Cavamos porque no cabemos

willy-veleta
La Ley de Amnistía es algo, un avance necesario, pero como siempre en este país queda tanto por hacer…

Esta es una crónica parlamentaria al desuso, sobre el día que se votó por fin la dichosa Ley de Amnistía.

Y ojo que ahora vienen curvas pero que nos quiten lo bailao´.

Llegué al Congreso (como buen cagaprisas) antes de que hubieran puesto las calles.

Mi única misión era zamparme un pincho de tortilla antes de que empezara el lío.

Una diputada me lleva a una cafetería oculta del Congreso porque según ella allí hay más posibilidades de que nos atiendan rápido.

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Yo le insisto: —¿Pero en esta también hay tortilla?

Duda, carraspea, no me aclara nada. Mal empezamos.

Abrimos la puerta de la clandestina cafetería y nos percatamos de que todavía no está operativa. Me dieron ganas de preguntar: —Ya veo que está cerrada pero ¿hay tortilla?

Nos fuimos con cara de pena.

Para rematar la jugada nos encontramos a no sé quién de Sumar en el ascensor. Le pregunté a la diputada si los de Sumar también están en este edificio y me confirmó que no.

—No sé que hace por aquí, la verdad, me confesó sin darle mucha importancia.

A ver si va a ser la que desahucia las oficinas de Podemos y tira todo al pasillo, pensé yo sin decir nada, porque lo importante era el pincho de tortilla y la amnistía.

—Igual tienen a Lilith Verstrynge metida en un armario y fueron a darle de desayunar, pensé… (fruto del hambre y el cansancio).

Salimos sin más a la Carrera de San Jerónimo. Me pongo a corretear y meter el micrófono a todo lo que se movía. Adiós pincho, adiós diputada.

Me doy de bruces con Oriol Junqueras. La jefa de comunicación de ERC Congreso es como una estrella de cine italiana de los años 60. Le hace un mínimo gesto a Oriol para que me atienda. En una sola mueca (y eso que va con gafas de sol) le dice varias cosas:

1-Willy es de fiar.

2-No te la va a liar.

3-Es colega de Rufián.

4-Un día le preguntó a Teresa Jordà y Montse Bassa si habían comido los canelones de San Esteban en tu casa.

5-Conoce al noi del Sucre.

Así es Txell. Así soy yo.

Acabo con Junqueras (en el buen sentido) y aparece Rafa Hernando (PP).

Viene medio sopa, parece que viene de un after, se quita las gafas de sol y arremete contra la Ley de Amnistía. Sin despeinarse. Viene con el mensaje aprendido. Sánchez bla bla bla.

Le hablo de los 6 de Zaragoza, de Pablo González en Polonia. Yo creo que no sabe quiénes son. Las resaca tienen mala amnistía.

De repente aparece en escena el vicepresidente primero del Congreso, sonriente, como siempre. Llamémosle Alfonso o Celis porque su nombre real es Alfonso Gómez Rodríguez de Celis.

Tampoco conoce quiénes son los 6 de Zaragoza. Como para preguntarle por Enrique Ruano o Yolanda González.

Veo en el horizonte que Jordi Turull y Oriol Junqueras se dan un abrazo. Nadie alcanza a hacer la foto. Puchi desde Waterloo (o donde esté, yo me pierdo) se cuela en ese abrazo.

Es un día importante para mucha gente. Gente que quiso poner una caja de plástico comprada en la papelería de mi barrio (con forma de urna) para decidir una cosa muy lógica y que lleva siglos dando por saco en este país. Les molieron a palos, les dijeron “a por ellos”, les metieron en la cárcel. Estremera, Lledoners, Alcatraces del siglo XXI.

Lo que se hace en Quebec o en Escocia aquí es pena capital. Somos modernos para lo que queremos. Para el código QR y esas chorradas.

Taylor Swift versus Pepe Rubianes. Me quedo con el segundo.

Más Europa dice el lema de campaña del PSOE. Más País, Más Madrid. Pero nadie aclara a qué mierda de Europa se refieren, a qué mierda de país se refieren o a qué mierda de Madrid se refieren.

¿Bailar el chotis en una boda?

¿Operación Chamartín en vena?

¿La Europa que le pone una bayoneta en la cara a los del ex Pacto de Varsovia para tocar las narices?

¿La Europa que esquilma África y luego pone vallas con concertinas para los que huyen buscando un mundo mejor?

¿La Europa que se caga cada día en el pueblo palestino?

¿La Europa que nos recuerda que abrir nuestra nevera es activar la depresión soterrada que sembramos cada vez que vamos a un supermercado a comprar tres cosas por 20 euros?

¿La Europa que no saca de una celda polaca o le hace un puto juicio a un reportero europeo encarcelado por sacarle los colores y las miserias a la Europa macarra y abusona? (Sí, me refiero a Pablo González).

Su señorías se meten al hemiciclo. No me subo a la tribuna de prensa porque no quepo y porque quiero ese pincho de tortilla.

No quepo porque cuando hicieron la tribuna allá por finales del siglo XIX los periodistas eran seres pequeñitos, como los 13 enanos de El Hobbit (gracias Tolkien).

La cafetería del Congreso está a reventar. Encuentro un hueco en la barra, junto a un compañero de Canal Red.

No digo el nombre porque no sé si se escribe con M o con N al final.

Me fijo que toma el pincho de tortilla sin agua y sin Coca Cola. Me temo lo peor: lo va a tomar con café con leche. Pero no, se lo toma a palo seco. Menos mal. Aunque también es un poco raro. Debe retener líquidos.

Me pregunta la camarera si lo quiero con cebolla o sin cebolla, el pincho.

—La que esté más jugosa, es la única respuesta posible.

Como la de Bake-Eder en Gernika.

Me entero por mi compañero que está Pablo Iglesias en algún lugar del Congreso. En un estudio improvisado (o no tan improvisado) de RAC 1.

Al fin voy a poder preguntarle (micrófono en mano) por qué solo salen cosas simpáticas suyas en programas de la SER. ¿Por qué sale el verdadero animal político en TVE?

Llevo años pensando que si la gente conociera el otro lado de la luna PIT se sorprendería.

Pero nadie me escucha, no me impongo. Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido. Ya conocéis mi torpe aliño indumentario. De la flecha de Cupido ni os hablo. Llena de pelos.

No le voy a preguntar si va a abrir un Garibaldi en CDMX porque después de verle beber leche para mitigar el picante (en el programa de Raúl Pérez)… creo que Claudia Sheinbaum no le dejaría entrar en el país.

Ante la imposibilidad de entrevistar al jefe (la cosa con RAC 1 va para largo) me quedo en el patio del Congreso esperando a que pase algo.

La jefa de gabinete de Yolanda Díaz me sonríe y me pregunta qué tal estoy, con mucho énfasis. No sé si me ha confundido con alguien.

El otro día vi en la tele a un concursante de Cifras y Letras que se parecía a mi (en delgado). Igual es eso.

Si fuera Urtasun sabría que me sonríe sincero. Aunque me huya.

Salgo a la Carrera de San Jerónimo a tomar posiciones porque veo que la votación empieza, como empieza la bronca en el interior.

Va a haber un voto menos porque la diputada de Podemos Martina Velarde tiene a su hermano MUY enfermo.

Ha pedido hasta la saciedad el voto telemático pero según el reglamento decimonónico solo aplica si es familiar directo: uno mismo o un hijo/hija.

¿Y si tu hermano es lo único que tienes en el mundo?

¿Y si tu hermano es como tu hijo?

¿No es un hermano que coquetea con los paliativos en el fondo un hijo que necesita el calor y el cariño de una hermana?

¿Qué mierda de reglamento es ese?

Si la persona afectada llega a ser de Vox entra el General Pavía al galope con el voto telemático en la mano, no lo duden.

Igual el partido podría haberlo adelantado en un comunicado o algo. Llámame loco.

—A nuestra diputada por Granada se le ha denegado el voto telemático pese a estar varada en el lecho de muerte de un ser querido que la necesita junto a su cama, no a 500 kilómetros.

Pero imaginaos (tratándose de Podemos) lo que hubiera dicho la esbirra de Ferri o los esbirros de otros medios de la cloaca:

—Podemos como siempre dando la nota, robándole el protagonismo a la votación de la Ley de Amnistía. ¿No podían haber esperado?

Nada les vale.

Por eso siempre hay que hacer lo que uno cree conveniente. Porque te la van a clavar igual.

Congreso año 2024: Aparatos para traducir las intervenciones en 80 idiomas diferentes pero una diputada no puede votar de manera telemática porque… patatas.

Volviendo al hemiciclo, me dicen que se han dicho auténticas mezquindades. Ojo que no es la primera vez. Ni será la última mientras no rocíen con Zotal los escaños de los que serían capaces de entrar con pistola en el hemiciclo, si les dejaran. Alguno lo ha intentado, no te creas.

—Vende patrias, traidor, traidores…

Si la patria es la patria que quieren esa manada de fascistas normal que la haya vendido. Yo la hubiera regalado.

Y traidor de alguna manera sí lo es. Traidor a la España casposa, a la que te hiela el corazón. A la que despertó con una cacerola en la mano cuando todo el mundo estaba en casa confinado.

Querían ir a El Corte Inglés a comprar el nuevo modelo de rifle de caza para amedrentar menores extranjeros no acompañados. Viva la caza menor.

Pero Pedro Sánchez no es traidor de nada porque no tiene convicciones firmes. Lo único que le importa es él, su legado, su traje de Emidio Tucci, su cal, su arena, su colchón con Rivera sí. Más Moncloa, Más Europa (la suya), Menos Izquierda. Más Rey de Marruecos, adiós Frente Polisario.

Un tío listo, dicen. Pero con su pan se lo coman.

Yo prefiero la gente de otra manera, con las cartas boca arriba, noble. Esos a los que ves venir.

Los que miran por los demás. Los que lloran, sin guion. Ni Stalin, ni su gallina desplumada. No, gracias.

Pedro Sánchez aprueba la Ley de Amnistía porque no le queda más remedio.

Tiene bajo siete llaves la Ley Mordaza que tanto daño hace a los colectivos de izquierdas y a la gente con corazón que llora con el genocidio de Gaza, que llora en los desahucios diarios, que llora por el cambio climático, las pensiones y la Sanidad Pública que están desmantelando a pasos de gigante. Quirón os da de comer, lo sabemos.

No vende a España pero ha vendido al Sáhara Occidental. Vende cada día a los miles de migrantes que se jugaron la vida por llegar aquí a aportar, a ser unos más.

No vende a España pero sigue fabricando armas para vender a los y las gazatíes. En el fondo nos está vendiendo a todas. A precio de saldo.

No sabrá ni quién es Pablo González o Javichu (uno de los 6 de Zaragoza).

Si conociera a Francho (el padre de Javichu) caería rendido ante el sentido común y la claridad de ideas. Otro discípulo de Durruti.

Gente con valores. Leales siempre, traidores nunca.

Los insultos ultras en el hemiciclo demuestran que esta gentuza sigue pensando que este es su país. Que ese hemiciclo les pertenece.

En cualquier país civilizado hubieran tenido que entregar el acta de diputado o diputada ese mismo día. Aquí no pasa nada. Parece que no se ha ido Meritxell Batet o que Francina Armengol se ha comido a Meritxell Batet.

Los matutes fachas en forma de “reporteros” no estarían por los pasillos preguntando anormalidades si hubiera una presidenta del Congreso cabal como lo fue Manolo Marín.

No olvidemos que con la aprobación de la Ley del Solo Sí es Sí a Irene Montero le dijeron de TODO desde la bancada conservadora y la ultra también.

Verdaderas barbaridades. Un auténtico terremoto acústico.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz miraron para otro lado. Se la sopló. Nos la clavaron, a todas. La foto de Dani Gago. Ahí quedó esculpida para la Historia.

Esta semana Peter ha probado esa medicina, al emitir su voto.

—TRAIDOR.

Y ha torcido el gesto. La vida no siempre es un carnaval, muchas veces es un boomerang.

La Ley de Amnistía es algo, un avance necesario, pero como siempre en este país queda tanto por hacer…

Los jueces van a apretar las tuercas hasta la extenuación.

Van a dilatarlo todo, embarrar el campo, balones fuera. Árbitro la hora.

El TOP (Tribunal de Orden Público) sigue aquí, no se ha pirado. Está atornillado en la sociedad.

El CGPJ es la mierda esa que ves en la calle y nadie ha metido en la bolsita negra. Sabemos quién la dejó ahí. Atada y bien atada. Pero nadie mueve un dedo para recogerla. Bipartidismo 3.0.

Necesitamos jueces democráticos, fuerzas del “orden” democráticas, una derecha democrática, un centro-izquierda que no se cague en los pantalones y una izquierda que no se coma la boca con Garamendi.

Si a los fachas les molesta esto de la Ley de Amnistía imagínate si abres en canal a este país y desbrozas toda la mierda franquista que tenemos ahí en las profundidades, en las raíces.

Les da un patatús.

La cloaca mediática, el fango de la secta y el obrero facha para quién “vallecano” es un insulto se volverían todo loquers.

Imagínate si le diéramos la vuelta a la educación y sirviera para formar gente que no fuera como ellos y ellas. Sin prisa, pero sin pausa.

Con la filosofía en el centro. Emilio Lledó en vena.

Imagínate si hubiera ganado la República en 1939. Si Franco hubiera sido simplemente un general sin un huevo al que hubieran colgado en Nuremberg.

Si Puig Antich hubiera podido ser ministro de un gobierno.

Si ETA no hubiera tenido ni que existir, ni por asomo.

En fin, salgo a la Carrera de San Jerónimo.

Veo que el diputado de BNG Néstor Rego discute acaloradamente con un policía nacional.

Le acusa de entrar a votar sin la credencial de diputado. Tenía prisa y se la había dejado en el despacho. Y no permitió que le retuvieran. Se metió para el Congreso.

¿De verdad que no conocen al único diputado de una formación nacionalista galega?

¿No será que es de izquierdas? ¿No será que no les ríe las gracias?

Si fuera del PP o Vox le hubieran llevado en volandas a votar. Así es todo.

—Néstor es el hombre más serio del mundo, pero es nuestro Gandalf, me confiesa un diputado que tiene el despacho cerca de él.

El diputado sociata y negociador por excelencia, Santos Cerdán, pasa de mi culo cuando le pregunto por los 6 de Zaragoza o Pablo González (periodista preso sin juicio en Polonia, más de dos años).

Me hace un Albares, se ríe en mi cara, que es la tuya también.

Todo el mundo (menos la prensa facha que ni es prensa ni es nada) celebra en la puerta de los leones la aprobación de la Ley de Amnistía.

Me presentan a Carme Forcadell, a Dolors Bassa. Un honor. Esta gente ha sufrido. Por poner unas urnas, por querer hacer una pregunta que nos hacemos muchas.

¿Queremos formar parte de un país de Borbones, de tiburones de las finanzas, de fachas de libro, de quemadores de libros?

Un país donde “a por ellos” significa “a por todo lo que no entiendo, a por el progreso”. No lleven los niños a conocer el mar, ni a conocer nada.

Oriol Junqueras me vuelve a saludar. Le digo si nos vamos a la platja, me sonríe.

Txell no ha necesitado decirle nada, ni hacerle ningún gesto.

Rufián está contento pero un poco serio. Todavía no ha subido a Primera su Espanyol.

Ione Belarra se va a Tenerife, pero no de vacaciones. Europa no termina en los Pirineos, ni en Tarifa.

La diputada que vino conmigo a la conquista del pincho de tortilla me confiesa que no ha desayunado. Aun así ha podido aguantar el tipo y votar SÍ a la amnistía.

—En cuanto termine la legislatura te invito a ese pincho, le digo.

No reproduzco la cara que me puso.

Tres desalmados gritan barbaridades desde la otra acera contra los indepes, contra los rojos y contra el PSOE (no saben bien quién es el PSOE, asumo).

Si fueran tres desalmados rojos los hubieran llevado a rastras hasta Neptuno y los hubieran tirado en la fuente. Al pilón. O hubieran terminado con sus huesos en la comisaría central de Moratalaz.

Antes de irme a casa me acuerdo de que en esa misma puerta grabé hace años la entrada de Unidas Podemos en el gobierno. La investidura de Pedro con el colchón de Pablo. Ese abrazo raro, no compartido. Con ese febrero del 36 en la cabeza.

Con Rivera no, con “El coletas” sí.

—Gracias bonito, le dijo seguramente Pablo a Pedro mientras el nuevo presidente intentaba disimular de manera torpe que él preferirá siempre la camisa de seda egipcia de Albert que la de Alcampo (o 198) de Pablo.

Recuerdo la sonrisa de Ada, el brazo en alto de Monedero, el regocijo de Pisarello. Los múltiples abrazos. El “sí se puede” resonando donde el 23-F resonaban los sables y las metralletas.

Cada vez quedan menos. Quedamos menos.

Cada vez son más, los demás.

La intransigencia frente al avance necesario. Manifestarse contra Hitler es morder el polvo y pillar la celda que dejó vacante Oriol.

¿Por qué Pedro Sánchez permite tanto?

¿Por qué el TOP sigue ahí? Impasible el ademán.

Ese TOC que hace que te pique todo, ese yugo, esas flechas.

Nuestro TDH particular. Ganas de salir corriendo hacia The Shire (la comarca de los Hobbits) y no volver.

Nuestra única opción de momento es votar el día 9 para intentar frenar que el bipartidismo siga colándose por todos los huecos de nuestra sociedad, de nuestro planeta. Biden, Abbas, Sánchez, Scholz…

Lobos con piel de cordero, pero lobos malos.

Donde nosotros vemos bombas y destrucción ellos ven una oportunidad de no sé qué.

Cada vez que sale un obús de tanque en Ucrania, Rusia o Israel… desaparece del mapa una escuela, una posibilidad para salvar de verdad este planeta.

Ya saben lo que nos espera con ellos, con ellas. Igual no se hacen la foto con Netanyahu pero tampoco se la hacen con el pueblo gazatí.

Todo es de cara a la galería.

Solo traen en el morral más guerra, más armas, más calidad de su vida, más sumisión para nosotras.

En un tiempo serán los 60 de Zaragoza, los 80 de Altsasu, los 20 Pablo Hasel, los 300 Pablo González.

La vida es una tómbola y las bolas están calientes. Siempre le toca a los mismos y las mismas.

Me voy a por otro pincho de tortilla.

Porque como se decía en “El bueno, el feo y el malo”: —El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revólver cargado y los que cavan”.

Y sí, nosotras cavamos.

Porque no cabemos.

Si tuviéramos revólveres nos llamarían “terroristas”.