87 aniversario de “La desbandá”, un crimen de guerra del ejército franquista
Este 6 de febrero de 2024 se cumple el 87 aniversario de uno de los peores crímenes contra los derechos humanos cometidos por el ejército franquista: Bombardeos, persecución y gestos humanitarios en medio del horror de la Guerra Civil.
El 6 de febrero de 1937, las tropas franquistas conquistaron Málaga. Alrededor de unas 300.000 personas tuvieron que huir hacia Almería de una muerte casi segura. La mala suerte que corrieron fue que, en ese trayecto de 200 kilómetros, fueron bombardeados por aviones y por cañones del Crucero Baleares desde el mar. Eran miles de familias huyendo de la opresión del régimen franquista, en esa forzosa fuga había numerosos niños y niñas, quienes tuvieron que ser protegidos por sus padres. Esos padres defendieron con sus propios cuerpos a sus hijos e hijas. Aunque el resultado fue que más de 5.000 civiles fueron asesinados. Fue una de las peores masacres de refugiados llevada a cabo en la Guerra Civil española.
Además, la ciudad de Málaga fue víctima de un bombardeo aéreo, lo que causó un pánico atroz ante la represión y la ocupación de la ciudad por parte del ejército franquista. Fue dura la primera semana, tras la conquista de la ciudad malagueña, fueron asesinadas otras 4.000 personas, aunque cabe destacar que la cifra sería mayor, puesto que, en 2010, tras un estudio se confirmó la cifra de 3.600 ejecutados, únicamente en las fosas de los cementerios de Málaga. El historiador conservador Hugh Thomas habla de “escenas dantescas en los cementerios por el profanamiento de tumbas republicanas por parte de falangistas y beatas”.
Para quienes estaban huyendo de Málaga, cuyo único refugio era la costa de Almería, sufrieron cortes en las carreteras a propósito, por las tropas fascistas para que el combinado bombardeo desde los aviones y las baterías de los barcos resultaran mortalmente eficaz. Fueron atacados desde el aire por aviones alemanes e italianos, mientras que, los acosaban bombardeándoles desde el mar los buques Canarias, Almirante Cervera y el crucero de Baleares.
El médico Norman Bethune se desplazó hacia Málaga con una unidad de transfusión de sangre para socorrer a los refugiados. De su experiencia dejó un desgarrador testimonio escrito: “habíamos pasado al lado de tantas mujeres y niños afligidos que pensamos que lo mejor era volver y comenzar a poner a salvo los peores casos nuestro coche era asediado por una multitud de madres y padres que con los brazos extendidos sujetaban hacia nosotros sus hijos, tenía los ojos y la cara hinchada y congestionada tras cuatro días bajo el sol y el polvo" “Llévense a éste", "miren a este niño", "este está herido". “Los niños, envueltos de brazos y piernas con harapos ensangrentados, sin zapatos, con los pies hinchados aumentados dos veces su tamaño, lloraban desconsoladamente de dolor, hambre y agotamiento” “Doscientos kilómetros de miseria. Imagínense 4 días y 4 noches escondiéndose de día, ya que los perseguían con aviones; caminaban de noche agrupados en un sólido torrente hombres, mujeres, niños, mulos, burros, gritando los nombres de sus familiares desaparecidos entre la multitud”.
Este doctor, hizo un gran gesto humanitario, puesto que intentó salvar todas las vidas posibles, pero fue muy complicado, porque, además, no había comida para abastecer a los civiles y a ello se sumaban las condiciones meteorológicas extremas de esas fechas. Mientras trasladaba especialmente a niños, niñas y mujeres al refugio de Almería, los refugiados empezaron a ser bombardeados nuevamente por los aviones.