Pedro J continúa la conspiranoia sobre el 11M veinte años después, ahora desde El Español
Cuando se cumplen 20 años del atentado yihadista en Madrid que le costó la vida a 192 personas, siendo el atentado con más víctimas mortales de Europa, el que fuera el gran muñidor desde las páginas de El Mundo de la ‘Teoría de la conspiración’, con la que trató de culpar a ETA porque eso le hubiera reportado beneficios electorales al PP de José María Aznar, vuelve a situar este mismo enfoque desde El Español, periódico que dirige después de salida de la cabecera de Unidad Editorial.
El digital de Pedro J. Ramírez ha entrevistado a Jamal Zougam, preso desde hace 20 años por ser considerado el autor material de los atentados del 11M de 2004. Así, según explica el periódico, Zougam “sigue reivindicándose inocente con la misma vehemencia del primer día”. Como argumento de peso de su inocencia, El Español sentencia: “Le apoya toda su familia”.
En la entradilla de la entrevista, el digital de Pedro J. Ramírez enfatiza que “sus huellas dactilares no aparecieron en ningún lugar vinculado con los atentados, su imagen no fue grabada por las cámaras de las estaciones, no se probó que tuviera relación con ninguno de los yihadistas que participaron en la masacre y la principal prueba de cargo contra él fueron los testimonios de dos viajeras de los trenes de cuya veracidad existieron serias dudas desde el principio”.
Todo esto, a pesar de que en el juicio quedó probado que le vendió las tarjetas a los terroristas que activaron los móviles. El autor de los atentados sigue defendiendo su inocencia y culpa de su encarcelamiento al Juez Bermúdez, del que dice que “no sé cómo puede dormir sabiendo que tiene a un inocente en la cárcel”.
En defensa de su inocencia, Zougam subraya que está en prisión porque “con un atentado de esta magnitud, es un fracaso no condenar a nadie como autor material. Sería un fracaso policial y judicial y no se lo pueden permitir”.
En esta línea de defender su inocencia, el autor material de los atentados del 11M se define como “musulmán moderado” y dice que le gusta la moderación en todo: “en la comida, en la bebida, en la vestimenta, en el hablar, en reír, en fin, en todo”.
El autor material de los atentados considera que se siente “como el judío que vivía en Alemania durante el gobierno nazi” y señala que, de tener delante a alguna de las víctimas, le diría que “soy víctima como vosotros”. El periódico se preocupa también del estado de salud de Zougam, de su estado anímico y de su relación con el resto de los reclusos y con los funcionarios de la cárcel coruñesa de Teixeiro.