Colombia

El País contra Petro por apoyar a los medios independientes

Prisa vuelve a arremeter contra el presidente colombiano por anunciar que repartirá el presupuesto asignado a los medios de comunicación digitales y comunitarios 

February 28, 2024, Bogota, Cundinamarca, Colombia: Colombian president Gustavo Petro speaks during the inauguration ceremony of the International Tourism Showcase 'ANATO' in Corferias, Bogota, Colombia, on February 28, 2024.,Image: 851927785, License: Rights-managed, Restrictions: , Model Release: no, Credit line: Cristian Bayona / Zuma Press / ContactoPhoto
Cristian Bayona / Zuma Press / ContactoPhoto

El 12 de septiembre Gustavo Petro hablaba ante una audiencia de 1.500 trabajadores de medios de comunicación independientes durante la última edición del Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales. Preguntado por el prometido aumento de los recursos públicos para este sector, respondió aludiendo a la insuficiencia parlamentaria y la incapacidad de aprobar los presupuestos. No obstante, los asistentes no quedaron decepcionados pues pronto el presidente, con la confirmación in situ del ministro de TIC, anunció que harían efectiva por vía normativa la Ley de Tercios. Los efectos de esta ley obligarían a dirigir un tercio de la pauta oficial a los medios en redes, otra tercera parte a los tradicionales y la última a medios alternativos.

Diario Red ha tratado en varios artículos la guerra interna disputada en Colombia entre el gobierno de Petro y los apellidos de las oligarquías familiares que controlan el gran capital colombiano y mantienen su influencia en las instituciones estatales. Como también se ha expuesto en programas de La Base, esta oposición elitista habría tratado de erosionar el apoyo popular del presidente para crear las circunstancias propicias a un golpe de estado blando, uno que derrocara al gobierno mediante artimañas y resquicios legales que con los índices actuales de popularidad serían intolerables.

Petro ha denunciado en reiteradas ocasiones que los principales medios de comunicación del país, los llamados medios tradicionales” o medios del establecimiento” han sido el arma principal de deslegitimación.

La calumnia, las verdades a medias, un silencio total para con las reformas y los logros del gobierno y, en muchas ocasiones, las fake news han sido los instrumentos utilizados por “las familias Santo Domingo, dueñas de El Espectador, Caracol TV y Blu Radio; Ardila Lülle, propietaria de RCN; Luis Carlos Sarmiento, propietario de El Tiempo; y la familia Gilinski, dueña de Semana”como enumeraba la propia noticia de El País. Justo después de mencionar los nombres de los dueños de estos medios, y sin darle importancia al hecho, el periódico daba voz a Jonathan Bock, presidente de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y conocido crítico de Petro.

Escoger un opositor político para iluminar con sus declaraciones un artículo es una táctica empleada con frecuencia por los medios cuando quieren tomar partido en contra de algo o alguien sin parecer que es su voz la que se posiciona. Además, no es la primera noticia de este periódico que ataca a Petro por sus comentarios sobre los medios convencionales empleando la figura de Bock. Este expresaba en una entrevista de 2020 para El País: “Aquí cada vez vemos que los líderes políticos más representativos no se sonrojan cuando señalan a los periodistas de desinformar, y van colgando etiquetas que generan un estigma general hacia los medios… un daño que termina siendo irreparable porque pone también a la sociedad en contra de los periodistas, a los mismos periodistas en contra de los periodistas, y va calando muy hondo. Es un efecto que va erosionando de manera más silenciosa”. En la misma línea dirigía sus declaraciones acerca del discurso de Petro en el acto durante el que anunció la nueva ley considerando que fue  “una tribuna que el presidente utiliza para encasillar a los que él considera son periodistas de verdad y los que considera son unos arrodillados al poder”. Este tipo de discursos, valoraba, termina “haciendo daño, generando una grieta muy grande con su discurso entre los medios comunitarios o alternativos y lo que él considera la prensa del poder”.

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La noticia de El País se suma así a una larga lista de piezas de la derecha mediática, tanto la colombiana como la española, que tratan de descalificar las críticas a los oligopolios informativos, las denuncias contra el acaparamiento de la comunicación social en manos privadas que la tratan como mercancía, disfrazándolas de ataques contra la libertad de prensa y la vocación crítica del periodismo. Cuando el expresidente ecuatoriano Rafael Correa pisó el plató de TVE para ser entrevistado en 2013 defendía el mismo mensaje que Petro y también fue criticado con dureza. “Creo que debe haber más medios comunitarios que no tengan ese conflicto entre el lucro y el bolsillo y la comunicación social” le contestaba a una Ana Pastor insistente en defender la libertad de prensa de los medios más poderosos. En otra entrevista para la televisión pública española, sentenciaba rotundo: Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”. Por desgracia para él, su defensa en ambas entrevistas no le libró de acusaciones de antidemocrático provenientes de las mismas empresas informativas a las que se refirió.

El propio artículo al que hacemos referencia concluía aclarando que Petro “ha reunido a las cabezas de decenas de medios pequeños, a quienes les cambiaría el futuro profesional de tener una porción mayor de la pauta oficial”. ¿Cómo puede calificarse el apoyo con recursos públicos a periodistas en regiones olvidadas y medios sin financiación privada como algo que atenta contra la libertad de prensa? Que cientos de nuevos periódicos, radios, informativos y programas entren a competir con las contadas cadenas que hasta ahora acaparan la opinión publicada, ¿no es más democrático?