"Intentaremos terminar el trabajo con las mínimas bajas civiles", afirma Netanyahu tras asesinar a más de 4000 niños palestinos
“No estamos teniendo éxito en minimizar las víctimas civiles en Gaza”. Benjamín Netanyahu no ha dudado en reconocer, durante una entrevista con la cadena norteamericana CBS, que la estrategia militar israelí está llevándose por delante miles de vidas civiles en territorios palestinos.
Durante la entrevista, el mandatario israelí también ha reconocido la campaña de amenazas del ejército israelí contra la población civil gazatí para obligarles a abandonar sus hogares y ciudades en un desplazamiento forzoso que muchos definen ya como una nueva Nakba peor que la de 1948: “Así que enviamos folletos, los llamamos a sus teléfonos móviles y les decimos: 'vete'. Y muchos se han ido".
Respecto a la “toma” del hospital de Al Shifa, durante la cual Israel no encontró ningún terrorista de Hamás, Netanyahu se reafirma en la excusa para asediar el centro sanitario provocando cientos de heridos y asesinados, entre ellos, bebés neonatos sin acceso a energía para mantener sus incubadoras. El primer ministro de Israel mantiene la afirmación de que actuaron siguiendo "fuertes indicaciones" sobre la existencia de rehenes israelíes retenidos en el hospital por las fuerzas de Hamás, aunque según la versión de las fuerzas armadas israelíes apenas se hallaron una cantidad irrisoria de restos de armamento ligero y chalecos en el interior del centro hospitalario. Mientras, las autoridades palestinas niegan que el hospital, que se mantenía activo y acogiendo a más de mil pacientes en el inicio del ataque, fuera el centro de operaciones de la organización.
Los hospitales del norte de Gaza continúan en estado crítico y el viernes se informaba de que otro de los centros de referencia, el hospital Al Ahli, el primero en ser asediado al inicio del conflicto y que aún se mantenía en precario funcionamiento, estaba siendo vaciado y apenas funcionaba como “un centro de primeros auxilios” según uno de los médicos que trabajan en él.
Occidente mantiene su postura de no intervención y Josep Borrell, de visita en Israel, ha seguido insistiendo en el derecho de Israel a “defenderse” y ha mostrado a Herzog, presidente israelí su solidaridad con el país, mientras que solicitaba a las autoridades hebreas una tímida petición de pausas humanitarias y un mejor acceso de la ayuda a los territorios atacados en Gaza. En su encuentro con la Autoridad Palestina, también llevado a cabo el pasado viernes, el Alto Representante de la Política Exterior de la UE transmitía su apoyo a los líderes palestinos y afirmaba la importancia de una “salida política” al conflicto, sin concretar cuál, cuándo, ni cómo debiera producirse. Más de once mil quinientas personas han muerto durante las últimas cuatro semanas en Gaza a consecuencia de los ataques indiscriminados de las fuerzas armadas de Israel.