47 abogados preparan una demanda contra EE.UU y Reino Unido por complicidad en los crímenes de Israel
A medida que va creciendo el ataque de Israel contra Hamás aumenta la presión internacional sobre Netanyahu para que ponga fin a la masacre, que en diversas declaraciones ha prometido perpetuar hasta que acabe con el grupo armado palestino tras el ataque del 7 de octubre.
El 11 de enero, el gobierno de Sudáfrica pidió a la Corte Internacional de Justicia que dictaminara que las acciones de Israel en Gaza eran genocidio, procediendo a ordenar a las tropas israelíes que se retiraran. En un fallo provisional, el 26 de enero la CIJ pidió al gobierno israelí que debía evitar el asesinato de palestinos inocentes y cesar de inmediato los ataques armados, pero rechazó la demanda de Sudáfrica de un alto el fuego.
Ante la pasividad israelí y el blanqueamiento por parte de otros países occidentales, Wikus Van Rensburg ha promovido una iniciativa a la que se han sumado hasta 47 abogados sudafricanos con el objetivo de preparar una demanda por separado contra los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, acusándoles de ser cómplices de los crímenes de guerra de las fuerzas israelíes en Palestina.
El abogado sénior del Tribunal Superior de Sudáfrica ha estado contactando con diversos países occidentales vía escrita exigiendo que Israel y sus partidarios sean procesados, contando también con letrados de los países acusados.
En concreto, el letrado argumenta que como «nadie responsabilizó a EE.UU. por los crímenes de Irak» deberían hacerlo ahora con la implicación en el conflicto entre Palestina e Israel, ya que «Estados Unidos continúa enviando dinero y recursos para permitir que Israel siga cometiendo crímenes».
Utilizando como guía el caso de genocidio presentado ante la CIJ en enero, comenzará el proceso contra las dos potencias occidentales. Si el juicio contra Israel concluye a favor de Sudáfrica, y teniendo en cuenta que las decisiones del principal órgano judicial de las Naciones Unidas son vinculantes y sin derecho a apelación, el gobierno de Netanyahu estaría legalmente obligado a cumplir, y probablemente estos dos países acusados de estar implicados en la masacre podrían enfrentarse a sanciones, aun a pesar de no aceptar el veredicto.
Sólo queda esperar que si Sudáfrica gana el caso, los gobiernos nacionales encargados de hacer cumplir la orden puedan solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU que autorizase el uso de la fuerza, y en esa coyuntura, que ningún miembro del Consejo bloquease esa acción, como sucedió cuando Ucrania presentó una demanda en virtud de la Convención sobre el Genocidio contra Rusia