Alianza Europea de Izquierdas por los Pueblos y el Planeta
El nuevo partido de izquierdas europeo forjado por la Francia Insumisa, Podemos, el Bloco de Esquerda portugués y otros partidos de distintos países de la Unión Europea, se llama Alianza Europea de Izquierdas por los Pueblos y el Planeta. Noto en ese nombre resonancias del himno de Andalucía que la izquierda andaluza entona: “Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad, sean por Andalucía libre, los pueblos y la humanidad.” Dotar a la naturaleza y los animales de personalidad jurídica para protegerlos, es considerar la protección del planeta condición de posibilidad para la supervivencia de la humanidad.
El nombre del nuevo partido reconoce la existencia de pueblos culturales, muchos de los cuales han devenido, por voluntad propia, pueblos políticos. Al igual que desde la mirada de la ecología, el planeta es un inmenso conjunto de ecosistemas, desde una mirada política el planeta es un conjunto inmenso de pueblos culturales y políticos. Un pueblo es a la política lo que un ecosistema es a la biología. Un conjunto de relaciones que promueven la supervivencia del conjunto, un conjunto de relaciones que forjan la resiliencia, esa capacidad intrínseca de resistencia.
El nuevo partido de la izquierda europea se aleja de una izquierda subalterna de la socialdemocracia liberal
El nombre del nuevo partido de izquierdas europeo, una alianza de partidos, es un acierto. Representa en sí los tres bienes mayores que la izquierda debe proteger, la clase trabajadora, los pueblos y el planeta. Al igual que en el planeta la base de la supervivencia de la vida es la biodiversidad, encargada de cerrar los ciclos metabólicos, la base de la supervivencia de la humanidad es la federación pacifista del poder democrático. Por los pueblos y el planeta es lo mismo que decir por los pueblos y la humanidad.
El nuevo partido de la izquierda europea se aleja de una izquierda subalterna de la socialdemocracia liberal. A su vez, a la vista de las estrategias que sus principales componentes tienen en sus países, no pretende suplantarla, en todo caso sustituirla como agentes hegemónicos de los distintos pueblos de Europa. El desastre que ha supuesto en el estado español el fracasado proyecto de Sumar, se debe al delirio en la creencia de que se puede ser fuerza subalterna del PSOE y a su vez suplantarlo. Ni subalternidad ni suplantación, el proyecto ha de ser para sustituir a la socialdemocracia liberal.
El objetivo es ganar espacio a la decadencia ideológica de un PSOE que está entregando conscientemente el estado español a la derecha
La nueva izquierda con aspiraciones de hegemonía ha de proyectarse hacia el horizonte de sustitución de la socialdemocracia liberal, devenida ésta en el proyecto ideológico más light de la derecha económica, útil a los capitalistas como tampón de una izquierda rupturista. Esa nueva izquierda cuyos componentes reconocen las identidades de clase y las identidades de género, reconoce en su nombre las distintas identidades de los pueblos culturales y políticos. Un avance importante que no eludirá reconocer la existencia de, además de desigualdades de clase y de género, desigualdades entre pueblos y, consiguientemente, la obligación de la solidaridad internacionalista.
Intuyo que un proyecto de cooperación política a nivel europeo como el de la Alianza Europea de Izquierdas por los Pueblos y el Planeta es, si no en forma de partido, extrapolable al estado español. La plurinacionalidad no es otra cosa que el reconocimiento mutuo de la existencia de diferentes pueblos políticos asentados en territorios. Una alianza plurinacional estratégica hacia un horizonte republicano, se torna imprescindible en el actual momento político. El objetivo es ganar espacio a la decadencia ideológica de un PSOE que está entregando conscientemente el estado español a la derecha.