John Carlin niega en La Vanguardia que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza
John Carlin, autor de “El factor humano”, novelista y periodista británico que también posee la nacionalidad española, ha labrado gran parte de su carrera a partir de sus trabajos sobre Nelson Mandela y su lucha contra el apartheid sudafricano. Precisamente estos días, en los que Sudáfrica y la memoria de su ex presidente han estado presentes en todo el mundo durante el juicio contra Israel por delitos de genocidio ante la Corte Penal Internacional, el autor inglés ha utilizado La Vanguardia para expresar su opinión sobre el conflicto, que no coincide en absoluto con la del gobierno sudafricano: “Llámenlo carnicería o masacre de inocentes, pero lo que está haciendo Israel no es un genocidio”.
Carlin pone el acento precisamente en la palabra genocidio para negarla, y la describe como una “falsa definición del gran crimen que tiene en vilo al mundo”. El inglés acusa a “políticos y manifestantes propalestinos” de culpar a Israel de este delito con fines políticos que buscan “persuadir al mundo de la criminalidad israelí”, llegando incluso a cuestionar veladamente las cifras de la mortalidad causada por el ejército israelí, que cuantifica en “23.000 muertes, según fuentes palestinas”.
A continuación, el inglés reflexiona en su artículo sobre la inutilidad de la causa sudafricana ante La Haya: “Si Israel no le hace caso a Estados Unidos, no se lo va a hacer a Sudáfrica, ni a los jueces de la corte internacional” afirma, coincidiendo con las palabras de Netanyahu. “No morirán menos niños, no se destruirán menos hogares como consecuencia de la intervención legal sudafricana. Se trata de teatro, poco más”. Para Carlin, la acusación sudafricana es un acto de propaganda política a la interna para legitimar al gobierno de ese país y no servirá para frenar la carnicería en Gaza, algo que tampoco parece preocuparle demasiado, ya que la frialdad con la que Carlin asume la destrucción isarelí en estas líneas contrasta con la acalorada vehemencia que utiliza para defender a Israel de sus detractores internacionales. Así, el escritor llega a decir en las páginas de la Vanguardia que “genocidio es una palabra que contiene una especial carga emotiva ya que define el peor crimen del que es capaz la humanidad; porque así se coloca a los israelíes a la altura moral de Adolf Hitler”.
Durante el resto de la pieza, Carlin insiste en comparar genocidios como el de Ruanda o el propio Holocausto alemán para negar el que se está llevando a cabo en Gaza, si bien no aporta un solo argumento de derecho internacional, como sí hizo la defensa sudafricana contra la que carga el novelista británico, quien en tantas ocasiones ha invocado el espíritu de Nelson Mandela.