El ejército: Aventura, guapura y bondad
El profesor sostiene que "nuestras escuelas y maestros deben capacitar a los niños y jóvenes para que sean escépticos frente a la guerra" y que "desarrollen un amor por la paz fundamentado y una imaginación pacífica, y se enfrenten con argumentos sólidos a la lógica de guerra actual. Fomentar la relajación, la comprensión y la reconciliación sería fundamental en lugar de normalizar la guerra y el pensamiento fatalista. Es el momento de la diplomacia y las negociaciones tanto "en las escuelas como fuera de ellas, pero también entre políticos, periodistas, partidos y parlamentos". Y destaca que "históricamente, querer traer la paz a través de bombardeos rara vez ha funcionado".
Las consecuencias de las guerras no se tienen en cuenta en las clases de defensa, critica y recuerda que tan solo "las guerras antiterroristas y los conflictos civiles desencadenados por Estados Unidos después del 11 de septiembre en Afganistán, Pakistán, Irak, Siria, Libia, Yemen y Somalia. En total, hubo entre cuatro y seis millones de muertos y 38 millones de refugiados". Después de dichos conflictos, los problemas que supuestamente se querían solucionar, si creemos la propaganda de guerra, solo han aumentado. Eso es el mensaje a transmitir a la juventud. Que la guerra simplemente no es una opción y menos en tiempos de armas nucleares. Klippert recuerda también que los recursos dedicados a defensa faltan luego en otros ámbitos indispensables.
¡Hurra! Querida patria, puedes estar tranquila de que no dejaremos entrar a nadie", libro infantil ilustrado de propaganda bélica editado durante la primera guerra mundial.
El »Plan de Operaciones Alemania«
La ministra de educación alemana dejó claro que no se trata solo de influir en los más jóvenes, sino que entiende su nueva tarea mesiánica como algo necesario que debe difundirse por toda la sociedad. Para la Ministra liberal, la legislación que regula las universidades estaría anticuada, ya que la investigación militar no se permite en las universidades públicas alemanas. Eso no cumpliría con "nuestros intereses de seguridad nacional y la protección de nuestras tropas". Es lo que el militar de mayor rango, Breuer, llamaba convertir al ejército en "capacitado para hacer la guerra". Según escribía en X, "la sociedad nos apoya". Sin embargo, la mayoría de los comentarios le recordaban que la misión del ejército alemán es, según la constitución, la de la defensa y no la de la guerra."
El general ha concedido varias entrevistas, entre otros medios al diario Die Welt o al semanario Der Spiegel en las que pone fecha a la gran guerra mundial contra Rusia: "En cinco años tenemos que estar preparados para la guerra", repite, al igual que su superior, el Ministro de Defensa socialdemócrata Boris Pistorius. El "cambio de pensamiento" que, supuestamente, necesita la sociedad y también el ejército, reacios al militarismo tras la funesta experiencia del nazismo, ha sido recogido en las nuevas directrices de seguridad del Ministerio de Defensa. El movimiento pacifista parece estar en un largo letargo motivado en buena parte porque los verdes han virado su discurso "180 grados", como diría la ministra verde de exteriores, en las últimas décadas. En 2018, la ONG Greenpeace aún protestaba contra la introducción de propaganda militar en las escuelas. El diputado del partido verde Leon Eckert declaró al respecto del general Breuer y su expresión guerrera que "quien quiera proteger vidas humanas en caso de guerra, debe fortalecer claramente la protección civil en esta situación de seguridad cambiante". Y que, por desgracia, no todos se han enterado aún. (De la buena nueva, le faltó decir).
Entrenamientos para el caso de ataques aéreos de las juventudes hitlerianas en la ciudad de Worms en 1933. Copyright: Bundesarchiv, autor desconocido
La militarización actual de la sociedad alemana comenzó mucho antes de que Rusia decidiera invadir Ucrania en 2022. Durante la pandemia, el gobierno creó el llamado comando territorial central al norte de la capital. Antes de la pandemia, la implementación del ejército en tareas cercanas a la sociedad civil, como fue el caso de los centros de vacunación, era un tabú en Alemania debido a las barbaridades cometidas por la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial, en la que, no nos debemos cansar de recordar, hubo según estimaciones unos 70 millones de muertos.
El Teniente General del comando central, André Bodemann, ha explicado a la agencia de noticias dpa que hasta finales de marzo desarrollará el llamado OPAN DEU, o "Plan de Operaciones Alemania", es decir, el esqueleto de una estructura de preparación para la guerra. Hasta 2027, el ejército planea establecer seis regimientos a los que se estima que pertenecerán unos 6.000 soldados para proteger la infraestructura crítica en caso de guerra. Su labor será coordinar el ejército, la policía, la protección civil, los servicios de rescate y los servicios de inteligencia, así como sectores económicos como la logística y la energía. En 2019 se inauguró en Berlín la sede del Servicio Federal de Inteligencia (BND), que destaca por ser mayor que la de la CIA, y ya en 2001 se había creado otro comando para las guerras en el extranjero cerca de Postdam. Desde hace tiempo, además, el ejército alemán envía cartas con publicidad a los menores para promocionar el servicio militar.