“Leonormanía”: el vasallaje de la progresía mediática
Cuando se trata de otros asuntos de la política cotidiana, las patas derecha e izquierda de la prensa del régimen tratan al menos de guardar las apariencias y uno puede encontrar aunque sea matices que diferencian sus enfoques sobre las cosas que pasan. Pero cuando se trata de la monarquía, caen todas las caretas, se terminan todos los matices y casi podríamos decir que desaparecen esas patas derecha e izquierda, ese reparto de papeles y de posiciones simbólicas, para dar lugar a un bloque monolítico y a un discurso único a favor de la monarquía.
La televisión pública lleva varios días en modo norcoreano, en coherencia con lo que se puede ver también en las calles de Madrid, llenas de rostros en gran formato de Leonor de Borbón. Para comprobar cómo lleva días preparando el terreno para el acto de hoy la televisión pública, basta un vistazo a la última edición de Informe Semanal. Tiernas escenas familiares, imágenes de la reina y la princesa saludando a sus súbditos y poco menos que besando cabezas de bebés, virtudes humanas y divinas de la monarquía glosadas sin ahorrar elogios en uno de los programas insignia de la televisión pública. La verdad es que cuesta encontrar la diferencia entre esto de Televisión Española y lo que uno se imagina que se podría ver en la televisión norcoreana cuando llegue la sucesión de Kim Jong Un. Están en modo “Queen Jong Un”, como tuiteó Javier Durán el otro día, los camaradas de la televisión pública.
Se supone que la televisión pública debería representar la pluralidad ideológica de la sociedad española y eso es incompatible con ese discurso 100% monárquico, porque eso no representa lo que piensa la gente en España. Recordemos que, según los sondeos de opinión disponibles, si se celebrara un referéndum en España sobre monarquía o república, ganaría la república. Pero esa opinión, que es compartida por millones y millones de personas en España, quizá por una mayoría, sencillamente no existe ni en la televisión pública ni, por supuesto, en las privadas. Para que luego digan que no hay un problema de falta de pluralidad en el poder mediático.
Otro momento de Informe Semanal en Televisión Española deja claro que el objetivo aquí, más que intentar convencer a la gente de la utilidad de la monarquía en términos políticos, es convertir a Leonor en un personaje pop identificado con su generación. “Buah, tía, ¿has visto a Leonor?” “¡Qué guapa y qué normal, como nosotras!”, dicen unas adolescentes que hablan entre ellas y admiran a la princesa en las pantallas de sus móviles. Todo un culto a una líder no electa que es incompatible con una televisión pública democrática.
La prensa del corazón está también en modo fervor monárquico, en esta misma lógica de tratar de construir un personaje pop en torno a la figura de Leonor de Borbón. Solo un ejemplo. Revista Semana: “La princesa más guapa de Europa”.
Y la derecha mediática, como os podréis imaginar, está directamente en modo NODO. Un par de ejemplos: Portada de hoy de La Razón: “Los españoles confían en Leonor como futura Reina”. Y portada de hoy del ABC: “Heredera de la Constitución”. El periódico que felicitaba el cumpleaños a Hitler y que hoy felicita el cumpleaños a Leonor le dedica en este día nada menos que 21 páginas a la puesta de largo de la princesa, a quien dirige loas de este tipo, aquí van simplemente algunos títulos de columnas de opinión hoy en este diario: “El futuro de España”; “La excelencia al servicio del Estado”; “Vientos de cambio”; “Un apoyo olímpico”; “Una mirada curiosa y femenina”; “Un futuro capital”; “Los españoles contamos con una nueva referencia”; “Leonor, símbolo de madurez, libertad y democracia”; “Liderazgo moral”.
Hoy es uno de esos días en los que queda claro por qué es más que correcto llamar “prensa cortesana” a este poder mediático facha madrileño. El nivel de servilismo y de vasallaje de estos súbditos autodenominados periodistas no conoce límites.
Falta todavía uno de los grandes éxitos de la propaganda monárquica: “la monarquía republicana”. El encargado en esta ocasión: Antonio Caño esta mañana en Telecinco, con “la Terra”, Ana Terradillos. “La corona es la institución que mejor representa los valores republicanos”. ¿Por qué no?
Este tipo que dice esto y que ahora es un asiduo en los platós del oligopolio televisivo y en medios de ultraderecha como The Objective, no lo olvidemos, era nada menos que el director de El País, el periódico supuestamente progresista más importante de España. Después le echaron con el objetivo declarado de darle al periódico de PRISA un giro a la izquierda. Pero, en lo que toca a la monarquía, los que ahora están al frente de El País no se diferencian en nada de la línea Antonio Caño. Acabemos viendo un poco precisamente esto, lo que está diciendo hoy la progresía mediática, porque eso es lo que completa el mapa.
Dos ejemplos: La Sexta y El País.
La Sexta, tu canal de izquierdas favorito, lleva días tratando de construir un término que apuesto a que vamos a escuchar mucho en los próximos tiempos: “Leonormanía”. “Así es la 'Leonormanía', el fenómeno fan que desata la princesa de Asturias en su 18 cumpleaños”. La cadena de televisión supuestamente más progresista de todo el arco televisivo estatal, habla de “Leonormanía” y de “fenómeno fan” el día en que se produce toda una operación para apuntalar a la monarquía corrupta española durante otros 40 años.
Algunas frases de esta pieza. “Tazas, imanes y banderolas con su rostro o gildas y bizcochos conmemorativos son el resultado del fenómeno fan que está generando la princesa Leonor en su 18 cumpleaños”.
Ah, claro, que las banderolas norcoreanas con las que han llenado Madrid y los miles de bizcochos con la bandera de España son por el “Fenómeno fan”. Es porque muchos fans de la monarquía se han autoorganizado espontáneamente para engalanar la ciudad, no porque hayan derrochado un montón de dinero público para llenar todo de dulces, souvenirs y banderas con la cara de Leonor. “Fenómeno fan”.
Más de La Sexta en la pieza de la “Leonormanía”: “La joven acapara todas las portadas de las revistas y al salir a la calle se puede apreciar que enamora a todos. Concretamente, algunas de las palabras empleadas para describirla son "formada", "mona" o "agradable"”.
Esto, hay que insistir, es lo que dice el canal supuestamente de izquierdas en España. Y volvamos al diario más importante de la progresía mediática, porque ahí se ve el otro elemento que se pretende instrumentalizar. Tuit de El País de esta mañana: “La princesa Leonor se ha criado bajo el influjo de mujeres fuertes. La primera de ellas, su propia madre, Letizia Ortiz: Periodista de profesión, divorciada, de izquierdas, de ideales republicanos hasta que conoció a Don Felipe y agnóstica”.
Si es que no sabemos la suerte que tenemos con esta monarquía... ¡Que quiten ya la chorrada de las elecciones y que nos gobierne para siempre esta familia tan progresista, tan liberal, tan de izquierdas... y tan feminista!
Sí, feminista.
Algunos párrafos de otra pieza de El País. Titular: “La princesa de Asturias y el peso de la Corona”. Y nos dice sobre Leonor de Borbón el periódico que se hizo un poco facha con Antonio Caño pero que ahora ha vuelto a ser muy de izquierdas: “Su formación académica y militar ha sido diseñada para reinar, pero su vida social se aleja de la alta sociedad”. “Es sosegada, reflexiva, pero también decidida, según quienes la conocen”. “Tiene la responsabilidad de llegar a personificar una especie de servicio público 24/7, de ser útil —continúan las mismas fuentes— e intentar que a los 48 millones de personas en España les vaya mejor”.
“Un servicio público 24/7 para que los 48 millones de españoles vivan mejor”. Esta es, según El País, la función de la monarquía. Impresionante.
Y aquí llega el meollo: ““No es la princesita del guisante, no está en un guindo, le importa el cambio climático y el medio ambiente; el feminismo, el impacto social del trabajo, lo diferente, la diversidad, la salud mental; lo consulta todo en las redes, y de televisión ve los informativos. Como su generación. Conecta con su tiempo”, concluye una fuente de su entorno”.
Continúa El País: “Las hijas de los Reyes no han estudiado en colegios religiosos; no van a puestas de largo ni a monterías; tampoco a las regatas, el golf ni las estaciones de esquí de moda; no pisan Sotogrande ni el club Puerta de Hierro. “Son feministas, consideran indiscutible el principio de igualdad de derechos entre la mujer y el hombre, y no contemplan la perpetuación de los roles tradicionales en la sociedad y la familia”, afirma una fuente cercana. “No viven desocupadas, en entornos endogámicos y con un aire superficial por tener la vida resuelta”.
Lo resume El Economista en su titular: “Leonor cumple 18 años: la jura histórica de la futura jefa del Estado, símbolo de una monarquía feminista y nueva”.
Es alucinante y bastante obsceno que se pretenda utilizar el feminismo precisamente para legitimar la institución más patriarcal y antidemocrática que puede existir, como es la monarquía. Un insulto a la lucha de millones de mujeres a lo largo y ancho del mundo y de la Historia.
Pero eso es lo que nos espera: de los creadores de la “monarquía republicana”, llega la “monarquía feminista”.
“Los aliados progresistas del poder, históricamente, han sido la principal base de legitimación del conjunto del sistema. España se puede permitir que la monarquía, las cúpulas judicial, policial, militar y mediática sean un nido de corruptos y que los principales partidos sean cooperadores necesarios de esa dinámica, pero no se puede permitir perder el flanco izquierdo que los legitime. Ese fue el papel de los dos grandes partidos de la izquierda en la Transición”, decía Pablo Iglesias en un reciente editorial de La Base. Y podríamos añadir hoy que ese mismo es, sin duda, el papel de la progresía mediática con la monarquía. Porque, si todo este vasallaje y todo este fervor monárquico fuera cosa solo de la derecha mediática pero la prensa supuestamente progresista defendiera posiciones democráticas, otro gallo cantaría en España, probablemente. Pero no. Con la puesta de largo de Leonor, la progresía mediática ha vuelto a demostrar que es tanto o más monárquica que la derecha.
Este texto es una adaptación del análisis de Manu Levin en La Base, puedes escuchar el episodio completo aquí: