Ni rastro en las portadas del archivo de la causa en contra de Mónica Oltra en los principales periódicos de España
Ni la derecha ni la progresía mediática han llevado en portada una de las noticias de mayor relevancia para la democracia en los últimos años: el archivo de la investigación contra Mónica Oltra.
Su imputación se debió por presuntamente encubrir los abusos sexuales llevados a cabo por su exmarido a una menor tutelada de un centro de menores, que dependía de la Conselleria que lideraba Oltra en aquel momento.
La causa obligó a la entonces vicepresidenta primera de la Generalitat Valenciana a dimitir pese a que, tal y como ha señalado el juez, no hay “indicios de la comisión de delito alguno”.
A pesar de la contundencia de las palabras del juez en la resolución, periódicos como ABC, La Razón, El Mundo, La Vanguardia o El Periódico no han hecho mención alguna del archivo de la causa, algo que no ha pasado desapercibido en redes. Tan solo El País ha dedicado una pequeña parte de la columna: “El juez archiva la investigación que llevó a dimitir a Mónica Oltra”, citando que Oltra defendía su inocencia, pero ni rastro de quienes fueron aquellos que la acusaron.
Sin embargo, las portadas de estos mismos medios eran bien distintas después de conocerse la imputación de Oltra, el 16 de junio del 2022.
Por aquel entonces, el 17 de junio El Mundo titulaba en portada “Puig mantiene a Oltra, imputada por los abusos de su exmarido” señalando que el magistrado “maneja indicios de que encubrió a su exmarido” para “proteger su propia carrera política”. Ese mismo día, La Razón también dedicaba parte de la portada a la imputación de la de Compromís bajo el titular “El TSJCV cree que Oltra conocía los abusos de su es ‘desde el principio’”.
Pero las portadas más duras fueron los días siguientes, cuando después de conocerse su imputación, Mónica Oltra anunció en una rueda de prensa que no iba a dimitir, defendiendo su inocencia y la falta de pruebas. El 18 de junio, El Mundo, junto a una fotografía donde se puede ver a una Oltra con cara de preocupación, titulaba “El Gobierno de Puig ni siquiera discute el cese de la imputada Mónica Oltra”, dando por sentado que tarde o temprano Oltra dimitiría y recogiendo las palabras de Ximo Puig respecto a ello: “Hay que reflexionar y tomar decisiones”.
ABC fue más allá y dedicó la portada íntegramente a desprestigiar a Mónica Oltra titulando: “Oltra se atrinchera y desafía a todos: ‘no voy a dimitir’”. En la portada se observa cinco fotografías de la vicepresidenta perfectamente seleccionadas como forma de estímulo negativo (de nuevo caras de preocupación, seriedad, y muecas propias de gesticular en las que Oltra sale peor) junto con frases citadas que la vicepresidenta dijo esa rueda de prensa. También señalan al propio partido asegurando que Compromís “amenaza con romper el gobierno si la destituyen” y protegían a los jueces que “defienden la imparcialidad del TSJ por su ‘motivada’ imputación”. A 2 de abril de 2024, la portada de ABC ni siquiera la nombra.
Después, Mónica reapareció en un mitin de Compromís y las portadas pasaron de usar sus fotografías con cara de angustia a emplear otras del mitin celebrado esa misma semana donde se vio a Oltra bailando, la forma en que la política valenciana quiso mostrarse fuerte.
Esto sirvió a los medios de comunicación para vender el marco de una vicepresidenta imputada que está “de fiesta”. El Mundo volvió a llevar esto a su portada el 19 de junio: “Fiesta tras la imputación. Compromís sella su desafío a Ximo Puig con una exaltación de Mónica Oltra”.
Días más tarde, el 21 de junio, tras esta presión mediática, judicial y política, Mónica Oltra dimitió y todas las portadas se hicieron eco:
El País, con una imagen de la vicepresidenta emocionada: “Oltra dimite bajo la presión de Puig: ‘No voy a ser su coartada’.
El Mundo, con una imagen de Mónica Oltra llorando que ocupa casi toda la portada: “El PSOE tumba a Oltra tras el 19-J y debilita el proyecto de Díaz”.
La Vanguardia cita tan solo el poder político —ni el mediático ni el judicial— como causante de la dimisión de la vicepresidenta, “la presión política fuerza la salida de Oltra del Ejecutivo valenciano”.
ABC volvió a llevarla en portada con una foto similar al resto de medios: “Mónica Oltra deja sus cargos acorralada y con reproches para todos”.
Incluso La Razón llevó a su portada una Mónica Oltra derrotada tras la “fiesta”: “Mónica Oltra, del Baile a la dimisión ‘con los dientes bien apretados’”.
Estas portadas son la tercera pata del lawfare, que no solo es la persecución del poder judicial y político a figuras políticas, sino también la persecución y presión mediática hacia políticos como en este caso Mónica Oltra, pero también contra Victoria Rosell y Podemos.
Mónica Oltra ha sufrido lawfare ¿por parte de quién?
Son pocos los medios que han hablado han dicho claramente que el caso de Mónica Oltra ha sido un caso de lawfare. Y en relación con esto, cabe destacar la falta no solo de calificar este caso como lawfare, sino la explicación de quienes han sido los que orquestaron esta persecución política, mediática y judicial.
Desde Diario Red, así como Público y Spanish Revolution sí que se ha recordado recientemente a quienes orquestaron toda una campaña sin pruebas contra Mónica Oltra que le llevo a la dimisión.
Fueron principalmente José Luis Roberto, abogado de la víctima abusada por el exmarido de Mónica Oltra y líder de la organización fascista España 2000; Cristina Seguí, una de los fundadores de Vox en el País Valencià y agitadora ultra en diferentes medios de comunicación y redes sociales, fue quien presentó la querella contra Oltra; y Vox, que se presentó como acusación popular y ahora ocupa la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana, gobernando en coalición con el Partido Popular.
Pero hay más. “Seguid el rastro del dinero”, pedía Mónica Oltra, en Les Corts con una fotografía en las manos en la que aparecía la conexión entre los diferentes actores que planificaron su persecución: la propia Cristina Seguí junto a Alberto de Rosa y el expresidente del PP Francisco Camps en una estación de Ave de Madrid poco después de que se presentara la querella en contra de Oltra.
Alberto de Rosa es presidente del Grupo Ribera Salud, grupo empresarial que dirige los hospitales privatizados por parte de los anteriores gobiernos del PP y que el Botànic estaba devolviendo a la gestión pública, provocando una pérdida millonaria para el grupo. Además, también es hermano de Fernando de Rosa, miembro del Partido Popular, Conseller de Justicia con Camps, expresidente de la Audiencia Provincial de Valencia y exvicepresidente del CGPJ.
Intereses políticos y empresariales reunidos en una fotografía y que los medios de comunicación, los mismos que ahora no llevan a Oltra portada, apoyaron.