Ugledar, la nueva pieza caída del Donbás
Rusia avanza. Si bien el movimiento es lento en un tablero como el ucraniano, el segundo país más grande del continente, no deja de ser evidente que durante el año 2024, Moscú ha acelerado la toma de ciertos enclaves estratégicos. Más que los kilómetros cuadrados, podríamos hablar de terminar ciertas batallas clave para la guerra. Entre ellas, una de las más enquistadas, por más de un año y medio, se encuentra Ugledar.
Además de como barrera de contención, Ucrania ha logrado asestar sendas derrotas a Rusia al repeler o destruir los distintos asaltos que Moscú trataba de lanzar sobre esta pequeña ciudad desde el sur
Esta localidad del sur de Donetsk ha sido de vital importancia como nodo defensivo para el gobierno de Kiev. Sin duda ha sido eficaz a la hora de contener los avances rusos en todo el frente sur de Donetsk, junto con el frente suroccidental de Velyka Novosilka. Pero es que además de como barrera de contención, Ucrania ha logrado asestar sendas derrotas a Rusia al repeler o destruir los distintos asaltos que Moscú trataba de lanzar sobre esta pequeña ciudad desde el sur.
El día 1 de octubre de 2024, esta costosa batalla ha llegado a su fin. Rusia ha presionado creando un caldero, tal y como se podía anticipar hace unas semanas, tras su avance desde el oeste y desde el este, quedando solo la vía norte como escapatoria para los soldados ucranianos en Ugledar.
Aunque en un principio pareció que las fuerzas ucranianas no se retirarían del que era ya un enclave estratégico, finalmente su posición se hacía insostenible si se quería evitar un embolsamiento que derivase en la creación de cientos de prisioneros
La presión en torno al cuello de botella creado en el norte ha ido arreciando hasta que las únicas vías de entrada o salida quedaron bajo tiro de las fuerzas rusas, lo que se conoce como un asedio o cerco operativo. Aunque en un principio pareció que las fuerzas ucranianas no se retirarían del que era ya un enclave estratégico, finalmente su posición se hacía insostenible si se quería evitar un embolsamiento que derivase en la creación de cientos de prisioneros de guerra.
En ese momento surgió un compromiso entre los intereses de defensa del territorio de Ucrania y de minimización de pérdidas de hombres. Si Kiev se marchaba, Rusia avanzaría con menor coste en el asalto a Ugledar. Pero si permanecían, su retirada tardía incrementaría el daño por la pérdida de hombres. No solo por lo comentado sobre los prisioneros sino porque Rusia habría podido mejorar sus capacidades en torno a la escapatoria norte y haber causado un mayor número de muertos o heridos.
El único valor estratégico de retrasar la salida era evitar la rendición de la localidad. Resistir para vencer una vez más la batalla de Ugledar y que haya valido la pena el retraso en la retirada que no llegaba. Si la retirada no se daba debía ser por el ánimo de conservar la plaza, apoyándose en el precedente de haberlo logrado en el pasado, incluso cuando Rusia ya llegó a tomar las dachas al este de la carretera hacia el norte. Después de aquel fracaso, Rusia se retiró de nuevo hacia el sur a la línea de Pavlivka en busca de otra estrategia.
Ucrania no iba a rendirse sin más pero quizá no midió el cambio que Rusia había aplicado con la presión por el norte, la toma de las alturas en las minas y la caída bajo control de Moscú de toda la carretera hacia Marinka e incluso de territorio al oeste de esa carretera. Era prácticamente claro que, salvo colapso ruso, Ugledar iba a ser tomada. Por ello, el retraso en la decisión sobre conservar hombres no parecía garantizar en ningún caso mantener la localidad bajo control.
Una vez Ucrania ha abandonado las últimas posiciones en Ugledar, ¿qué podría pasar ahora? ¿Qué implicaciones tiene perder una pequeña ciudad como Ugledar para Ucrania? El frente del Donbás no es pequeño precisamente, pero en su división sur era esta localidad la que contenía parte del avance hacia el norte.
No hay prácticamente ningún nuevo fuerte defensivo ucraniano en todo el territorio al sur de Kurajovo ni al este de Velyka Novosilka. Dejando a un lado la localidad de Velyka Novosilka, el campo que se encuentra en su zona oriental hasta Ugledar solo se encuentra mediado por dos pequeñas localidades más: Bohoyavlenka y Novoukrainka.
Si en otros casos como la caída de Avdivka, que llevaba siete años más que Ugledar convertida en un fuerte defensivo, no se vio el establecimiento de grandes líneas defensivas tras dicho fuerte, es complicado pensar que Ucrania, que ahora adolece de falta de hombres en Pokrovsk, haya planificado un entramado trasero a Ugledar.
En cualquier caso, Velyka Novosilka ya se ve presionada por el sur, aunque de manera muchísimo más tibia y lejana. Pero Kurajovo sí podría ser una ciudad que se vea más comprometida después de la caída de Ugledar si los rusos deciden presionar hacia el norte, dado su control sobre esa importante carretera Marinka-Ugledar, en lugar de hacia el oeste. Y es que Kurajovo es ahora mismo el horizonte que entrelaza las dinámicas de los teatros centro y sur. La zona meridional queda expuesta tras la caída de Ugledar pero la zona norte ya se encontraba comprometida por los avances de la gran aglomeración de Pokrovsk, en su subsección sureña por la batalla de Selydove y los pueblos adyacentes.
Ugledar ha sido la gran pieza del sur del Donbás con cuya caída Rusia puede presionar en varias direcciones estratégicas
En definitiva, Ugledar ha sido la gran pieza del sur del Donbás con cuya caída Rusia puede presionar en varias direcciones estratégicas. Y su toma no estaba en absoluto garantizada pero precisamente esas dudas por éxitos anteriores han propiciado que los ucranianos puedan haber cometido algún error de cálculo en sus defensas tras la localidad o en su retirada de la misma.